❀ El Dorado es el taller mecánico más reconocido de la colonia. Incluso los propios clientes van recomendando el lugar porque los muchachos que ahí trabajan tienen un excelente servicio. Acompañen a Yeol, Kai y Chen en sus travesías amorosas con cli...
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JongIn estaba deslumbrado. Sus ojos brillaron ante el pequeño lugar que había sido destinado para la exhibición de su novio.
El muchacho moreno abrió la boca, asombrado al ver el nombre que figuraba con letras brillantes engalanando la entrada en aquellas perfectas puertas de cristal.
Tragó saliva mientras las piernas le temblaban, sintiendo que le faltaba el aire y no precisamente por el traje que JongDae le había insistido que usara aquella noche, por sugerencia de MinSeok, puesto que él había arreglado una simple camisa de vestir y unos pantalones de mezclilla entallados, para la ocasión.
JongIn no había terminado de comprender por qué tenía que usar un traje si no iban a la ópera o algo por el estilo, pero en ese momento, cuando el taxi lo dejó en el lugar acordado ―porque aunque KyungSoo insistió en que se llevara su auto, él se rehusó―, se quedó perplejo.
Había gente ahí afuera, mucha gente, aunque no sabía si podría ser mucha para una exposición porque esta era la primera vez que asistía a una. Pero definitivamente se quedó inmóvil cuando sus ojos color chocolate observaron las preciosas letras brillando.
KaiMonde rezaba el letrero de manera glamurosa, haciéndolo tragar saliva cuando algunas miradas se posaron en su silueta, de algunas chicas que venían saliendo del lugar, observándolo de pies a cabeza y riendo con cierta complicidad, como si lo conocieran.
JongIn dio un par de pasos más antes de que un pequeño grupo de gente que estaba reunida frente a la puerta se abrió poco a poco, dejándole ver a su suegro, Do JongHyun, que iba pulcramente vestido con un smoking, haciéndolo verse más elegante si es que eso era posible. De su brazo llevaba a una preciosa mujer revestida de manera sencilla pero preciosa.
Se quedó helado cuando el señor Do le sonrió de aquella manera y no pudo hacer más que reverenciar de manera cordial a los presentes.
ㅡ Me complace presentarles a la inspiración de mi hijo, Kim JongIn ㅡ murmuró melódicamente JongHyun mientras las personas a su alrededor se fijaban en el recién llegado muchacho.
JongIn se sentía como si aquello fuese un sueño, o de esas novelas rosas que sabía que existían, donde la muchacha pobre va al castillo del príncipe y llama la atención de todos. Solo que él, bueno... era pobre y KyungSoo podría pasar por príncipe. Aún con ello, las cosas eran diferentes.
Los allegados a la pareja Do le saludaron con amables gestos y sonrisas, haciéndolo sentir bienvenido en un lugar como aquel.
ㅡ Al fin te conozco... JongIn ㅡ La mujer que estaba junto a JongHyun, que tenía unos rasgos preciosos, por lo que JongIn estaba seguro que era su suegra, se aproximó a él.
