Capítulo 12

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Los labios de Mina era de un color perfecto, un toque rojizo los dibujaban y el mismo combinaba muy bien con su fino color de piel, le acaricie su desarreglado cabello como hace un tiempo me había dicho que le gustaba, veía su tan definida nariz y sonreía para mis adentros, se veía tan indefensa así dormida en mis piernas. Se había quedado dormida mientras me contaba todo lo que vivió mientras era algo parecido a una fugitiva.

Mientras comenzaba abrir sus ojos dijo algo que no comprendí.

¿Qué dices? –Le pregunte.

-Que podría dormir en tus piernas por una eternidad. Ya no puedo escapar.

¿Escapar? -Pregunte.

-Sí, escapar de ti... ya no podría escapar de ti. Nunca había querido así Nayeon, con esta locura y con esta desesperación, arriesgándome más y arriesgando más mis sentimientos. -Se acomodaba en su camaacomodando su camiseta y ese cabello negro que yo encontraba tan hermoso. 

Sus ojos se encontraron con los mismos y me regalo un guiño, no pude evitar dejar escapar una tonta sonrisa, se acerco a mi rostro, muy cerca diría yo. -Tu sonrisa me enamora. -Soltó y yo sentí mi cara sonrojar. -¿Te quedaras? –Me preguntaba mientras se colocaba de pie y caminaba hacia donde colocaba su ropa. Mientras lo hacía iba quitándose su camiseta, parecía iba a cambiarse ante mis ojos. 

Yo quería parecer lo más tranquila que pudiera, pero en realidad estaba muy avergonzada por verla. Mina dejaba a la luz su muy trabajado abdomen. ¡Ay por favor, que sexy! -Pensé mirándole excesivamente su blanca piel. En cuestión de segundos estaba de frente a mí, luciendo muy osada y segura de sí misma, como cuando nos conocimos.

Yo evite seguir mirándole, estaba tratando de evitar hacer algún gesto fuera de lo común por culpa de mi vergüenza.

-¿No vas a responder?  Necesito saber si también, tengo que quitarme el pantalón. -Dijo en un tono burlón.

No pude evitar sentirme nerviosa, no veía razón para eso que ella quería hacer, bueno razón no había pero ganas sí. - Reí un poco por dentro, pero entonces seguro hice algún gesto fuera de lo normal porque Mina comenzó a reírse de tal forma que me sentí sonrojar.

¿Porque te ríes? -Le pregunte. Mientras me levantaba de la cama de Mina, me levante enojada, apenada  y me dirigí hacia una gran ventana que allí había. Sentí venir a Mina, que con absoluta alevosía se desabrochaba los botones de su tan atinado pantalón jeans roto.

-Recuerdas la noche de la cascada, que nunca te quitaste esa chaqueta y te amenace con quitarme los pantalones pues ahora voy a cumplir mi palabra. – Me dijo al odio mientras me abrazaba por detrás haciendo presión contra mi.

Puedo sentir algo por aquí. – Una voz burlaba salía de ella, mientras colocaba unas de sus manos en mi pecho. -¿Alguien está nerviosa y sus latidos la delatan? -Insinuó una pregunta.

Yo no pronunciaba sílaba alguna estaba totalmente muerta de la vergüenza, unas corrientes de fuertes energías recorrían todo mi cuerpo por tenerla de esta manera junto a mí, por más que quería tener mi mente en blanco, no podía evitar pensar tantas cosas, unas más fuertes que otras y Mina simplemente se daba cuenta de ello, porque de una manera muy intencionada respiraba muy cerca de mi cuello y mi lóbulo derecho, ella simplemente sabía muy bien lo que hacía y simplemente lo hacía muy bien.

Entonces quise demostrar valentía.

Aquí nadie está nervioso. – Dije con mucha seguridad o eso intente porque en realidad no sabía lo que estaba diciendo.

I want you for meDonde viven las historias. Descúbrelo ahora