VEINTIDOS

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Desperté temprano a pesar de haber tenido muy pocas horas de sueño. Sentí un peso sobre mi cadera y algo cálido y duro pegado a mi espalda. También sentí una respiración regular y ligera en mi cuello.

Me giré cuidadosamente, cuidándome de no despertarlo. Era del lejos, la mejor cosa que había visto en toda mi vida.

Shawn tenía los labios entreabiertos y sus párpados descansaban suavemente sobre sus ojos. Su rostro reflejaba tranquilidad y su pecho se levantaba un par de milímetros cada vez que respiraba. Estaba enamorada del ser más perfecto que había pisado la tierra.

Me levanté de la cama con cuidado y Shawn tanteó el espacio que había ocupado durante la noche y gruñó ligeramente entre sueños cuando ya no me sintió entre sus brazos. Le di un beso en la sien y me dirigí a mi habitación para cambiarme mientras el resto de la familia despertaba.

La actividad del día era dar una caminata hacia la playa.

Caminamos entre la foresta de color esmeralda y continuamos así durante una buena media hora, mientras nos contábamos anécdotas graciosas y platicábamos entre nosotros. Los Mendes eran una familia con la que nunca te aburrías.

Algunas millas más adelante encontramos algunas marismas. Eran pozas de agua salada poco profundas que jamás se secaban del todo. Eran pequeños hervideros de vida. Nos inclinamos un poco sobre las lagunas naturales, fascinados por el acuario natural que teníamos a nuestros pies. Ramilletes de brillantes anémonas ondulaban al compás de una corriente invisible. Había también conchas en espiral cercanos a las orillas, en cuyo interior se ocultaban los cangrejos y una estrella de mar se aferraba a las rocas. Me quedé completamente sin palabras, era casi mágico.

Los Mendes parecían más familiarizados con ellas. Manny se dedicó a hablarme sobre la fertilidad del suelo de las marismas debido a la marea y también su importancia a la hora de amortiguar tormentas.

–– ¿Has visto alguna vez una fogata de madera arrojada por el mar?—me preguntó Karen.

Negué mientras ella recogía una ramita del suelo y la acercó a un encendedor para que ardiera.

—-Entonces te va a gustar. Observa los colores. —dijo mientras la depositaba junto a otras ramas.

––-¡Es azul! ––exclamó Aaliyah.

––Es a causa de la sal. ¿Precioso, verdad?—habló Shawn.

Después de media hora de plática, los adultos decidieron volver a la casa a comer, así que volvimos, manteniendo el mismo ambiente con el que había empezado el día.

Para la puesta del sol, nos encontrábamos sentados fuera de la casa frente a una fogata que Shawn y Manny habían armado. Aaliyah estaba sentada en seguida de su hermano y yo del otro lado, observando las llamas que chisporroteaban hacia el cielo. Karen se nos unió con una guitarra en la mano. Sentí a Shawn tensarse a mi lado.

––Oh no, madre. No pienses que voy a tocar para ustedes––se apresuró a decir.

–– ¿Tocas?—pregunté asombrada. Llevábamos casi medio año de conocernos y aun no lo sabía.

–– ¿No se lo habías dicho?—exclamó su madre en el mismo tono que yo.

––Hace años que no tomo una guitarra. —reconoció el castaño. ––Ya no tengo práctica.

––-Mentiroso. —Canturreó Aaliyah acomodándose en los brazos de Karen. —En casa suele tocar para mí cuando no puedo dormir.

Shawn se puso rojo.

––Vamos hijo. Una fogata no es de verdad si no hay alguien que toque música. —lo animó Manny.

Shawn tomó la guitarra, sintiéndose derrotado.

––Bien. Pero solo una canción. —advirtió.

Comenzó a tocar y la melodía me pareció conocida, aunque no podía recordar donde la había escuchado.

I promise that one day I'll be around I'll keep you safe

I'll keep you sound.

Right now it's pretty crazy and I don't know how to stop

Or slow it down.

And hey

I know there are some things we need to talk about.

And I can't stay

Just let me hold you for a little longer now.

Take a piece of my heart

And make it all your own

So when we are apart

You'll never be alone

You'll never be alone

Para cuando terminó de cantar, Karen estaba llorando. Era una letra preciosa. Miré con disimulo al resto de la familia, quienes estaban serios. Seguro que la canción les traía recuerdos de Lauren.

Shawn guardó la guitarra y la puso a un lado y luego me rodeó con sus brazos y acarició un poco mi espalda, recargándome contra él. Recargó su cabeza en la mía y los cinco nos quedamos en silencio durante algún rato, ellos recordando a un ser amado, yo brindándoles apoyo moral en secreto.

Miré a las estrellas, creyendo fielmente que la castaña se encontraba en una de ellas.

Como me hubiera gustado conocerte, Lauren.





BASTA, AMO A SHAWN, AMO A BREE Y AMO A LAUREN. ME DUELE TODO, CHAU.

¿Qué creen que pasará en el siguiente capitulo? 

Les recomiendo que pasen por mi  One Shot "CIEN" de Joel Pimentel :D

Los quiero mucho, gracias por leerme

-ELIZABETH

VICTIMA II: El verdadero Shawn (Shawn Mendes)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora