Narra Olive.
-Me estoy muriendo de sueño.-Le dije a las chicas cuando paramos de bailar para coger una bebida.
-Jo,yo quería seguir bailando.-Dijo Lynn haciendo un puchero.
-Tranquila,te puedes quedar,yo me voy a la cabaña.
Las dejé allí bailando y me encaminé hacía la cabaña.
Nada más llegar me metí en la cama y me quedé profundamente dormida.
***
Un grito desgarrador me despertó esa mañana.
Entré al baño donde se encontraba Lynn y al verla supe porque había gritado.
-¡¿Qué demonios has hecho?!.-Grité al verla.
-¡Nada! Solo me he lavado el pelo y,y,y... .-Se miraba en el espejo sin saber que hacer,estaba estupefacta.
Su preciosa melena pelirroja ahora era de un color azul sucio.
-Si querías que se fijaran en ti no hacía falta que te tiñeras el pelo.-Dije abrazándola.
-No he sido yo.-Dijo enfadada.
-Entonces,me puedes explicar como tu pelo ha cambiado de color.-Dije levantando las cejas.
Rápidamente cogió el bote de champú y lo vació en el fregadero del baño.Ese champú no era el que nosotras normalmente usabamos.Era de color azul y era pegajoso.
-Malditos.-Dije aun más cabreada.
Una lagrimilla bajaba por la mejilla de Lynn.
-Eh,no llores,tranquila creo que tengo algo en el armario para desteñir.
Al abrir el cajón,empecé a gritar como una descosida.No podía ser.Gusanos,no,no,por favor.
Eran los bichos más repugnantes que había sobre la faz de la Tierra.
-¡Pero quién se creen que son! ¡Les voy a decir unas cuántas cosas bien dichas!
Salí de la cabaña y me dirigí directa hacía su cabaña.
Narra Beau.
Después de una larga noche de fiesta,Daniel y yo volvimos a la cabaña.
-Has visto como me miraba esa rubia.-Dije abriendo la puerta.
Di un paso más hacia dentro y sin darme cuenta,resbalé y caí al suelo.Lo mismo le pasó a Daniel.
Toqué el suelo y era pegajoso y asqueroso.
-No lo puedo creer.-Dijo Daniel cabreado.
Me levanté del suelo y le seguí mientras él andaba de un lado a otro de la habitación.
-Han sido ellas,seguro.-Dijo mirándome.
-No creo,tío.-Dije mientras me metía en la cama.
Él me ignoró aunque al cabo de un rato se metió en la cama al igual que yo.
No podía dormir,no porque mis pensamientos no me dejaran,sino porque estaba molesto.Algo en la cama estaba mal.Me picaba todo el cuerpo y estaba incómodo como si hubiera algo debajo del colchón.
Me incorporé y vi a Daniel revolviéndose y rascandose sin parar.
-Te dije que ellas ... .-Dijo dándole un puñetazo a la cama.
-Quizá fueron los chicos... ya sabes como son.-Dije interrumpiendole.
-¿Por qué las defiendes tanto?.-Me miró extrañado.