Me Quiero Robar A La Novia.

¿Existe el mejor regalo?

La mansión Malfoy era un caos total, todo el mundo corría por todos lados.

-¡Cuidado con esa escultura muchacho!, cuesta más que tus pulmones -Dijo Narcissa Malfoy a uno de los organizadores que intentaba remover una escultura que había pasado en la familia como cuatro siglos y que además era única en su clase. Definitivamente una reliquia familiar.

-Lo siento señora.

-¡No! Eso no va allí, quiero ese florero en la entrada.

Caminó hacia el gran jardín de la mansión para ver como iba la decoración de el umbral y el sitio donde se efectuaría la ceremonia.

-¡¿Pero que rayos?! ¿Quién trajo esas cortinas rosadas? -Preguntó enojada.

-Señora Malfoy, son adecuadas dan un aire de dulzura y delicadeza -Dijo una de las diseñadoras de interiores.

-Sí, para una fiesta de quince años. No quieras decirme lo que es apropiado muchacha, si de algo me enorgullezco es de mi buen gusto por los colores, estamos cerca de el invierno así que quiero colores relucientes y refinados. Blanco y dorado. Pureza y riqueza. ¿Necesitas otro indicio? -Preguntó con una ceja alzada.

-Señora Malfoy, pero ya las cortinas están colocadas.

La pelinegra sacó su varita y con un movimiento, las cortinas calleron al piso.

-Pues ya no lo están, ¿Colocas las otras o también tengo que hacerlo yo?.

-No señora, yo me encargo.

La mujer se fue y Narcissa sonrió, ese día todo tenía que ser perfecto. Volvió a entrar hacia la mansión y se dirigió hacia la habitación de su nuera.

La castaña se encontraba frente al espejo mirándose de arriba ha abajo aún con la bata de baño puesta.

-Ya casi todo está listo -Dijo sonriéndole desde la puerta.

La chica la observó y sonrió.

-No puedo creer que esto esté pasando, es tan irreal -Dijo mirando a la que consideraba su segunda madre.

Narcissa le sonrió de regreso y terminó de ingresar a la habitación cerrando la puerta detrás de ella.

-Pues creelo linda, por fin el gran día a llegado y nadie está más feliz y orgullosa de ambos que yo -Dijo abrazandola desde atrás.

-Gracias Narcissa, siempre has sido tan buena -Dijo volteandose para abrazarla.

-Nada que no merezcas mi niña, ¿Ya viste el paquete? -Dijo señalándole el gran paquete de regalo que estaba en un rincón.

-Sí es perfecto, me encantó todo. Espero que a Draco le guste mi regalo -Dijo mordiéndose el labio.

-Le va a encantar querida, te lo aseguro, tal vez no tanto como a mí pero así será -Dijo sonriendo muy feliz.

Hermione rió y observó la enorme caja y sólo pudo pensar en su hermoso futuro esposo.

-Ya vamos a arreglarte, debes estar lista pronto, voy a llamar a las chicas -Dijo la pelinegra.

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-Draco hermano, ¿Te quieres calmar? Parece que te va a dar un infarto en cualquier momento -Dijo Blaise riendo.

-Ja ja, ¿Tú qué vas a saber si no eres quien se va a casar? -Preguntó bebiéndose su copa de whiskey de un golpe.

-No, pero no voy a temblar como si tuviera mal de Parkinson -Dijo levantando su copa.