rockabye »ziam

14.

Liam.

—Li, ¿puedes abrir la puerta?— gritó Zayn desde el piso de arriba luego de que el timbre sonara.

Bufe y me levanté, llevando a Andrew conmigo.

Últimamente sentía un dolor frecuente en mi pecho, sobretodo​cuando recuerdo a Drew y a lo que me hizo.

A veces comienzo a llorar repentinamente y sin ninguna razón aparente.

Me siento sucio y sin valor ahora que sé que cualquiera puede abusar tan fácilmente de mí.

Pero cada vez que me siento así simplemente recurro a Zayn con un abrazo y todo está mejor.

Abrí la puerta y ví al rubio irlandés de mi antiguo colegio con un chico guapo a su lado

Hice un movimiento de cabeza, saludando, y entonces el rubio, después de unos segundos mirándome atontado, comenzó a gritar e intentó darse la vuelta y correr, pero lo agarre de la cintura con un brazo y lo obligue a entrar a la casa.

Su compañero entró junto a él y cerró la puerta.

—¿Debo defenderte?— le preguntó a el irlandés.

Éste lo miró serio.

El castaño vino a mi y comenzó a golpearme el brazo con el que sostenía al ojiazul.

—¡Tengo a un bebé!— grite.

Dejó de golpearme y me observó.

—¡¿Tienes un bebé?!— chilló el rubio, sin dejar de moverse para intentar zafarse de mi agarre.

—Mmm... Holi— saludó Zayn desde las escaleras, sin darnos previo aviso de que se encontraba ahí.

Los tres lo volteamos a ver mientras bajaba las escaleras.

Si al menos Zayn hubiera recordado que en el colegio creen que estoy desaparecido habría sido mucho más calmada la situación.

—¿Es este el chico que nos va a ayudar? Tiene como diez años— habló el amigo del rubio.

Frunci el ceño, mirándolo— Si necesitas la ayuda de un niño que tiene diez años entonces tal vez estás peor tú que él— escupi las palabras, mirándolo de arriba a abajo.

La verdad es que no está nada mal.

Volteó a mirarme alzando las cejas.

Puse a Andrew en los brazos de Zayn y me puse en posición para golpear al chico con acento canadiense.

—¡Hey, hey, hey! Shawn vino aquí para arreglar sus problemas con Niall, no para tener problemas contigo— me detuvo Zayn, colocando una mano sobre mi pecho.

Me miró en forma de advertencia. Suspire, rodé los ojos y me rendí.

—¿Viene a solucionar sus problemas?

Asintió repetidamente, sonriendo—Voy a ayudarlos— explicó tranquilamente, sentándose.

—Oh— sonreí—, esto estará bueno.