Capítulo 31

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Los cuerpos, tanto de vampiros como de hombres lobo, volaban a su alrededor. Sungmin había estado muy pendiente de Kyuhyun y de su hermano. Pero los otros dos podían arreglárselas muy bien hasta el momento, eso animó más a Sungmin a dejarlos atrás y entrar en lo que alguna vez fue su casa, olvidándose de la promesa que le hizo a Kyuhyun de no separarse de su lado. Necesitaba, más que buscar su pasado, encontrar a sus amigos.

Hasta el momento no habían sido atacados por su padre, lo que llevó a pensar a Sungmin que él seguía en la casa, junto con sus amigos. Necesitaba actuar rápido, sacarlos de ahí era su prioridad, aunque Kyuhyun no estuviera de acuerdo.

—Lo siento, Kyuhyun. Pero tengo que ayudarlos.

Sungmin se fue desplazando hasta desaparecer entre el mar de vampiros y licántropos que llenaban el bosque. Si no se detenía podría llegar en menos de media hora, si nadie lo atacaba y corría rápido. Lo hizo. Los primeros metros fueron los más difíciles, pero Sungmin utilizó el poder de sus ojos para deshacerse de los dos vampiros que lo atacaban.

Veintidós minutos después pudo ver la puerta principal abierta de par en par. Su corazón latió incluso más aprisa. Ya casi, solo un poco más y podría encontrar a sus amigos. Su cuerpo fue lanzado hacia la pared de la casa. Sungmin no vio de quién se trataba, pero una vez que se puso de pie descubrió a un vampiro a unos cuantos metros de él, sonriendo con confianza.

No duraría mucho. Lleno de valor, Sungmin utilizó sus ojos, pero fue sorprendido por la gran velocidad de ese hombre. Era tan veloz que llegó a su lado en menos de un segundo, sus ojos no habían podido hacer nada. Estaba en desventaja.

—Sin tus ojos no eres nada, ¿verdad? —le dijo. Sungmin tuvo dificultades para respirar una vez que el vampiro enemigo oprimió su garganta.

Lo estrelló en la pared, causando que se agrietara. Min tosió y poco después su cuerpo fue cayendo una vez que lo soltó.

—Somos familia —le dijo el chico vampiro—. No espero que lo entiendas, te fuiste cuando eras un bebé. Yo nací pocos años después. El punto es que el lazo de sangre no me importa a mí ni a ninguno de mis hermanos. La prueba está en que te mataré ahora mismo.

¿Hermanos?, ¿es que acaso tenía más familiares aparte de su bastardo padre?

Antes de que Sungmin pudiera reaccionar, el supuesto familiar lo tomó de los cabellos y lo levantó. El agarre era tan fuerte que los ojos de Sungmin volvieron a la normalidad y a su vez amenazaban con llorar.

—Salúdame a tu querida madre.

—¡Yun, detente! —dijo otra voz—. Lo quiere vivo, dijo que debe matarlo personalmente. ¿Acaso no lo recuerdas?

Debido a las palabras del recién llegado, el cuerpo de Sungmin fue liberado. Tosió y tomó aire mientras ellos dos lo miraban sin ningún tipo de remordimiento.

—¿De quién hablan? —formuló Min con dificultad luego de unos segundos. La risa de ambos molestó más a Sungmin.

—Oh, lo sabrás muy pronto. —Entre los dos lo levantaron y obligaron a caminar dentro. Sungmin se dejó arrastrar, si lo llevaban con su padre tendría una oportunidad para asesinarlo y terminar con todo.

Lo llevaron hacia la casa. Lo obligaron a meterse dentro de la chimenea; Sungmin descubrió que conducía por un pasadizo estrecho, que se fue tornando más amplio al avanzar mientras la suciedad manchaba sus ropas. Bajaron por unas escaleras y nuevamente caminaron por un largo pasillo hasta que se detuvieron en una enorme puerta de metal con raras figuras de plata decorativas. Sungmin tuvo el extraño presentimiento de que aquel hombre que mató a su madre estaba detrás de esas puertas, su papá.

Dangerous Love (+18) KyuMinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora