Me Quiero Robar A La Novia.

Todo por amor.

Pov Hermione:

Estaba sumida en un sueño profundo, hasta que sentí una luz pegándome de lleno en el rostro. Tenía tanta pereza de levantarme, tome las sabanas y me las puse por arriba de la cabeza y me estiré perezosamente debajo de ellas. Que debo admitir eran muy suaves... Ummm, de seda.

¡STOP! Yo no tengo sábanas de seda... Me descubrí en una milésima de segundos, y tuve que analizar por menos de 2 minutos para darme cuenta de que no estaba en mi habitación.

-Buenos días, bella durmiente - Dijo una voz que ni porque se fusione con mil la confundiría, voltee mi rostro y lo mire de la forma más asesina del mundo. No se porque, pero tome una de las almohadas y se la lance, casi como un reflejo, pero el logro esquivarla y me miró sorprendido.

-Okey, ya veo que no son tan buenos - Dijo riendo.

-¿Donde estoy?... ¿Porque estoy aquí?... ¿Como es que estoy aquí? -Dije levantándome de la cama, él se quitó de la puerta y termino de ingresar en la habitació. Y de la forma más calmada tomó asiento en uno de los muebles.

-¿No lo recuerdas? Tampoco fue tan fuerte el desmaius.

Claro ahora empezaba a recordar todo. Estaba estaba esperando a Theo y de repente... Mire a Draco con mi mirada más envenenada, a lo que él se levanto y rodeó la cama.

-¡TÚ!... ¡ME SECUESTRASTE!... ¡¿COMO PUDISTE?! -Dije corriendo tras el para estrangularlo, pero el rodeo la cama para que no lo alcanzara.

-No lo veas de esa forma... Te dije claramente que nos viéramos y tú no quisiste. Y si no puedo tenerte por las buenas. Te tendré por las malas -Dijo deteniéndose junto a la puerta.

-¿Estas loco o que?... Tengo que regresar, Theo debe estar como loco y Harry ni se diga...

-Pues más te vale que te vayas olvidando de regresar, porque jamás vas a salir de aquí. Me importa una mierda lo que sientan Nott y San Potter... Eres mía Hermione -Dijo acercándose peligrosamente, ahora la que huía era yo.

-¿No entiendes? Lo nuestro se acabo Draco, ya no existe... Se esfumó. Déjame en paz, voy a casarme con Theo. ¡Y no soy tuya!.

Él me miraba totalmente serio, caminó tan rápido hacia mi, que no me dio ni tiempo a moverme, me tomo de las manos... Y cayó de rodillas al suelo.

-Te lo suplico... Yo sé que no he sido el mejor... Sé que no soy perfecto, sé que cometí errores... Sé que tal vez te hice daño, y si alguna vez hice algo que te lastimara... Perdóname... Estos años fueron como él purgatorio para mí, vivir sin ti... Te amo Hermione, te necesito, necesito tu olor... Tú risa... Tú mirada... Tus besos... Tú cuerpo... Eres mi veneno y mi cura... No quiero vivir si ti, ¿es que no lo entiendes?... Tú eres mi única razón para existir -Dijo mirándome a los ojos, no podía creer absolutamente nada... Esto parecía un sueño. Sólo Merlín sabe lo mucho que he estado esperando que esto sucediera, que Draco volviera a buscarme. Quería abrazarlo decirle cuanto lo amaba y que también lo necesitaba. Pero no podía ceder, el jamás me perdonaría si supiera la verdad.

Me trague un nudo de sentimientos para poder hablar.

-Draco... Ya no te amo -Dije con mi mirada más fría, solo así con un poco de suerte me odiaría.

Pude ver el dolor pasar por sus ojos, soltó una sonrisa que parecía más una mueca.

-No importa preciosa... Yo tengo suficiente amor para los dos - Se levanto y me besó la punta de la nariz.

-Perdón si fui un poco intenso antes... Solo quiero que te quedes 3 días, solo eso... Y si luego quieres irte, voy a dejarte ir. Te lo prometo -Dijo besando esta vez mi mano.

-Draco yo... No puedo hacer eso, no puedo desaparecer así y luego volver como si nada.

El suspiro.

-De acuerdo... Voy a... Voy a hacer algo de comer y... Y luego te dejaré ir... Val... ¿Vale? -Dijo mencionando cada palabra como si les pesaran, me regalo una triste sonrisa y pude notar sus cristalinos ojos... Aish Draco siempre aparentas ser tan fuerte, cuando en realidad eres todo un dulzón... Salió de la habitación cerrando la puerta.

Fui al baño a asearme y al salir, había un precioso vestido color violeta sobre la cama, me lo puse con mis tacones, y salí de la habitación.

Era un hermoso lugar sin duda, todo era muy pulcro y elegante, camine hasta que vi una puerta entre abierta que me llamó la atención, me asomé y vi lo que parecía un despacho. Pero lo que más me llamó la atención fueron el montón de libros que había. Entre y estaba casi que babeando, vi hacia el escritorio y quedé estupefacta con lo que vi, una foto de Draco y mía yo estaba sentada sobre su hombro y el sonreía, en sus ojos se veía alegría y amor. Ahora solo se veía, tristeza y dolor.

-¿Que te hice? Mi amor -Las palabras salieron por sí solas.

Al lado de la foto, había un sobre con el sello de ¿San Mungo?... La curiosidad pudo más que mi razón y lo tomé. Seguro es sobre alguno de sus pacientes.

¡¿QUÉ?!... No podía creer lo que decía.

Los resultados de sus exámenes anuales dieron una noticia totalmente sorprendente... Draco Malfoy estaba enfermo y no de cualquier cosa, pues su tiempo estaba contado.

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