Al abrir la puerta, un olor bastante fuerte llegó hasta mí. Arrugué mi nariz e hice una nueva de asco. Se notaba que aquí sólo vivían hombres.
- ¡He llegado!- gritó Harry y se hizo un lado para dejarme entrar- ¡Y traigo a dos princesas! ¡Comportaos!- advirtió mientras cerraba la puerta. Elena llevó una mano a su boca y ahogó un leve risa traviesa.
- ¿A qué te refieres con dos princesas? Oh- un chico de pelo castaño entró donde nos encontrábamos y su rostro demostró desconcierto al vernos. Sus ojos confusos se dirigieron primero a Elena, la cual seguía en la espalda del rizado, y después se posaron en mí. Fue vio el ceño y me revisó de arriba a abajo antes de abrir los ojos escandalizado.
- ¡Por el amor de dios, Harry!- exclamó alterado- ¡Cuando te dije que te buscaras una chica decente no me refería a que secuestraras a una novia!- hice una mueca divertida ante eso y de reojo capté a Harry rodando los ojos- ¿¡A caso has interrumpido una boda!?-
- Cálmate, Liam, por favor. No he interrumpido ninguna boda- negó el rizado con un tono de voz cansado- Las he encontrado en el parque del centro y no tenían a donde ir. No podía dejarlas ahí con el frío y la lluvia- el tal Liam pareció calmarse bastante, pero todavía no estaba seguro de sí era verdad lo que Harry contaba.
- En realidad he sido yo la que me he huido. Harry no ha tenido nada que ver- puntualicé para clame el ambiente. Harry lo miró con una sonrisa triunfante.
- Te lo dije- le recriminó, pero el chico castaño le ignoró y se acercó a donde nos encontrábamos.
- Hola, soy Liam- el chico me tendió la mano y yo de la estreché encantada.
- Samantha- respondí y cuándo deshicimos el agarre, señalé a mi hija- Ella es Elena-
- Mamá...- se quejó esta, alargando la palabra para que notase que le molestaba- Me llamo Princesa Lena- me corrigió y Liam le sonrió tiernamente.
- Hola, Príncesa Lena. Yo soy Liam-
- ¿Es un sirviente?- preguntó Elena a Harry sonriendo. Este asintió y la pequeña miró a Liam- Quero un sándwich- exigió cruzándose de brazos.
- ¡Elena!- le reproché.
- ¡Choca esos cinco Lena!- exclamó Harry riendo y los dos chocaron las manos.
- No pasa nada Samantha, ha sido Harry que la ha corrompido- mencionó Liam sonriendo- ¿De qué lo quieres, pequeña?- preguntó a Elena.
- De jamó y queso- respondió sonriendo.
- Claro, ahora te lo hago- revolvió el pelo a mi hija y se dirigió a la cocina. Oí unos pasos que provenían de las escaleras y vi como bajaba un chico moreno en boxers.
- ¡LOUIS TÁPATE POR DIOS!- gritó Harry tapando los ojos de Elena y al ver que no le quedaban manos libres para tapar mis ojos, me giró.
- ¿¡Pero cuanto he dormido yo!?- exclamó el tal Louis- Tío que te has casado ¡Felicidades! y soy tío ¡Genial!- empecé a reír sola. Desde luego a este tío le faltó oxigeno al nacer.
- ¿Qué dices Louis? No me he casado, ni eres tío ¿En serio has pensado eso?- preguntó Harry negando con la cabeza.
- Yo es que recién levantado, si no me tomo un café, no pienso con claridad-
- Y con café tampoco- bromeó Harry. Escuché como Louis se acercaba a nosotros y un golpe seco sonó.
- ¡Auch!-
- No se pega a pínsipe Haddy- habló Elena.
- Si, al fin tengo una chica que me protege- sonrió Harry.
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Madre y novia a la fuga |H.S|
FanfictionSamantha es una chica de veintisiete años que está a punto de cometer un gran error: casarse con un hombre que, por desgracia, no amaba. Sin embargo, en el último momento, Samantha decidió que no iba a echar a perder su vida casándose con el magnate...