Ansiedad

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Querido Diario:

¿Adivina quién ha venido a visitarme?
Has acertado, mi querida amiga. La ansiedad. Últimamente sufro constantes ataques de ella en el momento menos esperado. Está demás mencionar que deseo con fuerza que se aleje de mi vida. Sin embargo siento como todo se va acumulando lentamente sobre mí y ella sigue apoderándose de mis pensamientos. Deseo escapar pero siento que con cada paso me hundo más y más profundo.

Ella no tiene piedad, no le importa​ la hora, el lugar, ni la situación. Ella aparece cuando menos la necesito. Siento como me consume lentamente. Como mi estabilidad emocional se va por la borda. La veo caer y no hago nada por recuperarla. Al final, ¿que podría hacer? Absolutamente nada.

Ella permanecerá, ya es parte de mi. Aunque odie admitirlo. Me vuelve una persona temerosa del mundo y de lo que pueda ocurrir más adelante. Aunque algún pequeño rincón de mi dice que podré seguir adelante. La ansiedad y sus ataques repentinos siguen destruyendo todo mi ser de la manera más lenta y dolorosa posible.

-L.H

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