17.

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—¿Dónde está Andrew?— le pregunté a Zayn, buscando debajo de las sábanas que nos sirvieron para no morir congelados ayer.

—Aquí— hizo un gesto con la cabeza, señalando sus brazos.

Frunci el ceño— Pensé que era una pila de ropa sucia.

Me acerque a Zayn y le sonreí a Andrew, quien estaba cubierto por varias ropas — así como algunas sábanas.

-No puedo dejar que tenga frío, por esa razón le pongo tanta ropa— explicó Zayn sonriente, meciendo a mi hijo en sus brazos con cuidado, con miedo a que se despierte.

-¿Qué tal si dejas a tu mamá a cargo de Andrew y paseamos por ahí? Escuche que el centro comercial de la esquina es genial- propuse alzando las cejas repetidamente.

La verdad es que no he escuchado nada sobre el centro comercial, en principio porque no tengo ningún conocido en York, pero tenía ganas de librarme un poco de todo, salir de la mano con Zayn sin tener otras cosas en mente que nosotros mismos.

Dejar que su presencia me relaje completamente y me saque varias sonrisas sin razón aparente.

-¿Por qué? Podemos ir con él. No comiences con ese odio repentino hacia tu hijo. No hace mucho más que dormir— se quejó haciendo puchero.

-Pero, Zayn, es veinticinco de diciembre. Para algunas parejas la Navidad es algo romántico- me quejé como un niño pequeño, cruzándome de brazos.

-Ayer en el carro te pedí que no estuvieras tan amargado ya que era veinticuatro y me dijiste que te cagas en la Navidad, en mí y en todo lo que amo- alzó las cejas.

Mis mejillas se sonrojaron un poco, pero el color carmesí no duró mucho antes de que me defendiera.

—Eso fue ayer, hoy ya puedo sentir el espíritu navideño en mí.

Rodó los ojos- Está bien. Voy a dejar a Andrew con mi madre- se puso de puntillas, logrando estar a mi altura-, solo porque te quiero- me besó la mejilla, logrando que sonriera como el tonto enamorado que soy.

∆∆∆

-¿Por qué odias tanto la Navidad?- me interrogó de la nada, mirándome fijamente, sin dejar de caminar a mi ritmo.

Saque mi mano de mi bolsillo y se la di a Zayn, el cual la recibió en la suya y la apretó fuertemente.

Sonreí en el momento en que su mano se mostró cálida sobre la mía, no era suficiente para librar todo mi cuerpo de aquel frío que envolvía a cada persona en esa calle, pero sí servía de mucha ayuda.

—Nunca he dicho que la odio— me defendi.

—No, pero lo demuestras. No te emociona ver a Santa o decorar la casa— comenzó a saltar pero suavemente, sin darse permiso a sí mismo para soltar mi mano—, más bien parece disgustarte todo lo que tiene que ver con- ya sabes, el espíritu navideño.

Suspire- Solo- lo que pasa es que... Mi familia nunca celebró navidad. Íbamos a un estudio, nos tomábamos un par de fotos navideñas y ya. No teníamos un árbol de Navidad ni decoraciones, mis hermanas y yo nunca supimos acerca de Santa Claus. No... Teníamos esos lujos- me encogí de hombros.

Miraba a las tiendas sin prestarles atención realmente, quería intentar despejar mi mente de esos recuerdos, quería que Zayn me dejara de hablar de ello. No eran malos recuerdos, realmente, pero tampoco eran lindos. Me gustaría haber pasado mis navidades como un niño normal.

-Una Navidad no es un lujo, ni siquiera necesitas tener dinero para tener una- me avisó, claramente confundido.

-Lo es para aquellas familias que carecen de amor- murmuré.

rockabye »ziamDonde viven las historias. Descúbrelo ahora