Experimento Secreto (Pausada)

6. Escuadrón Dragón.

-¿Están listas chicas?-Preguntó Paola estacionando el auto enfrente de dos edificios conectados.

-¿Es aquí? -Preguntó Diana.

-Según la dirección que me dio Sophie si, aquí es.

Busqué debajo de mi asiento la mochila que siempre cargábamos cuando teníamos que salir a ciertas misiones especiales.

-Tengan- le entregue a cada una pequeña bolsita, donde teníamos todo lo necesario para engañar a las personas.

Tomé mi bolsita y comencé a alistarme.

-Listo, ahora si estamos listas.

Bajamos del auto y sacamos las armas de la cajuela.

-Te tocan las llaves Arantza - dijo Paola extendiendo la mano para entregárselas.

-¿Por qué yo?-reprochó.

-Porque lo digo yo-le tomó la mano y le entregó las llaves-. Vámonos.

-Tu no me puedes mandas.

Paola la empujo con fuerza, chocando con la parte lateral del auto, la tomó de la playera acercándola a ella, la fulminó con la mirada y la señalo con su dedo.

-Si, si puedo- la soltó y comenzó a caminar hacia la puerta principal-. Vamos.

Nos quedamos deaconcertada ante la actitud de Paola, ella no es así.

Arantza me miró con cara de asombro, me encogí de hombros y me adentré al enorme edificio.

Abrí las puertas y corrí tras Paola, el edificio estaba oscuro, al parecer estaba abandonado, había muchas cosas tiradas y destrozadas, no me moleste en encender la luz, puesto que con la de la luna se veía bien.

cuando lleguél con ella, la tomé del brazo haciendo que parará su camino y guiará sobre su propio eje.

-¡¿Qué?!-gritó mientras se zafaba de mi agarré.

-¿Qué diablos te pasa?

-Nada, no me pasa nada-se dio la vuelta, dejandome con la palabra en la boca.

-¿Hannia?-miré sobre mi hombro, Dalí estaba parada a un metro de mi.

-¿Si?

-¿Qué tiene Paola?

-No tengo idea-miré hacia donde se había ido Paola -. Pero lo voy a averiguar, trae a las otra.

Caminé con paso rápido, adenteandome a un pasillo muy oscuro.

Toqué la pared y deje que mis sentidos hicieran el trabajo, recorrí todo el pasillo, del otro lado había luz que entraba por las grandes ventanas, en medio de la habitación se encontraba Paola, su cabello resaltaba con la luz de la luna, haciendola ver misteriosa.

-Paola-hablé con alivio-. ¿Qué es lo que tienes? ¿Por qué trataste así a Arantza?

-No quiero hablar de eso.

-Muy bien, me lo dirás quieras o no.

-Tu no me puedes obligar a decirte lo que no quiero decir-la tomé del brazo con el que me señalaba y la empuje, haciendo que choque con la dura pared, le pasé su brazo por detrás de la espalda y la agarré del cuello.

-Si, si puedo-escupí con frialdad sus mismas palabras, solté su mano y su cuello-. Y hablaremos sobre lo que paso allá afuera cuando terminemos con esto.

Me di la vuelta y me dirigí a las escaleras, Arantza, Diana y Dalí me miraban con los ojos abierto.

-Vamos.