Alexandra

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No podría decir con exactitud los días que pasaron desde que abandoné la casa, quizás dos semanas, pero menudas dos semanas, ha sido toda tan intenso. Los primeros días estuve en Barcelona, asimilando todo cuanto había pasado en la vida de mis seres queridos, adaptándome a una realidad totalmente opuesta a la que dejé meses atrás. Y es que en definitiva, la vida no paró mientras yo estaba en aquella burbuja, todo siguió corriendo y ahora me tenía que adaptar a las nuevas situaciones.

Pasaron unos días hasta que mi ex vino a visitarme, cuando entré en la casa ya no estábamos juntos, pero por supuesto lo seguía amando como a cada uno de mis nenes, sin embargo al ser todo tan reciente parecía que nuestra historia estaba abierta. Un cúmulo de situaciones y entre ellas la ausencia de cariño, provocó que en la casa recordara más de lo normal a Andrés, no sabía si me iba a estar esperando, pero una parte de mi lo deseaba. Al fin llegó el día de la final, y para mi sorpresa él no fue a recibirme, joder pensaba que estaría, pero ni tan siquiera estaba en España. Días antes Elettra me había dicho que en el exterior había leído algo que me escribiera y que había ido esa gala al plató, como siempre se armó una película que no era. Pasamos un día juntos en Barcelona, no recuerdo exactamente cual, pero era algo que ambos necesitábamos, salimos de fiesta, nos acostamos y cerramos una historia, decidimos ser amigos, al menos por ahora, quien sabe que nos depararía el futuro, lo único que estaba claro era que ahora no nos hacíamos bien a ese nivel.

Siguieron pasando los días y cada vez pasaba más tiempo en twitter, tenía unos fans bastante locos del coño e ingeniosos, me sentía conectada a ellos y a la vez indirectamente a Elettra. Me preguntaban constantemente si habíamos hablado, si me había acostado con mi ex, si iba a ir a la fiesta, y yo no sabía ni tan siquiera que iba a comer hoy. El caso es que no, no pude ir a la fiesta, y aunque una parte de mi hubiera querido asistir, casi que fue mejor alejarme de ese ambiente, y no, no había hablado con Elettra y por el momento no lo iba a hacer, no tenía sentido hablar cuando claramente ella no estaba interesada, o al menos eso deducía de sus entrevistas.

Pronto llegó el jueves, el gran día, la entrevista en radiotubers, fue una locura, mis fans me despidieron y recibieron en el aeropuerto, dándome el cariño que me faltó en algunos momentos en los que creía estar sola y resulta que estaba más acompañada que nunca. La entrevista trascurrió correctamente, lo más emocionante fue volver a ver a Uri y sentir la radio, intenté ser lo más clara posible y responder a todas las preguntas formuladas durante días por mis fans. En un abrir y cerrar de ojos finalizó el fin de semana y me encontré otra vez en Barcelona.

Todos estos días he reflexionado mucho sobre Elettra, la quiero mucho, pero... ahora mi abuelita me llama para comer, quizás sea lo mejor, ya es tarde.

Blumettra y otras mil maneras de matarse lentamenteWhere stories live. Discover now