rockabye »ziam

5.

Peine mi cabello hacia atrás y sonreí satisfecho— No te ves tan mal, Payne— me alague, divertido, y me aleje del espejo.

A pesar de la mala autoestima que he ido construyendo al paso de los años no está tan mal sentirme un poco bien conmigo de vez en cuando.

Lo bueno de vivir en una casa donde le vales mierda a tus padres es que no tienes que siquiera pedir permiso para salir.

Me mordí el labio nervioso y ví la hora en mi celular.

4:30 pm.

Le dije a Zayn que estaría ahí a un cuarto para las cinco, ¿debería esperar para que él piense que soy interesante por llegar tarde o que piense que soy un idiota sin vida social por llegar antes?

Tal vez debería elegir la primera, pero deseo tanto ver su linda sonrisa, y hace tanto no lo veo fuera del colegio, con esa ropa que se pone y lo hace ver tan sexy...

—Pareces un estúpido adolescente enamorado— señale al espejo, desafiandome y fulminando a mi reflejo con la mirada.

Me sonroje y me aleje, consciente de lo idiota que luzco.

Salí de mi cuarto y comencé a caminar a la salida, sin siquiera molestarme en fijarme si alguno de mis familiares está vivo, digo, voy a ver a Zayn, ¿por qué deberían resultarme importante ellos?

Abrí la puerta de mi casa justo cuando el timbre sonó.

Ví a la chica pelirroja parada al frente de mi persona y solté una risa— Estamos conectados mentalmente— bromeé.

Al parecer no le hizo gracia porque mantuvo su expresión seria.

Baje la mirada y observé a un bebé pelirrojo, acostado en el coche, mirándome con los ojos verdes muy abiertos.

—Owww, ¡pero qué cosita tan linda!— chille— ¿Lo puedo cargar?— pedí, con los ojos iluminados.

La chica asintió y se mordió el labio, luciendo nerviosa.

Ignore eso y agarre al bebé entre mis brazos, feliz.

—Es tan lindo— hice puchero—. Lo podría adoptar.

—Bien, no tienes que hacerlo. Es tu hijo.

Solté una risa— Ajá— bufe—. Mira, no tengo dinero para lo que sea que estés vendiendo, si quieres llamo a mis papás a ver si son buenas personas contigo.

—No, Liam, es tu hijo, ¿no me recuerdas?

La observé unos cuantos segundos y cuando me di cuenta abrí los labios, soltando un jadeo. Joder, es la chica con la que perdí mi virginidad.

Tragué saliva— No es divertido— murmuré.

—Mis padres me dijeron que lo podría tener tres meses máximo, de alguna manera- yo pude- recordaba la dirección de tu casa— me dio un bolso—. Hay dinero y... Cosas de bebés— tomó aire, mirando a todos lados con nerviosismo—. Solo no dejes que le pase nada malo, cuídalo— pidió.

Frunci el ceño— ¿Qué mierda es ésta?, ¿qué te hace creer que lo voy a cuidar solo porque me dices que es mi hijo?

—Liam, ve el acta de nacimiento, ahí está todo ¿Al menos recuerdas hace cuánto follamos?

—Doce meses, o algo así— asentí.

—Ve el acta de nacimiento, calcula. Créeme, por favor. No pienso dejarlo en la calle— rogó.

—Pero-

—No dejes que le pase nada malo— pidió seriamente, antes de largarse corriendo.

La mire marcharse y cerré los ojos, ¿cómo es que en menos de cinco minutos mi vida se fue a la mierda?