CUARENTA Y DOS

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––Vamos Bree... ¿A qué se debe tanto misterio?—dijo Nathan con la voz teñida de un poco de frustración intentando apartar la venda de sus ojos.

Reí a carcajadas.

––Vamos cumpleañero. Ya falta poco. ––me burlé, ayudándole a entrar al salón.

Mis padres habían decidido organizarle una pequeña fiesta sorpresa y mi misión era tenerlo en la casa todo el día para así darles tiempo de que prepararan todo para en la noche. Obviamente, Nathan se había dado cuenta de que algo andaba fuera de lo normal.

–-¿No se suponía que tú estabas demasiado enferma como para salir?—me retó.

––Supongo que eres un enfermero bastante bueno, porque me siento de maravilla.

Las luces del lugar estaban apagadas, por lo que se me dificultaba ver y tropecé un par de veces. Suerte que Nathan estaba ahí para evitar que me cayera. Reímos.

Pero por supuesto, a mis pies les valía un reverendo pepino si ya había sobrepasado mi límite de tropiezos diarios, así que me las arreglé para tropezar de una manera tan escandalosa que tuve que soltar al castaño para usar mis manos para frenar mi caída un poco.

Claro que Nathan era mucho más rápido que yo, más ágil y su coordinación y reflejos eran mucho mejor que los míos, aun a oscuras, por lo que sus manos se enrollaron fácilmente a mi cintura y me acercaron rápidamente a su cuerpo, evitando que cayera.

Un pequeño rayo de luz que se filtraba de ve tú a saber dónde, iluminó directamente sus llenos labios, que sonreían dando lugar a una fila de dientes perfectamente blancos y alineados y, por Dios, no pude resistirme.

Yo no era ese tipo de chicas que van por la vida simplemente siendo esclavas de sus impulsos, pero por esa ocasión decidí que no tenía nada de malo dejarme llevar. Tomé su mandíbula suavemente y me acerqué a él lentamente. Su respiración se entremezcló con la mía y no pude evitar sentir una pequeña punzada de decepción cuando ésta no olía a vainilla, como esperaba. Ignoré el pensamiento y uní nuestros labios.

Su agarre en mi cintura se hizo más fuerte, al igual que la presión de su cuerpo en el mío. Besar a Nathan era muy diferente, a la vez que cautivador. Sus labios eran bastante confiados, sabían exactamente cómo moverse sobre los míos. Enterré las manos en su cabello y él mordió mi labio inferior de manera fuerte, pero no lo suficiente como para hacerme daño.

Sentí que la respiración comenzó a faltarme e intenté apartarme, pero Nathan no se sentía de la misma manera. Antes de que la situación se volviera demasiado incómoda, alguien encendió las luces y todo mundo saltó y gritó: "¡Sorpresa!", lo cual lo distrajo de lo que estaba pasando.

Ambos reímos incómodos, y mi cara se volvió roja, como era de esperarse.

La fiesta continuó con nuestro grupo de amigos bailando y haciendo bromas, nuestros padres y algunos conocidos conversando entre ellos, y el resto de los invitados pasándolo bien, como se supone que una fiesta debe ser. El castaño no apartó su brazo de mí alrededor durante toda la velada.

Para eso de las diez y media, la intensidad de las luces bajó, excepto una que iluminaba la mesa de regalos. Bueno, de regalo, en realidad. Nate frunció el ceño, todos sabíamos que él no quería que le regalasen nada, pero estábamos seguros de que amaría aquel obsequio en particular.

––Vamos, ábrelo.—susurré en su oído.

Bufó, me dirigió una mirada envenenada y se dirigió a la gran caja bajo la mirada de todos nosotros, quienes esperábamos por su reacción.

El castaño deshizo el moño que la caja tenía encima y con eso bastó para que toda la estructura se desarmara.

Estaba segura de que Nate esperaba ver cualquier cosa excepto a una chica de 16 años pálida y de cabello oscuro y ojos grandes que correría a abrazarlo apenas la caja se abriera.

––¡Tracy!—exclamó, abrazando a su hermanita.

Todos vieron la escena conmovidos, yo incluida. Sabía lo mucho que el canadiense amaba a su hermana, por lo cual había convencido a mis padres de traerla para su cumpleaños. Ahora sabía que no me había equivocado.

Pero la sorpresa no terminaba solo ahí. Ahora que se encontraban reunidos, la chica se quedaría con nosotros hasta Navidad.

La situación se tornó un poco bastante incómoda cuando Nate me presentó con ella como "su novia".



En multimedia les dejo a Nate porque creo que nunca se los presenté xd bueno, si, en el trailer, pero de todas formas aqui esta porque puedo y porque está bien bello, basta <3

También les dejo aquí a Tracey porque poh' :v

También les dejo aquí a Tracey porque poh' :v

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Y bueno... ya habiendo presentado formalmente a mis dos personajes :v quiero darles una noticia...

FALTAN DIEZ CAPITULOS PARA QUE VICTIMA SE TERMINE!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!

Criaturas, en serio siento que me va dar un ataque aqui... hace dos/tres años estaba en mi casita escuchando musica y de repente se me vino una idea loca para una historia y BAM! ahora estoy enfrente de una computadora escribiendo que faltan diez caps para que su segunda parte se termine!! Dios... el tiempo se va volando, se los juro que sí...

En fin, espero que disfruten de estos diez ultimos caps (+ epilogo y agradecimientos), y muchas gracias por haber llegado hasta aquí conmigo, de verdad que son las mejores personas de mundo, chau <3


por cierto.... ¿qué piensan de Tracey?

-ELIZABETH

VICTIMA II: El verdadero Shawn (Shawn Mendes)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora