Secretos bajo el lago

Capitulo II parte I (Ni en las mejores familias)

Escucho intermitente el ruido de los pitidos de autos productos del tráfico de esta ciudad. Oh cuanto la odio y maldigo el día que me mude a la ciudad de Nashville. Tomo una taza de café mientras vislumbro la silueta de una de las personas más importantes en toda mi vida. Lauren Johnson, suspira pesadamente mientras desliza el cepillo de peinarse sobre sus delicados y finos cabellos rubios. Planea algo, la conozco, sé que planea algo.

Me pongo de pie y me dirijo a mi habitación en la parte de arriba del departamento que compartimos hace dos años. Odio la decoración, pero no digo nada; lo decoró Lauren. Cada centímetro de este departamento da la sensación de que mis padres; o mis supuestos padres, están aquí. Su estilo elegante, como si de una mansión lujosa se tratase, me hace sentir encerrada en el pasado. Estoy segura que es la intención de Lauren; jamás pensé que aquella dulce niña que llego a convertirse en mi fiel compañera de aventuras en la primaria, mi prima, se convertiría en la persona que es hoy en día. Simplemente una perra.

Me siento frente al aparador de mi habitación; es el único lugar de todo este departamento que decore yo misma. Parece la habitación de una niña de quince años; pero soy feliz no cambiare nada. La puerta se abrió mostrando a mi indiferente y astuta prima. Se detuvo a observarme mientras lisaba suavemente mis cabellos negros con la yema de los dedos. Yo lo siento, ella lo siente. Nos odiamos.

- Voy a viajar – articulo después de unos segundos de silencio incomodo – Iré al suroeste de Nashville – Prosiguió – Exactamente a Starkhooke, por si te interesa – Terminó

No respondí, no me interesaba, hace un mes que no me importaba lo que Starkhooke tenía para mí. Desde la muerte de mis padres pensé que se acabarían mis sufrimientos, pensé que nada podía lastimarme ni un mínimo hasta que me enamoré. Gran error, debería estar prohibido enamorarse.

- ¿Sabes por qué iré a Starkhooke? – pregunto sin ningún cuidado mi excepcional prima, no respondí – Juan ha muerto – soltó después de unos segundos de silencio, no me inmute. Miente, siempre miente.

Sin más salió de la habitación, desearía que así salga de mi vida de una vez por todas, termine de lisar mi cabello y marque su número en mi celular; debía confirmar que Lauren jugaba una vez más con mis emociones. Hubiera preferido que sea un juego.

Tono de llamada... Después nada.

Tono de llamada... Nada del otro lado.

¿Es una broma? Cierto

Tono de llamada...

- ¿Bueno? – escuché del otro lado una voz femenina conocida.

- Mayra, como estas – proseguí a contestar antes que notara mi nerviosismo – ¿Podrías pasarme con Juan? – silencio - ¿Mayra, estas llorando?

- No te puedo decir por teléfono – mi piel se erizo mientras un aire pesado y frio recorría desde mi nuca hasta el final de mi espalda – Ven a Starkhooke – culminó para cerrar inmediatamente el teléfono. Su voz se escuchaba entrecortada y frágil. ¿Qué sucede? Pensé.

-Anlis

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