Capítulo 22

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Pov. Narrador.

La comitiva de visitantes había regresado a sus respectivas aldeas sin problemas, sin embargo si llevaron unos grandes focos rojos en sus cabezas, según ellos,,, Harry les había mostrado la forma de como acabaría con sus aldeas si selo llegara a proponer, la paranoia era tal que todos y digo absolutamente todos ideaban diferentes formas de llevar una relación en paz con el señor del remolino, para lograr esto, tenían que librar un gran obstáculo, estos eran tan diferentes como las aldeas mismas, en el caso de Suna, Kumo y Kiri, el reto era convencer a sus Kages los cuales estaban cavilando planes en contra de Uzushiogakure, en el caso de Iwa el reto era al inverso, el Kage tenía que convencer a sus concejeros el llevar la fiesta en paz con el Uzukage, pero quien tenía la situación más complicada era el Kage de konoha, si bien era consciente de que el Daimyō no estaría contento, nunca se esperó tener la aldea sitiada, en cuanto asomo su rostro en la puerta de la aldea fue detenido por unos guardias, los cuales le guiaron hasta la torre hokage, dentro de ella lo esperaba el señor del país del fuego con muchas preguntas.

El hokage era guiado hasta llegar a la sala de reuniones, dentro se encontraba los concejales, líderes de clan y el Daimyō, el bullicio que se escuchaba fue silenciado al abrirse las puertas, – hokage sea bienvenido, ¿dígame como le fue en su reunión con el Uzukage?,-,,,- Daimyō sea bienvenido a la aldea de la hoja,-,,,- Sarutobi dejemos eso de lado, tome asiento, ya que está aquí procederé a informarle lo que ha sucedido,-,,,- Daimyō ya estoy enterado de todo lo que sucedió,-,,,-entonces,,, ¿sabías del ataque contra Iwa?, ¿fuiste participe de este complot?,- la acusación dejo frio al Hokage al parecer las fichas para su destitución se estaban moviendo, - se equivoca, lo sé por qué Harry junto al Tsuchikage estuvimos presentes en el conflicto, incluso observe como usted le preguntaba a Naruto el motivo de su partida de konoha,-, si el silencio era total ahora era sepulcral, todo movimiento, ruido de escritura, incluso las respiraciones, se detuvieron al instante, que el hokage haya estado presente en la incursión dejaba al descubierto todas las mentiras que se habían construido los concejales, - hokage, quiere que le creamos que usted, el Uzukage y Tsuchikage estuvieron observando el enfrentamiento y no movieron un solo dedo,- la declaración claramente estúpida de uno de sus concejales ocasiono el exabrupto del Daimyō, –concejal, será mejor que cierre la boca, piense que hubiera pasado si el Uzukage hubiera intervenido,-,,,-con todo respeto alteza pero usted vio el poder del chico, con el de nuestro lado podremos plantarle cara al Uzukage,- una risa se dejó sonar por todo el lugar cosa que extraño a todos e intrigo al Daimyō.

Las risas continuaron por varios minutos hasta que el Daimyō se desesperó, -Hokage se puede saber el porqué de su risa en estos momentos, - limpiándose las lágrimas provocadas por la risa incontrolable que tuvo por momentos, – antes que nada, déjeme le doy mi reporte con este se aclararan muchas dudas o se ampliaran más,- esperando la respuesta del Daimyō el hokage se había puesto de pie listo para recibir la decisión, con un simple asentimiento, el Daimyō dio su autorización para que el viejo Sarutobi continuara, ya con el permiso inicio su reporte –antes de comenzar quiero hacer hincapié que gracias a la autorización del Daimyō tuve toda autoridad en negociar con el Uzukage (más de uno quiso replicar pero la mirada del Sr del país de fuego los cayo,) dicho esto comenzare con mi reporte.

La deuda que haciende a un 70% de todo los bienes de la aldea llamada Konohagakure no sato, el derecho de seguir usando el símbolo del remolino en el emblema de la hoja, el 51% del total de los bienes del país del fuego, "esta deuda es propia del país de fuego por lo tanto es ajena a la deuda de la aldea de la hoja,(murmullos y criticas comenzaron a llenar el lugar), le agradecería guarden silencio, cualquier duda o pregunta las resolveré al final, dicho esto seguiré con el informe.

El Encuentro de dos vidasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora