¿Cierto?

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Querido Diario:

Alfin estoy mejor, ¿me has extrañado?

Gracias a su ayuda y la de la abuela he logrado recuperarme bastante rápido. Al parecer era un virus fuerte. Aunque por más que le pedí a Sebas que se fuera de mi lado para que no se contagiara, hizo caso omiso.

Oh, acaso... ¿acabo de escribir su apodo? Que descuido... mis mejillas se sienten calientes. Debo estar roja otra vez.

Siempre intento evitar darte nombres, es muy comprometedor... pero esta puedo dejarla pasar, ¿cierto?

Ah, como iba diciendo, ahora es Él quien tiene el virus. Nadie lo manda a andar tan pegado a mientras estaba enferma...

Aunque admito que se sintió lindo... demasiado. Sentirme querida... amada y que alguien se preocupaba por mi hace que una calidez inexplicable se introduzca en mi ser.

En fin, creo que es todo lo que quería contarte, y si, prometo que escribiré más en tí... aunque dudo que puedas quejarte si no lo hago. Pero no importa.

-L.H

Diario De Una Chica Invisible Donde viven las historias. Descúbrelo ahora