Yebin era su amiga desde hacía bastante tiempo, pero todavía recordaba cuando la conoció. La mujer era temeraria, siempre estaba en alguna clase de lío entre criaturas, e incluso por mucho tiempo fue contratada para realizar ciertas tareas, claro que tuvo que dejarlo cuando ocurrió aquello que cambió la vida que en ese entonces llevaba.
Jamás imaginó que esa gumiho en algún momento se enamoraría de verdad, y que lo haría de nada más y nada menos que de un humano. Sí, Yebin estuvo embarazada veinte años atrás, donde dio a luz a un varón, el hijo de una gumiho y un hombre humano. Leeteuk lo supo desde el principio, que la vida que Yebin tenía no podía ser reemplazada con la llegada de un hijo, pues la mujer era buscada por decenas de criaturas dispuestos a darle caza. La gumiho, desde siempre, fue un peligro para su bebé y para el hombre que amaba.
—Yebin, no querrás dejar a tu hijo peleando solo, ¿o sí? —le susurró Leeteuk al oído. La piel pálida de su amiga estaba muy fría—. Kyuhyun necesita de ti ahora.
Recostada en la cama, Yebin lucía inconsciente. Teuk, después de que todos se fueron había intentado hacer que despertara de nuevo, para así ir en ayuda de Kyuhyun. Pero lo que esos ojos le habían hecho a su amiga era demasiado. Incluso él estaba dudando de que pudieran ganar contra esos infernales ojos. Una sola mirada y Kyuhyun estaría perdido.
—¿Qué se puede hacer?, no despierta —Amber sostuvo la mano de la mujer para buscar su pulso, era bastante débil e irregular.
Podría ser un poco arriesgado, pero era quizá la única solución si quería ayudar a que Yebin despertara y poder salir de ahí ilesos.
Inició su transformación. Pronto las lucecillas de su poder ancestral bailaban por toda la habitación iluminándola por cada rincón. Entonces cuatro de sus colas se convirtieron en energía de luz que luego de flotar por unos segundos, se introdujeron en el pecho de Yebin haciéndola despertar de inmediato. La gumiho tomó una bocanada de aire antes de darse cuenta de con quién estaba.
Leeteuk le sonrió. Su plan había funcionado, aunque ahora su poder estaba casi a la mitad; le tomaría un par de semanas recuperarlo, pero ahora los dos podían ir en ayuda de su aprendiz.
—Leeteuk, ¿qué ha pasado? ¿Dónde está Kyuhyun?
Se levantó de la cama, pero se mareó apenas dio dos pasos. Leeteuk tuvo que sostenerla antes de que cayera. Yebin había permanecido lejos de su hijo no solo para protegerlo del peligro que conllevaba tener una madre como ella, sino por su padre, aquel hombre que amó y que estaba muerto ya, precisamente debido a sus enemigos.
—Basta, debes esperar un momento. Kyuhyun está bien, es tan fuerte como tú.
—Nunca había visto algo semejante —Yebin recordó esos ojos, esa sangre—. Siempre creí en Kyuhyun y en lo que podría lograr, aun estando solo. Pero temo por él. Esa cosa no se parece a nada que hayamos enfrentado antes. Creo que es capaz de destruir tu alma.
—¿Destruirla? —Amber, quien escuchaba todo, sintió un escalofrío.
—Por un instante me vi muriendo.
Leeteuk sabía que no había tiempo que perder. Si su enemigo era tan poderoso con esos ojos como el infierno, entonces necesitaban apoyar en todo a Kyuhyun para derrotarlo. Uniendo fuerzas como familia.
—Vayamos con Kyuhyun.
***
—¡CUIDADO! —Yesung alejó a un hombre lobo que sorpresivamente saltó sobre Ryeowook.
—¡Manténganse a mi lado! Muchos aliados no los conocen —pidió Kyu—. ¡Hangeng! ¡Ellos están conmigo!
Kyuhyun paseó sus nueve colas alrededor de los cuerpos de los recién llegados aliados, eso con la intención de impregnar su olor de gumiho y que el resto lycans los reconocieran como partidarios de la misma causa, la derrota del clan Lee.
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Dangerous Love (+18) KyuMin
Fanfic"Ambos eran especiales, ambos eran diferentes" Kyuhyun era un estudiante ejemplar, tenía las mejores notas de la Universidad en su especialización, música postmoderna. Vivía solo en un pequeño departamento, trabajaba para pagar sus estudios ya que s...