DOCE

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El sábado desperté temprano y de un muy buen humor para variar. Mi madre estaba encantada cuando bajé a desayunar. Saludé a todos con un beso en la mejilla y terminé en tiempo récord mi comida.

–– ¿A qué se debe este buen humor?---preguntó Niall, sonriendo.

––Iré con Aaliyah y Shawn. Construiremos un invernadero en su jardín. —Comenté.

Incluso papá se mostraba contento. Estaba segura de que se sentía bien de verme sonreír. Me agradaba saber que mi alegría era contagiosa.

Llegué a casa de los Mendes a eso de las diez y media. Tampoco es que quisiera hacerlos madrugar. Shawn me abrió la puerta.

––Buenos días. —me invitó a pasar y dijo que solo le faltaba terminar de peinar a Aaliyah. Karen había ido a atender un asunto de la inmobiliaria y Manny estaba en el trabajo.

Aaliyah corrió a saludarme cuando entré en su habitación. Luego se sentó frente a un tocador rosado mientras Shawn intentaba peinarla, tarea que no era sencilla, debido a que la niña no dejaba de moverse. Shawn estaba ligeramente frustrado y rojo de las mejillas y yo no podía evitar soltar ligeras risitas de vez en cuando.

Luego de intentar hacerle varios recogidos, dos colas y luego una individual, finalmente se decidió por una trenza, la cual le quedó bastante decente para ser un chico.

Tuvimos que visitar varios pares de ferreterías antes de encontrar todos los materiales para el invernadero, lo cual nos llevó alrededor de dos horas. Decidimos parar a almorzar y después fuimos por un helado. Una hora más tarde, regresamos a la casa, donde Karen nos esperaba, aun trabajando.

Hacer el invernadero nos tomó cerca de cinco horas, otro viaje a la ferretería por clavos extras, una pausa para comer, una pelea de lodo y después una de agua. Nos lo estábamos pasando de lo lindo. Ni siquiera me di cuenta de la hora, hasta que se me ocurrió mirar al cielo y vi que el sol estaba a minutos de ocultarse. Me despedí de los chicos y me fui a casa.

El lunes al finalizar las clases, Shawn estaba esperándome junto a mi casillero vestido con shorts y una camiseta holgada sin mangas.

–– ¿Lista entrenadora?—dijo sonriendo, aunque no parecía que se estuviera burlando.

–– ¿Tengo otra opción?—cuestioné en el mismo tono. El rio y nos encaminamos al gimnasio.

A pesar de no haberlo deseado al principio, me estaba tomando muy enserio mi nuevo puesto de entrenadora sustituta; pasé el domingo haciendo un perfil físico de todos los jugadores y planeé un programa de entrenamiento en base a estadísticas y comparaciones con datos bajados de internet.

La verdad no tenía idea de si había exagerado un poco con la rutina. Dar diez vueltas al gimnasio todos los días antes de empezar, cincuenta abdominales, sesenta lagartijas, otras diez vueltas con el balón, cincuenta tiros al aro, pases en pareja con los balones de cinco kilos, otros cincuenta abdominales, otras sesenta lagartijas y un juego completo al final. Creía que los chicos estaban lo suficientemente en forma para poder completarlo. Si no, entonces mi entrenamiento iba a otorgarles resistencia plus musculatura.

No pude evitar pensar que Shawn iba a ponerse bastante bueno. Mantuve los labios bien apretados para evitar morderlos mientras veía al castaño quitarse la camiseta y echarse agua en la cara. Aun desde mi posición podría ver cada gota de líquido resbalar por su piel clara.

Alto ahí. Me abofeteé mentalmente cuando mi mirada comenzó a seguir las gotas de agua desde sus labios, bajar por su mandíbula, su cuello, entre sus pectorales, moverse entre los abdominales y finalmente perderse en el borde de sus shorts.

Tuve que aclararme la garganta para que no se notara más aguda de lo normal. ––...Está bien chicos. Buena práctica, es todo por hoy.

El equipo corrió hacia las duchas y yo me quedé sentada en las gradas esperando por Shawn, quien había pasado por mí en la mañana y había prometido llevarme de vuelta después del entrenamiento.

Nos encaminamos a su auto, un Jeep Wrangler de color negro y mientras lo hacíamos él desprendía un delicioso olor a vainilla que me obligó a recabar todo mi autocontrol para no pegarle la nariz al cuello.

En serio, Aubrey. Necesitar parar. ¿Qué diablos te pasa? Me regañé mentalmente. Aquel día en particular había pasado demasiado tiempo pensando en los atributos que el canadiense poseía. Tanto que inconsciente mente había garabateado "SM" en el borde de mi cuaderno durante clases.

––Buena práctica. —comentó mientras salía del estacionamiento.

–– ¿De verdad estuvo bien? ¿No crees que me pasé un poco?—pregunté nerviosa.

Recorrimos el camino a casa hablando sobre los posibles ejercicios que podríamos integrar y nos pusimos de acuerdo sobre el partido del viernes.

–-Si sabes tanto acerca de entrenamientos y estás tan al corriente con el horario de los partidos, ¿por qué no te quedaste tu como entrenador?—cuestioné.

El detuvo el coche frente a la puerta de mi casa y su rostro se llenó de manchas rosadas.

––Apuesto a que serías mucho mejor entrenador que yo.

Rascó su nuca. —La verdad es que quería que tú fueras la entrenadora. —admitió.

Esta vez la que se llenó de manchas fui yo.

Sentí cómo el corazón se me detuvo por un instante y después reanudó su marcha a un ritmo frenético.

––...Ya sabes. Necesitamos conocernos más. Uh...por los trabajos de nuestros padres, la amistad de nuestras madres y eso...

El corazón se me detuvo de nuevo y la sangre abandonó mi rostro.

––Si claro. —asentí, bajando del auto.

El castaño respiró pesadamente. —Nos vemos mañana. —se despidió.

––-Hasta mañana Shawn. —dije intentando ocultar mi repentino cambio de humor. En los últimos segundos la temperatura de mi cuerpo había disminuido considerablemente.

Cuando entré a la casa pasé directamente a la cocina y me serví un vaso con limonada. Mientras bebía, mi teléfono vibró sobre la mesa. Era un mensaje de Shawn.

Solo para que lo sepas. Aunque nuestros padres no fueran amigos, yo habría intentado pasar tiempo contigo.

Y escupí todo.





FELIZ NAVIDAD CHICOS!!! La verdad es que este año no hay nada en el mundo de lo que me sienta más agradecida que de poder haber terminado exitosamente este libro <3 Espero que puedan disculparme por no haber publicado en tantísimo tiempo, espero que no me hayan borrado de sus listas de lectura:c 

Mi regalo para ustedes esta noche será que LES PUBLICARÉ LOS CAPITULOS DE VICTIMA DESDE EL 12 HASTA EL 20!!!

Espero que esta Navidad esté cargada de bendiciones para todos ustedes y que el próximo año todas sus metas se cumplan <3 Esoy muy agradecida por ustedes y el apoyo que nos han dado a esta historia y a mi, son los mejores de todo el mundo. Los amo.

Sigan leyendo, criaturas <3

-Elizabeth

VICTIMA II: El verdadero Shawn (Shawn Mendes)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora