Capítulo 4.- Alex Harper

368 22 0
                                    

07 de Mayo de 2011

−Puede besar a la novia −las palabras del juez sacaron a Alex Harper de su ensoñación, volvió a concentrarse en la mujer frente a él y lo que el juez ahora esperaba que hiciera. Happy Quinn lo miraba ¿divertida?, parecía causarle gracia la idea que él la tuviera que besar, en otra situación probablemente lo golpearía solo por intentarlo; pensó en dejar las cosas así y sellar el trato sólo con un apretón de manos, pero era su boda ¿no? al menos se merecían un beso para sellar aquella unión; ante la atenta mirada del juez y de la pareja que hacía de testigos, se acercó a Happy y con sumo cuidado la beso en la frente.

−Los declaro marido y mujer −el juez se despidió rápidamente, era algo descortés, pero tenía una cita dentro de unos minutos y ya iba tarde; si no se hubiera tratado de Alex Harper no hubiera acudido a esa improvisada boda.

−Tengo hambre −dijo Happy, cuando los testigos, dos personas que Alex había encontrado en el hospital y les había pagado para que fueran testigos, se fueron.

−Vamos por unas hamburguesas −dijo Alex, abriendo la puerta de la oficina; ambos caminaron en silencio hasta encontrar un restaurante de comida rápida, era un lugar pequeño y nada ostentoso −Perfecto para nuestro banquete de bodas −dijo Alex mientras ordenaba. Nada había cambiado en ellos y sin embargo ahora todo lo de él era también de ella y viceversa, al menos legalmente, y dentro de un par de horas Lizzy sería oficialmente Elizabeth Harper Quinn, esa era la razón por la que ambos se habían atado legalmente −para toda la vida− pensó Happy. De cualquier modo ella no tenía planes de matrimonio en el futuro, y dudaba conocer a alguien que la hiciera querer caminar al altar −o a un juez mediocre en las Vegas− para atar sus vidas; esta era una situación especial, algo práctico, mediante lo cual Alex seria padre legal de Lizzy y la niña tendría derecho a todos los beneficios legales y del seguro social de él. Durante su embarazo Happy había descartado totalmente la idea de la adopción, no estaba segura de poder hacerlo bien como madre, pero definitivamente estaba segura de que podía hacerlo mejor que los servicios sociales, además ¿Que tan malo podía ser?; así que cuando pensó en Alex y Carl como padres adoptivos para la pequeña, encontró la forma de hacerlo de forma legal y resguardando los derechos y obligaciones de ambos, al seguir siendo la madre legal de Lizzy tenía todo el derecho de intervenir en caso de que Alex y su pareja lastimaran de alguna forma a su hija, no renunciaba a sus derechos como madre y no cedía la custodia por completo y eso, de alguna manera, la tranquilizaba.

−Bueno querida esposa −dijo Alex ya harto del silencio, hablar no sólo era una distracción, era necesario, aún quedaban detalles por afinar. −Tenemos que hablar −ella ya estaba comiendo su hamburguesa y sólo le lanzó una mirada en señal de que le estaba escuchando −el primer punto es ... −tomó aire antes de continuar −el padre biológico de Lizzy −Happy lo cuestionó con la mirada −¿Sabe de Lizzy?

−Es una larga historia −dijo Happy lentamente.

−Happy, necesito saber a qué atenerme, debo saber si hay posibilidad de que aparezca un hombre reclamando la paternidad de Lizzy, Carl y yo debemos estar preparados para eso −explicó, conocía a Happy hace casi diez años y sabía que el genio podía entender ecuaciones complejas, memorizar libros, y convertir una chatarra en el auto más veloz de la ciudad, pero a la hora de comprender las interacciones sociales y emociones derivadas de estas era bastante torpe y era necesario explicarle las cosas lo más literalmente posible −además necesito saber si tenía algún tipo de alergia o enfermedad hereditaria, o algo que pudiera afectar a Lizzy a futuro.

−No te preocupes por eso −intentó mantener la mirada de Alex, pero fue inevitable desviarla −te conseguiré un informe médico de él y su familia.

RobotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora