06: ¿Quién es ese?

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La claridad se colaba por las cortinas de su habitación, el que usara colores claros no ayudaba mucho pero a él le gustaba de esa manera, así que resignado se colocó boca arriba y comenzó a apretar los ojos mientras los iba abriendo lentamente para comenzar a acostumbrarse.

ChanYeol suspiró mientras rodaba una vez más boca abajo y sintió que algo en las costillas y la parte alta del estómago le quemaba, quizá no era tanto como un fuego, era más bien un poco ligero, como un cosquilleo que comenzó a acariciarlo para no dejarlo en paz.

Se coló en sus pensamientos mientras los mismos le traían a colación la tarde anterior, cuando las manos de BaekHyun, como se llamaba el muchacho precioso que era su cliente, había posado sus manos sobre esa parte de su cuerpo para aferrarse a él mientras iban en la motocicleta rumbo a su casa.

ChanYeol no mentía nunca, y no quería mentirse en ese momento diciéndose y repitiéndose que no le había gustado. Le había gustado mucho cómo su corazón había golpeteado sin cesar dentro de su caja torácica, mientras que él conducía sigilosamente porque se sentía un poco nervioso.

Las manos de BaekHyun eran suaves y tersas, nada que ver con las suyas, eran completamente opuestas y era justo eso lo que le llamaba la atención; por eso no se había contenido de darle una tarjeta con su número de teléfono por si necesitaba algo.

El automóvil de BaekHyun necesitaba una buena revisión, además de que debía consultar algo sobre la caja de encendido con los otros dos chicos. Así que lo más probable era que se tardara un par de días trabajando en él.

ChanYeol se había arrepentido de no ser un poco más listo, como le había dicho Chen, de haberle pedido su número, como lo había hecho JongIn con ese cliente que le gustó. Y ahora tenía que esperar a que el muchacho le llamara, si es que el bajito alguna vez decidía hacerlo, porque lo más probable era que no; que no tuviera la más mínima intención.

El más alto había notado esa altanería en el muchacho cuando lo revisó descaradamente de pies a cabeza, cuando se mordió el labio inferior como si estuviese debatiéndose mentalmente si valía la pena o no.

A ChanYeol nunca le habían preocupado todas esas cosas de gente estirada, hasta ese momento, y quería ahogar sus gritos contra la almohada para ver si así el cosquilleo en el estómago producido por las manos de BaekHyun salía de su cuerpo. Porque sabía que no lo iban a llevar a ningún lugar.

Quizá Chen tenía razón, quizá debía quitarse el estrés y salir a bailar el fin de semana con ellos; quizá así encontraría alguien de su misma categoría y podría ligar en paz.

Quizá ese alguien haría que el revoltijo en el estómago se desvaneciera, porque ChanYeol se sentía tan jodido, que podía oler todavía rastros de perfume de BaekHyun. Uno fino y caro, como él mismo.

El dorado ❀ EXODonde viven las historias. Descúbrelo ahora