VICTIMA II: El verdadero Shawn (Shawn Mendes)

VEINTICINCO

Mi "tiempo de prueba con Nathan" empezaría el martes en la mañana.

Saludé a todos con un "buenos días" a la hora del desayuno, e intenté entablar una pequeña conversación con Nathan, pidiéndole permiso para ir con él a la escuela después de haberle texteado a Shawn para que no fuera a recogerme ese día. Mi papá me sonrió antes de ir al trabajo.

Shawn no estaba junto a mi casillero cuando llegué a la escuela y sinceramente me alegró no verlo, no sabía cómo le iba a explicar que ahora tenía que pasar tiempo de calidad con quien el consideraba su peor enemigo.

Para mi suerte, Nathan mantuvo su distancia durante el día, lo cual secretamente agradecía. No necesitaba más presión de la que ya cargaba.

Al finalizar la jornada, me quedé con el entrenador mientras los chicos practicaban, dándole el resumen de lo que había pasado durante su ausencia y después de eso, me fui a casa junto a Shawn, quien iba serio. Él normalmente empezaba la plática durante el trayecto, pero ese día no.

––¿Qué fue lo que pasó hoy?—dijo cuando llegamos a casa, donde Nathan ya había llegado.

––¿A qué te refieres?—pregunté. Sabía exactamente de lo que hablaba, pero quería retrasarlo lo más que pudiera.

––No pienses que no me di cuenta de que me has estado evitando.—expresó con seriedad.

––No es nada.—mentí.

––Aubrey. Es exactamente igual de obvio cuando dices la verdad que cuando tratas de ocultarla.—murmuró.

Me sonrojé, aunque no era por el mismo motivo que otras veces.

––¿Qué va mal?—me preguntó.

––Nada, te juro que nada.—me apresuré a decir. El suspiró con frustración.

––No te voy a obligar a que me lo cuentes si no quieres, pero no esperes que te crea.

Me incliné sobre él para darle un pequeño beso en los labios, pero él se giró y terminé aterrizando sobre su mejilla. Me aparté inmediatamente.

Créeme cuando te digo que estoy haciendo esto por nadie más que por nosotros.

––Muy bien.—susurré.—Te veo mañana en la escuela.

Bajé del auto y Shawn arrancó mucho antes de que entrara a la casa. Por algún motivo ahora sentía una especie de vacío. Estaba desconcertada, sabía exactamente lo que acababa de pasar, pero era como si mi cerebro no pudiera procesarlo.

Cerré la puerta y recargué mi frente contra ella cerrando los ojos con el pomo aun en mi mano.

No puedes quebrarte, Bree. Me dije. Una voz y una mano poniéndose sobre mi hombro me sobresaltaron.

––¿Estás bien Aubrey?

Era Nathan.

Me aparté de él, aunque no de manera brusca. Supuse que al estar en casa no había "riesgo" por tenerlo cerca.

––Si, gracias.

––Escucha. No estaré lejos en caso de que necesites algo, ¿está bien?

Lo miré bien a los ojos, confundida por lo que acababa de decir. No se suponía que él fuera así. En especial conmigo. Me miraba con seriedad, no encontré ni un ápice de burla en su rostro, por más que lo analicé. Solo entonces me di cuenta de que sus ojos eran verdes y no cafés, como había creído cuando lo conocí. Bueno, era más bien una mezcla de ambos. También me di cuenta de que en sus mejillas se formaban hoyuelos cuando hablaba.

––Gracias.—dije y volví a bajar la mirada cuando el me descubrió analizando su rostro. Estaba segura de que había empezado a enrojecer de las mejillas.

El canadiense sonrió y partió escaleras arriba. Suspiré.

Va a ser un largo mes.

CHAN CHAN CHAAAAN!!!! ¿Qué creen que pase con Shawn? Bree y Nathan cerca no le va hacer mucha gracia :c

Pero bueno, que a mi tampoco me hizo mucha gracia verlo con Hailey, chau.

Gracias a Dios ya no estan juntos :3

-ELIZABETH