¡Te odio!

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La situación era insoportable.

Estaba postrado en cama la gran parte del día, sus costillas aun dolían y ni se diga de su Daikisito; al menos el color le había regresado. Pero eso no era lo peor, lo peor era que sus hijos no querían verlo, y de eso ya habían pasados tres meses desde el accidente. Al menos, sus padres ya habían podido verlos hace unas semanas. Ryō estuvo rogando para que Ryodai y Ryōki accedieran ver a sus abuelos, hasta que lo logro.

Le dolía que pusieran distancia entre ellos pero los comprendía, era su culpa. La lejanía de sus hijos era su pago.

—Adelante— alguien había tocado la puerta –Mamá ¿Qué pasa?

Kimiko sollozó –Se fueron.

—¿Quién se fue?— frunció el ceño no entendiendo nada.

—Mis nietos— sollozó aún más.

—¡NO!— trató de levantarse pero el dolor era insoportable.

—Daiki te vas a lastimar— gritó al verlo caer.

—No pueden. Ryō no se los llevaría— dijo levantándose.

Kimiko se abrazó a Daiki –Lo siento. No pude detenerlos... Los niños ya no querían estar aquí.

—No puedo perderlos. No de nuevo— se levantó como pudo y corrió por las escaleras.

—¡Daiki!

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Un mar de lágrimas surcaba sus mejillas. Se sentía muy mal por las palabras de su hijo. Había tomado así la decisión y ni tan siquiera le avisó a Daiki. Solo le mando un mensaje a Kimiko y Akashi al abordar el avión.

—Papi...— Ryōki murmuró al verlo así.

—Duérmanse, faltan horas para aterrizar— dijo con la voz ronca.

Los gemelos se miraron y se tomaron de la mano mientras lágrimas surcaban sus mejillas. Sabían que era su culpa que su papá estuviera así... Después de todo ellos lo obligaron.

———————— Flash Back ——————————

—No quiero. No quiero— decía una y otra vez.

—Ryōdai. Cálmate— dijo tratando de tranquilizarlo.

—Todo es tú culpa papá— gritó llorando Ryōki.

—Por favor. Daiki es su padre.

—Lo odio. Si nunca nos hubieses traído nada de esto hubiese pasado ¡Te odio! Ojala no fueras mi papá—gritó Ryōki.

Ryō se quedó callado al escuchar esas palabras que le desgarraron el corazón.

—Ryōki— susurró Ryōdai tras las palabras de su hermano. Miraba entre su hermano y su padre, quien se veía pálido.

—Bien. Tomen sus cosas— dijo en hilo de voz completamente vacío.

—¿Eh?

—Empaquen. Tomen lo que quieran y hagan sus maletas— dijo tomando el teléfono. Marco el número del aeropuerto –Buenas tardes. Quiero tres boletos a París... Un adulto, dos niños...Lo más pronto posible... Perfecto, a nombre de Sakurai Ryō, Sakurai Ryōdai y Sakurai Ryōki... Entendido. Gracias – colgó y vio que sus hijos seguían viéndolo –¡¿Qué esperan?! Salimos en una hora y media— dijo mientras tomaba sus documentos de la caja fuerte.

————— Fin del flash back ——————

Sí, definitivamente era su culpa —¿Papá nos odia?

—Esta triste...— miró a su padre y vio las grandes lágrimas que surcaban las mejillas, al igual que lo escuchaba sollozar.

¿Realmente fue un error?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora