Prólogo

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Ella corría con todas sus fuerzas, tal vez ya sin aire, no podía mirar atrás, solo buscaba su libertad, alguien nuevamente había dado la orden de que le encerraran. Su cabello negro, se movía al unisonó con el viento. Las gotas de sudor inundaban su frente, al punto de evitar su visualización.

-Correrás hasta el final de calle, allí doblaras a la derecha, encontraras una nota con la dirección, iras allí y la conocerás, no harás más que mirarla y analizarla, tratar de encontrarle sus puntos débiles. Es lo que harás, si quieres que te ayude a estar afuera. – Decía la nota llevaba en sus delgadas manos aquella chica que estaba en la búsqueda de su libertad.

Final de calle, doblando a la derecha, podía verse a lo lejos en una esquina un maletín, con todo lo que necesitaba, ropa, mascara, y la dirección.
Aquella tarde, el sol tenia uno de sus mejores días, cada árbol, cada sonido del aire hacían un conjunto perfecto, nada era de mayor aprecio que poder ya caminar tranquila, dentro de una ciudad nueva para ella, pero que quizás sería su nuevo hogar.
Como pudo aquella pelinegra entro a un pequeño local de comida rápida y cambio su ropa. Cada conjunto que había escogido su hermana, le acentuaba a la perfección.
Todo parecía fácil para ella. Seria sencillo enamorar alguien, que no conoce el amor.

-Ya te vi, estoy vigilándote, será mejor que cumplas todo o será muy fácil decir donde estas. – Decía un mensaje al móvil, que le habían dejado en aquel maletín.

Ella cumplió cada palabra que prometió, se dirigió al lugar acordado, era una fiesta de cumpleaños, ella reconocería a su víctima porque esta tendría una máscara negra con detalles dorado, y nadie más podría tener una igual.

Ya estando allí en el lugar indicado ella no la veía, había muchas personas alrededor, nadie como le habían descrito, su desespero aumentaba quería actuar de inmediato, quería presentársele a quien sería su principal víctima.

Afuera la luna estaba acompañada de un sin número de estrellas, cada tenía un encanto especial. -Tanto tiempo que no te veía luna hermosa, sigues siendo igual de guapa. Y qué decir de esas compañeras. – Hablaba con humor sin separar su mirada del cielo.

-Ve adentro, vamos, esto lo hicimos por ti, no puedes decir que no te gusta. – Decía una muy entusiasmada chica peleando con su amiga.

En ese momento ella sintió un fuerte golpe en su interior, por primera vez pudo mirar a alguien a los ojos, sin sentir miedo. Esa otra chica era hermosa ante sus ojos.

Ella le miró cada centímetro de su rostro, analizo cada facción de su cara, la sonrisa que iluminaba a esa chica la iluminaba también a ella.
El mundo se detuvo, cuando ella sonrió, cada fortaleza de su mente, cuerpo y corazón se perdieron, ella estaba encarrilada a sentir lo que nunca antes, por alguien como esa otra chica.
Tan diferentes, pero tan compenetradas, podrían acabar el mundo, si estuviesen juntas.

Se preguntó, ¿Cómo podré hacerle daño, a alguien como ella? Y sintió gran tristeza, porque le encantaría que ella fuese el amor de su vida.
Desde entonces, ha estado en cada lugar, donde ella ha estado, para cuidarla, y protegerla, sin que esa otra chica sepa, ella ha sido su mayor protección y su mayor amante.

-Sé que, no podre contra ti. Prefiero ser un punto en el espacio a no tenerte junto a mí.
Era muy fácil decirlo, pero muy difícil llevarlo a cabo, su sangre siempre le llamo, y por momentos, pensó más en ella que en esa otra chica.

I want you for meDonde viven las historias. Descúbrelo ahora