41. Con mi novio

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Estábamos en clase de adivinación, estaba sentada con los gemelos y Lee Jordan, la clase de hoy teníamos que leer las bolas de cristal.

—No puede ser abierto lo que veo. La bola de cristal me esta mostrando que vas a morir Sam, el sábado. —Los gemelos y yo reímos por la gran imitación de Lee de la profesora.

—¿De que tanto se andan riendo? —se nos hacer o la profesora —Oh, no sabes lo que veo en ti futuro amoroso querida.

—¿Que esta viendo?

—Te caseras con el —señaló a George que estaba a un lado mío — serán muy felices y morirás en el parto de tu primer hijo. —Angelina que estaba escuchando todo tomó sus cosas y salió del salón.

—Tengo que deciros algo a todos ustedes.

»Se acerca el baile de Navidad:  constituye una parte tradicional del Torneo de los tres magos y es al mismo tiempo una buena oportunidad para relacionarnos con nuestros invitados extranjeros. Al baile sólo irán los alumnos de cuarto en adelante, aunque si lo deseáis podéis invitar a un  estudiante más joven... Será obligatoria la túnica de gala  —prosiguió la profesora Trelawney —. El baile tendrá lugar en el Gran Comedor, comenzará a las ocho en punto del día de Navidad y terminará a medianoche. Ahora bien...

Los de mi mesa nos estábamos riendo, que la profesora Trelawney fuera avisos como esos no de lo esperaban, más bien nadie se lo esperaba.

—Pero eso  no quiere decir  —prosiguió la profesora Trelawney—  que vayamos a exigir menos del comportamiento que esperamos de los alumnos de Hogwarts.

Sonó la campana, y se formó  el habitual revuelo mientras recogían las cosas y se echaban las mochilas al hombro.

La profesora Trelawney llamó por encima del alboroto:

—Petters, por favor, quiero hablar contigo.

—Petters, los campeones y sus parejas...

—¿Qué parejas? —pregunte.

La profesora  Trelawney me miró recelosa, como si pensara que intentaba tomarle el pelo.

—Sus parejas para el baile de Navidad, Petters  —dijo con frialdad—. Vuestras parejas de baile.  

Senti que se me encogían las tripas.

—¿Parejas de baile?  —Notó cómo e  ponía roja—. Yo no bailo  —me apresuró a mentir. A decir verdad, si bailó, bailó desde que me volví princesa por todos los estúpidos bailes que hacian.

—Sí, claro que bailas  —replicó algo irritada la profesora Trelawney. —Eso era lo que quería decirte. Es tradición que los campeones y sus parejas abran el baile.

—Gracias por decirme profesora.

—La lectura que si a su bola de cristal hace un rato era cierta —me pare en medio del aula al escuchar eso —morirás en el parto de tu primer hijo.

—Gracias por avisar profesora.

Seguí caminando a fuera del salón, esa vieja estaba más loca que quien sabe que. Estaba acercandome a los gemelos cuando me quedó parada, lejos de ellos escuchando su conversación.

—¿A quien invitaras?

—A una águila, tu invitaras a...

—Angelina, no es obvio.

—Esta bien que sea tu novia, pero eso no quiere decir que No puedas ir con otra chica ¿Con quien quieres ir? Dejando el hecho de que Angelina es tu novia.

Una Princesa Con Poderes Donde viven las historias. Descúbrelo ahora