Capítulo 14

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Narra Sami

Después de veinte minutos, salí cubierta por una toalla y me adentré dentro del closet. Hoy sería mi primer día en la empresa de Harry y quería dar buena impresión, a si que debía vestirme con algo cómodo, pero a la vez elegante. Revisé de arriba a bajo el vestidor en busca de algo que ponerme. Me decidí por una camiseta blanca básica de tirantes, una falda de tuvo negra un poco por encima de mis rodillas, una americana a conjunto con la falda y unos tacones negros. Me maquillé con un poco de base y pinta labios y me dejé el pelo suelto. Me miré en el espejo y sonreí complacida. Ni puta, ni desarreglada.

- Mami estas mu guapa- me sobresaltó mi hija entrando en el dormitorio.

- Elena, que susto me has dado- mencioné con una mano en mi pecho mientras la pequeña se reía de mi- ¿Te estas riendo de tu mami?- pregunté cruzándome de brazos. Al oírlo, paró de reír y me miró asustada. Ella sabía perfectamente lo que venía ahora...cosquillas. De un abrir y cerrar de ojos, salió de mi habitación y corrió por el pasillo hacia el dormitorio de Harry.

- ¡No Elena, esa es la habitación de Harry!- corrí tras ella para agarrarla antes de que entrara en ella, pero fue demasiado tarde. Riendo, rodeó la cama y se metió debajo de ella.

- Elena, esta no es nuestra habitación- me puse de rodillas y metí la cabeza debajo de la cama- Ven aquí- susurré al oír como el agua de la ducha dejaba de correr. Ella rió traviesa y se alejó más de mi.

- ¡Elena!- exclamé desesperada al sentir unos pasos que se acercaban a mi. Solté un gritito cuando alguien me dio una nalgada haciendo que mi cabeza chocara contra los muelles de la cama.

- Me encanta tu trasero, Sami- murmuró Harry mientras yo me levantaba sonrojada. Estaba desnudo excepto por una toalla que le cubría de cintura para abajo. Su pelo estaba mojado y en su torso bien marcado se podían apreciar pequeñas gotas de agua.

- Harry no...-

- Viéndote a cuatro patas me entran unas ganas de hacerte tantas cosas...- ronroneó acercándose a mi y colocando sus manos en mis caderas.

- P-para...-

- Estas muy sexy vestida de secretaria...- me interrumpió, acercándome más a él. Desesperada, coloqué mi dedo índice encima de sus labios para que no soltara alguna de sus guarradas enfrente a mi hija. Me sonrió pícaro y lo besó.

- Mmm...¿Quieres jugar, nena? Me encanta jugar...- se acercó a mi para besarme, pero una risita lo interrumpió.

- ¿Juga a que?- preguntó Elena inoncente saliendo de debajo la cama. Quité las manos de Harry de mis caderas y me alejé de él como si tuviera la peste.

- Emm...a-al escondite- respondió Harry nervioso.

- ¡Mira mami, Haddy tiene una maripopa!- exclamó señalando el tatuaje de mariposa que tenía en el estómago. Asentí sin mirarlo porque sabía que si lo hacia, mi mente no respondería.

- Si, muy bonito. Vamos- cogí a Elena en brazos y salí apresuradamente de la habitación, no sin antes murmurar un "lo siento" sin mirarle. Troté hasta la habitación de Elena y la senté encima de su cama para poder buscar algo que ponerle.

- Mami, etas mu roja- mencionó mi pequeña riendo y señalándome.

- E-es por el calor, cariño- respondí nerviosa mientras entraba al closet para que no viera que me había puesto todavía más roja.

Hacía menos frío que ayer, pero no quería arriesgarme a que se enfermara, a si que me decidí por un suéter largo blanco con las palabras "you" escritas en el pecho que le servía de vestido, unos leggins de leopardo y unos botines negros.

Madre y novia a la fuga |H.S|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora