Fiesta pagana ♚ Taegi

15

Un domingo más significaba visitar nuevamente aquel templo sagrado.

Ya se saben la rutina, no es necesario que la narre otra vez.

¡Sin embargo! Cabe destacar que mi queridísimo Taehyung no se encontraba en su oficina aquella noche en la que fuí exclusivamente a verlo.

Tampoco estaba en el confesonario o en los baños. Ni siquiera estaba comprando helado en palito del mini-mercado que había a dos calles de ahí.

Ni siquiera estaba en la iglesia.

-Taehyung, te odio fuertemente -murmuré tomando mi celular para marcarle- ¿Qué es ésto de no esperarme y olvidarte de nuestra rutina? No, señor -musité hablando conmigo mismo-.

Y alguien debió haberme escuchado, porque luego pude notar que una chica comenzó a reír por lo bajo.

La miré con expresión aturdida y fruncí el ceño.

-Uh, ¿hola? -dije guardando mi celular y acercándome a aquella mujercita-.

-Hola -respondió ella con una encantadora sonrisa-. Enojado con Taehyung​ ssi, ¿uh?

-¿Taehyung ssi? -espeté con la intención de sonar confundido- ¿Lo conoces?

-Por supuesto que sí -dijo alegre-, ¿qué clase de novia sería si no conociera al mejor amigo de mi pareja?

Chasqueé la lengua.

-Ahhh, eres JiEun -dije con una leve sonrisa-.

-Uhm, no -rió algo incómoda-. Soy Seungwan.

-Ahhh -murmuré-. Disculpa, soy malo recordando nombres -suspiré-. Es un gusto, Seungwan. Éste páliducho al habla es Yoongi.

Asintió con una sonrisa y suspiré.

-¿Sabes dónde anda Taehyung?

-Con Jungkookie, creo que por el centro -acomodó su cabello con una expresión pensante-.

Por un mili segundo sospeché de segundas intenciones entre ésos dos, sin embargo, Jungkook tenía novia (quien cabe destacar estaba a mi lado) y Taehyung me tenía a mí (que ya era suficiente motivo para no desconfiar), asi que dudar de ambos estaba de más.

-Ah, ¿quieres ir a sentarte?

-Vamos.

Nos ubicamos frente al mini-mercado que mencioné anteriormente e iniciamos una charla trivial.

Seungwan resultó ser una chica muy inteligente y amable, Jungkook realmente había ganado la lotería al conocerla.

-Jungkook no es padre, sólo ayuda en la iglesia de vez en cuando -musitó comiendo un caramelo que había comprado-. Lo admiro mucho, siempre es muy positivo y juguetón, pero en el fondo es un chico sensible. Me alegra ser su novia.

Sonreí levemente ante aquel comentario y fijé mi vista en la calle.

Entre charla y charla, pasó una hora, en la que nuestras parejas habían hecho acto de presencia.

-¡Seungwan! Tanto tiempo -saludó Taehyung abrazando a la más baja-.

Ésta saludó de igual manera y comenzaron a conversar animadamente sobre temas que no entendía ni quería entender. Intenté capturar la atención de Taehyung, sin embargo el intento fue totalmente fallido.

Saludé entonces a Jungkook con un apretón de manos y luego de un breve intercambio de palabras, la dulce pareja hetero se retiró.

-Hey -lo llamé al notar que me había intentado evitar desde que me vió-. Taehyung, ¿estás ahí?

Taehyung sólo asintió secamente sin dirigirme la mirada, lo cual borró mi incomoda sonrisa. Caminó hacia su oficina a paso rápido, dejando en claro que no quería que lo siguiese.

-Creo . . . que sólo tuvo un mal día.