1. Nunca hacemos tratos.

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- ¿Entonces?

- ¿Qué?

-No te hagas la chistosita-dijo serio- ¿Hay trato?

-tu más que nadie sabe que nunca hago tratos.

Una luz roja giratoria se encendió, haciendo un ruido muy fuerte, lo que normalmente hace una alarma.

-Oh! Mierda-dije para mis adentros

- ¿Qué es eso?-dijo tomando un pistola del cajón y acercándose a la puerta.

Sin pensarlo dos veces tome la pistola que traía en mi bota, me pare de un salto de la silla en la que estaba sentada y apunte al hombre.

-No te muevas-dije seria.

Se paró en seco y me miro sobre su hombro, lo mire a los ojos, luego la pistola y por último el suelo. Moví mi cabeza y tiro la pistola.

-Así que-dije dándose media vuelta-todo esto fue una trampa... una estúpida distracción.

Levante una ceja y sonreí complacida

-Así es

Sonrió de oreja a oreja, su sonrisa mostraba despreocupación, tranquilidad, como si tuviera un plan, me puse seria y entre cerré los ojos

-Pero dijo acercándose a mi- por desgracia, al menos para ti, yo también te tendí una trampa.

Saco un botón pequeño de su saco negro y lo apretó. En menos de 5 segundos aparecieron 7 hombres, me rodearon y apuntaron.

-¡¡¡suelta el arma!!!-gritó uno de ellos.

Solté el arma y sonreí.

-De acuerdo-dije-vamos a jugar.

En un movimiento rápido me agache y extendí mi perna dando una vuelta completa y derribando a los 7 hombres, en el aire tome una pistola que había soltado uno de ellos y tome la mía. Dispare dos veces hacia el hombre que hace rato me había propuesto un trato y salí corriendo por la puerta.

Toque mi oreja derecha (donde estaba mi comunicador).

-Paola ¿Dónde estás?-dije mientras corría por un largo pasillo color blanco y básicamente vacío

-En el segundo piso

- ¿Qué haces ahí?-dije algo molesta

-se me hizo tarde-contesto algo agitada

Gire a la derecha y volví a tocar mi oreja.

-Diana, Arantza, ya acabaron ¿verdad?

-5 minutos-contestó Diana

- ¿Dónde están?-crucé una puerta azul metálica y la cerré.

-En el cuarto de control-contestó Arantza-En el quinto piso.

Resople y respire profundo, me recargué en la puerta, me seque el sudor de la frente, guarde una de las pistolas en una de mis botas y toque de nuevo mi oreja.

-Dalí-dije cerrando los ojos y relajándome- ¿Cuál es tu posición?

-Estoy en la puerta trasera-dijo en un susurro

Otra, pensé.

- ¿Qué haces ahí?-dije abriendo los ojos, un disparo en el pomo de la puerta me alerto y de inmediato me quite de ahí, corrí hasta la mitad de la sala y me deslice sobre el suelo colocándome detrás de un mueble de un metro de altura aproximadamente-olvida la pregunta, necesito ayuda, estoy en el piso 4-cargué las pistolas, di media vuelta y apunte a la puerta.

-Voy para allá-dijo algo acelerada.

La puerta explotó en mil pedazos y me agache cubriéndome la cabeza, entraron 3 hombres con arma en mano.

-Mierda-dije sacando de mi bota una bomba de humo. La active y la avente hasta el otro lado de la sala. Me acomode el cubrebocas y salí del escondite.

Dispare en la pierna a cada hombre y salí corriendo, me pare en seco, había diez hombres parados justo enfrente de mí.

Sonreí de oreja a oreja, Esto es divertido pensé.

Solté las pistolas y puse mis manos en la espalda, metí la mano en mis bolsillo, saque 4 pequeños botones los active y los avente hacia los hombres, los cuatro primeros tuvieron una descarga y cayeron al suelo, dos hombres corrieron a mí con un cuchillo, saque dos dagas de mi bota, corte directamente el brazo de uno haciendo que suelte su cuchillo, lacé mi cuchillo al otro hombre clavándose justo en su estómago.

Demonios pensé.

Agarre la cabeza del hombre que tenía hace un segundo, con un movimiento rápido le troné una parte de su cuello y cayó al suelo. Una sombra rápida pasó justo al lado mío, mire a mi lado, los cuatro últimos hombres cayeron al suelo.

-Por fin llegas-dije alzando los brazos-te perdiste de toda la diversión.

Dalí sonrió y se acercó a mí

-Lo siento pero me encontré con otros tres en el segundo piso

- ¿No viste a Paola?-dije mientras recogía mis armas.

-No

-Bueno-limpie con un pañuelo la sangre de mis dagas- ¿Me ayudas con él?-señalé al hombre.

-Claro

Dalí se acercó al hombre, le rompió la camisa y se la puso en el estómago cubriéndole la herida. Se levantó y miro detrás de mí, miré en su dirección.

- ¿Lo mataste?-dijo sorprendida, acercándose a él

-Ay, claro que no-dije sin preocupación, se incoó al lado de él y puso dos dedos en su cuello-soló lo dormí.

Se alejó de él comprobando que estaba vivo, tome las pistolas que hace un segundo las había tirado.

-Vamos-dije entregándole una de las pistolas que ella había soltado cuando se acercó a vendar al hombre-tenemos que ir por la otras

-De acuerdo

Caminamos por el pasillo y se llevó una mano a su oreja

- ¿Chicas dónde están?-preguntó mientras dábamos vuelta a la izquierda

-Chicas necesitó ayuda-me pare en seco

-Diana ¿Dónde estás?-dije poniendo mi mano en mi oreja.

-Afuera del cuarto de control-dijo en un susurro

- ¿Donde esta Arantza?-pregunte algo alarmada

-cuando estamos saliendo del cuarto de control, escuchamos pasos afuera, asi que salí a ver, tarde un poco, entonces cuando me disponía a entrar escuche un ruido, me escondí detrás de la puerta, la tienen a ella y a Paola, no sé qué hace ella ahí pero están atrapadas en el cuarto.

Respire profundo y mire a Dalí, toco su oreja y habló

-Vamos para allá

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holi*w*is Espero que les haya gustado :3

Experimento Secreto (Pausada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora