V

587 49 1
                                    

Estimado profesor,

It's been a while... Lo sé, no te he escrito en un tiempo. Ni que te importara mucho. Sabes, hace días le dije a una amiga que creía estar superándote. Por fin. Pero últimamente estoy empezando a dudarlo. Dios no tengo nada claro. No sé lo que siento por ti. Además, tengo una difícil decisión que hacer. Debo decidir qué opción quiero estudiar. Biología o economía. Una amiga mía me pregunto si dudaba porque tú das economía. Ella se refería a si lo estaba cogiendo por ti. Al contrario. Tú me echas atrás. Necesito espacio, lo sé, y que tú volvieras a ser mi profesor no me haría ningún bien. Supongo que hay cosas que mis amigas jamás llegarán a entender sobre mis sentimientos, tampoco les culpo, ni yo los entiendo.
Cambiando de tema.
Hace días celebramos el cumpleaños de "Elena". Estaba súper emocionada. No me decepcionó nada. Las luces y la pintura eran alucinantes y la mayoría estuvo bastante activa así que me hizo mucha ilusión. La cuestión es que a pesar de lo bien que me lo estaba pasando no podía evitar pensar en ti. En lo mucho que me gustaría poder sacarte a bailar o que simplemente estuvieras ahí mirándome. Adoro a mis amigos, pero no me siento completa hasta que no te veo a ti también. Estoy segura de que te lo habrías pasado genial si hubieras venido, sabiendo lo que te gusta la pachanga... Pero por supuesto es imposible.
Todo es imposible. Mi vida amorosa en un completo imposible. ¿Futuro? Imposible. ¿Reciprocidad? Imposible. Es decir, ¿por qué te fijarías en mi? Solo soy una cría insegura, muy normal, ni guapa ni fea, quizás hasta podría decir que un poco menos tonta de lo normal, a veces mandona, otras egocéntrica y otras egoísta. No hay nada en mi que pudiera atraerte, así que, ¿por qué no consigo creerme que no sientes nada por mi? Dios, veo como me miras, cuando hablamos a solas, soy como una hija para ti, sé que me quieres, que piensas que soy especial, pero no de esa manera. También sé que te preocupas por mí y que no te gusta que me hagan daño, y ese sentimiento es mutuo. El otro día te vi con tu mujer. Le quieres, y mucho. Y por algún casual no me duele veros juntos, supongo que es porque te veo tan feliz... Supongo que me conformo con que uno de los dos sea feliz. Ojalá pudiéramos serlo los dos...
Y como dice la canción:
How long will I love you? As long as stars are above you.
Así es como me siento ahora, como si mi amor fuera a ser eterno. Supongo que es la maldición de la adolescencia, todo es más intenso. Es cierto que he aprendido a controlar mejor mis emociones, tu presencia no me afecta tanto.
Pero vamos que me sigue afectando mucho. No puedo actuar normal con mis compañeros cuando estás cerca. Y como digo siempre, eres mi perdición, y a la vez, mi más precioso error.

Siempre confusa, pero tuya,

Otra alumna más

Cartas a mi profesorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora