❀ El Dorado es el taller mecánico más reconocido de la colonia. Incluso los propios clientes van recomendando el lugar porque los muchachos que ahí trabajan tienen un excelente servicio. Acompañen a Yeol, Kai y Chen en sus travesías amorosas con cli...
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ㅡ ¿Quieres dejar el maldito teléfono?
Kai levantó la vista y soltó un suspiro, ChanYeol lo observaba con el ceño fruncido mientras que Chen no podía evitar esbozar una sonrisa enorme en sus labios. Y él, estaba viendo flores por doquier mientras de reojo observaba el mensaje que había llegado a su teléfono celular desde hacía un par de minutos.
Quería responder, pero su jefe era un gruñón en algunas ocasiones, últimamente se la pasaba de un humor de perros, Chen siempre decía que le faltaba ligar, pero ChanYeol siempre se excusaba diciendo que estaban enloqueciendo. Que él tenía lo que quería en su vida plena y feliz.
¡Ja! Feliz. Si... claro.
ㅡ ¿Alguno de ustedes se ha percatado de que está muy solo últimamente?
ㅡ Los rumores dicen cosas ㅡ fue Chen quien respondió, apelmazado desde su pedazo de sillón viejo y grasiento donde se tiraba a descansar como un gato cada que podía.
Kai levantó la vista y aunque su corazón latía como un tonto en su pecho, se dijo a sí mismo que necesitaba prestar más atención a lo que sucedía en su trabajo.
ChanYeol tenía razón. Los últimos días había bajado un poco la clientela, y eso aunque no era tan novedoso porque había temporadas en el que el trabajo escaseaba porque al parecer los malditos automóviles no querían fallarles a sus dueños... igual seguía sintiéndose extraño.
ㅡ Los rumores dicen que un chino va a abrir un taller mecánico aquí enfrente. Un chino con dinero. Eso me dijeron.
Chen se hundió de hombros y soltó un suspiro lastimero, se acomodó la gorra en sus rebeldes cabellos medio rizados; pensando que no quería tener que buscar un maldito trabajo porque ese se adaptaba muy bien a sus necesidades. Y aunque siempre decía que no hay mal que por bien no venga... ChanYeol y Kai le agradaban bastante como para cambiarlos.
Más que una rutina laboral eran amigos también, se echaban la mano unos a los otros y no podían dejar que un maldito chino con billetes viniera a destruirles el negocio en el que habían trabajado por varios años.
ChanYeol suspiró y se sentó al lado de sus dos súbditos, llevándose las manos a la cabeza para quitarse la gorra y despeinarse los cabellos azabaches lisos. Si los rumores eran ciertos, casi podían sentirse fritos. Porque la mayoría de los clientes siempre tienen esa tendencia rara de ir a lo desconocido, la curiosidad.
Y un local nuevo que ofreciera novedosas cosas sería un golpe directo al hígado para ellos, que aunque tenían experiencia avalada y eran buenos en su trabajo... muchas veces eso no contaba para la mayoría que se iba por lo nuevo.
ㅡ Esperemos que se quede solo en rumores... ㅡ ChanYeol resopló y se observó los zapatos desgastados.
Los tres mecánicos asintieron mientras se observaban los unos a los otros. Todos tenían problemas de todo tipo en sus vidas y agregarle algo más sería realmente la gota que podría derramar el vaso.
Pero definitivamente los tres chicos no sabían lo que les esperaba en el futuro. No tenían ni idea.
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Notas:
¡Hola!
Con esto doy finalizada la espera (si es que alguien esperó) de la versión extendida de Sucedió en el Dorado.
Espero que le den una oportunidad a este disparatado proyecto, actualmente estoy muy animada en escribir, así que espero que lo disfruten tanto como yo.
Muchas gracias, si estás leyendo esto. Pronto el primer capítulo. (Quizá... quizá el viernes :v)
Acompañen a estos tres desafortunados ( quizá no tanto) mecánicos en su travesía por su vida cotidiana.
