Minutos

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Querido Diario:

Al fin he podido verte de nuevo. No de la manera deseada, pero algo es algo. Estabas tan quieto, tus hermosos ojos cerrados y parecias no saber que ocurría a tu alrededor. Me dolió, me dolió en lo más profundo de mi ser ver aquella escena.

Tomé su mano y estaba totalmente congelada. Te veías débil. Mi interior deseaba ver su sonrisa. Pero no podía exigir nada de la situación actual.

Tuve que salir unos minutos, no deseaba llorar frente a ti aunque posiblemente ni sepas que estoy aquí.

Sin embargo, jamás pensé que me encontraría de nuevo con aquella persona. Juro que casi muero en ese momento.

-L.H

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