Me Quiero Robar A La Novia.

El sonido de un corazón roto.

-¿Dónde estamos?.

El rubio sonrío -Estamos en un sitio muy hermoso que toda la vida te ha gustado y que además significa mucho para ambos.

Hermione hizo una mueca, las sorpresas no le gustaban para nada y que además tuviera que estar vendada solo empeoraba las cosas.

-¿Puedo ver ya? Me estoy desesperando -Dijo y el rubio con delicadeza le quitó la venda.

La sorpresa fue mucha, el sitio estaba muy cambiado. Pero aún así era inevitable verlo como antes.

-Le hicieron un par de arreglos, así que no está exactamente como antes -Dijo el rubio encogiéndose de hombros.

-Draco... ¿Qué hacemos aquí?.

-Es un bonito sitio.

-Sí, lo es.

Estaban exactamente en el jardín de Hogwarts, hermoso y deslumbrante como él solo. La diferencia es que estaba mucho más arreglado. Desde la remodelación de la escuela, todo se veía más bonito y más moderno... No sólo era especial por su belleza y variedad en plantas y flores. También era el sitio donde...

-Aquí fue donde lo hicimos por primera vez, ¿Lo recuerdas?.

Pero claro que ella lo recordaba, era algo que nunca se le iba a olvidar.

-Sí, lo recuerdo -Dijo intentando sonar indiferente.

-Aquí te dije por primera vez que te amaba.

-Lo sé.

-Amabas este sitio, por las flores y sus olores. Solias decir que aquí el clima era perfecto y que la paz que inundaba el lugar era capaz de amanzar a cualquier fiera.

-Draco, ¿Porqué me trajiste aquí?.

El rubio suspiró suavemente.

-Quería que recordarás lo especial que eran las cosas entre ambos y que recordaras todos aquellos momentos en los que fuimos felices.

A la castaña se le formó un nudo en el estómago.

-Draco...

-No digas nada mi castañita, sólo dejate llevar, hay otro sitio a donde debemos ir. Luego si podrás decir lo que quieras.

-Bueno -Dijo Hermione.

Draco tomó su mano y se desaparecieron ambos otra vez.

-No puedo creer que estémos aquí de nuevo -Dijo la castaña completamente asombrada.

-Sabía que te iba a gustar volver -Dijo el sonriente platinado.

Estaban en un lugar hermoso y significativo para ambos, donde ocurrieron muchas cosas, donde ambos se hicieron muchas promesas.

-Es hermoso no puedo creer que siga igual.

-Lo compré y me encargué de que cada cosa siguiera en su sitio, quería recordar cada rincón de la forma en que tú lo dejaste.

-Draco...

-Sé lo que dirás, por favor no lo hagas...

La castaña miró sus hermosos ojos platino esperanzados a más no poder y sé sintió derretida por dentro. ¿Como había podido hacerle tanto daño?.