El reencuentro

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No sabría decir con exactitud el tiempo que estuve mirándola, estaba realmente guapa, vestía una blusa blanca que dejaba al descubierto sus hombros, el único abrigo que tenía era su melena que caía elegantemente. No se puede decir que intentara buscar su mirada, es más correcto señalar que me quedé atontada contemplándola. Sin embargo ella, haciendo gala de épocas pasadas, ladeó su mirada haciéndose la indiferente.

_Alex, te has quedado pillada, ¿qué miras?_ Me preguntaba Uri haciéndome volver a la vida

_ ¿Te acuerdas de Gran Hermano, de Elettra? Está en una mesa de afuera con su familia

_Oh, ¿quieres que nos acerquemos a saludar?

_Mejor luego al acabar de cenar, que ya estamos terminando_ en realidad buscaba posponer el encuentro unos minutos con el fin de buscar las palabras adecuadas

En el resto de la cena ejercí de oyente mientras Uri intentaba mantenerme la cabeza ocupada. No podía evitar mirar aquella mesa cada segundo, vigilando que Elettra no se fuera sin saludarla, en ocasiones la pillaba mirándome de reojo, pero en ningún momento nos cruzamos, podría decirse que bailábamos un tango con nuestras miradas.

El camarero nos trajo la cuenta, Uri se empeñó en invitar sin ni siquiera dejarme buscar la cartera, acercó su mano a mi cara y me retiró con ternura las manos de la boca, llevaba años sin comerme las uñas.

_Bueno voy al baño, ve yendo tu a saludarles si quieres, no te pongas nerviosa Alex, es simplemente un encuentro entre viejas amigas

Solté una carcajada interna, vieja amiga dice, no sé si en algún momento fuimos amigas, me inclinaría a pensar que no, pero desde luego de simple no tenía nada, y menos sabiendo que iba a conocer a todo el clan Lamborghini, sabía que en el pasado me habían dedicado gestos amables, pero no sabía realmente lo que pensaban de mí.

Anduve hacia la mesa mientras ellos comían, durante el camino iba ensayando para mis adentros las dos frases que tenía pensadas, sabía perfectamente que Elettra había visto como me aproximaba, susurró algo a su familia, en apenas segundos llegué al destino. Todas las caras se giraron hacia mí, sonriéndome con gestos de cariño.

_Buenas noches, que aproveche_ dije mirando a la familia de Elettra, pero nada más decirlo me di cuenta de que no me iban a entender nada, todo el ensayo había sido en vano_ Elettra, cuanto tiempo, estás muy guapa.

Elettra colocó la servilleta que tenía en su regazo sobre el mantel y se levantó, dio dos pasos hasta encontrarse frente a frente conmigo, por primera vez nos miramos al mismo tiempo, sentía que no podría apartar mi mirada de la suya, sus ojos brillaban especialmente, no sé cuánto tiempo estuvimos como estatuas sin mediar palabra, ella debió darse cuenta y rompió el momento dándome dos besos y colocando sus manos sobre mis hombros, podía notar como ardían mis mejillas.

_Daniela, este es el último sitio donde me esperaría encontrarte_ Me dijo sonriendo _ te presento a mi familia.

Fui dando dos besos a cada uno, cuando me acerqué a su madre recibí una caricia en la espalda, se veía que era mujer muy amorosa. Al finalizar la presentación me coloqué de nuevo en frente de Elettra, no sabía muy bien que decir pero en ese momento llegó Uri del baño, y me colocó la mano sobre el hombro intentando tranquilizarme en vano, como me conocía.

_Buonna notte_ Saludó con la cabeza a toda la familia, desde luego Uri estuvo más acertado que yo_ Al fin te conozco, en su día escuché hablar mucho de ti, soy Uri_ se acercó a Elettra y le dio dos besos

_Uri, me suena_ Dijo Elettra haciéndose la despistada, no sabría decir si en el fondo estaba algo molesta_ ¿el novio de Daniela?

No pude evitar reírme, esta mujer era única

_No tía ya sabes quién es Uri, te hable de él un montón en la casa, es mi amigo.

_ Ahh si claro_ me sonó poco convencida_ ¿Entonces qué hacéis aquí, cuanto tiempo vais a estar?

_Estamos de vacaciones, estaremos una semana por aquí_ Pensé en preguntarle que hacía ella en Nápoles si vivía en Bologna, pero me perdí en su mirada una vez más, ella parecía nerviosa, y sobretodo incómoda. Su familia miraba atentamente la estampa sin dejar ni un segundo de sonreír, entonces pensé que quizás estaba molestando e interrumpiendo su calma, era hora de marcharme_ Bueno Elettra no sabes lo feliz que me hace volver a verte, nosotros nos vamos ya, espero que te vaya muy bien todo.

Me acerqué de nuevo a ella y le di un abrazo, olía tan bien, me recordó a la despedida que tuvimos en la casa, a ese último abrazo. Podría haberme quedado abrazada a ella de por vida, me costó un mundo separarme. Sin embargo cuando salí de sus brazos y la miré a la cara ella parecía no sé, estaba rara, tampoco yo estaba siendo miss simpatía, pero Elettra parecía especialmente incómoda.

Me giré hacia su familia y sonriendo les dije que había sido un placer, y que eran una familia encantadora, parecían no entender nada, menos mal que Elettra les tradujo por mí. Uri se despidió con un levé levantamiento de cabeza, una sonrisa de oreja a oreja y un ciao.

Ambos nos dimos la vuelta y comenzamos a andar, cada paso que daba me costaba un mundo, entonces me di cuenta de que no había ido al baño a saber cuántas horas íbamos a estar deambulando por Nápoles.

_Urito tengo que ir al baño con urgencia

_Vale te espero fuera, dame la chaqueta yo te lo aguanto, y no te preocupes, lo hiciste fenomenal.

Bajé las escaleras que daban a los baños y entré en el de mujeres aún en estado de shock. Me miré al espejo y me pregunté porque era tan tonta, claramente estuve ahí más tiempo del que debería, Elettra estaba incómoda y yo me quedé mirándola atontada.

Justo en ese momento se abrió la puerta del baño y tras ella Elettra, mi corazón literalmente se paró.

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Blumettra y otras mil maneras de matarse lentamenteWhere stories live. Discover now