❀ El Dorado es el taller mecánico más reconocido de la colonia. Incluso los propios clientes van recomendando el lugar porque los muchachos que ahí trabajan tienen un excelente servicio. Acompañen a Yeol, Kai y Chen en sus travesías amorosas con cli...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
.
.
.
🐧✨🐻
Pasar la tarde al lado de Kim JongIn lo hizo sentir como dentro de un sueño, de esos que son tan buenos que no quisiera despertar.
Después de almorzar, JongIn se había preparado para sacar a pasear a sus cachorros, les puso las correas apropiadamente y cuando por fin estuvieron listos, KyungSoo salió del pequeño departamento junto con él, tomado de la mano mientras bajaban al primer piso para salir del edificio.
El lugar se veía bastante diferente con la luz del sol, aunque claro está que la noche anterior, o más bien madrugada, KyungSoo no había prestado demasiada atención a dónde estaba. Lo único que había querido era llegar a casa de JongIn para saciarse con él en besos y caricias que al final solo quedaron en eso.
Pero aunque no había tenido una noche entera de pasión, KyungSoo sintió que había obtenido algo mucho mejor a cambio, lo supo cuando su corazón retumbó en su interior, cuando JongIn le sonrió de esa manera tan coqueta y tierna a la vez, que lo hacía ponerse a pensar cómo era posible que un chico como él pudiera hacer semejante cosa, las dos a la vez.
El vecindario estaba tranquilo, se escuchaban los niños correteando en alguna calle contigua y las voces de las personas en sus hogares, con las televisiones encendidas o disfrutando de un almuerzo familiar. Era también bastante humilde, y aunque JongIn al principio se notaba bastante tenso por lo mismo, KyungSoo le sonrió con amabilidad y el moreno terminó por relajarse.
Incluso le dejó tomar las riendas de sus cachorros cuando estuvieron cerca del parque. No era lo que KyungSoo se esperaba, era un lugar con algunos árboles y juegos para niños, todo estaba muy bien cuidado pero no era lo que había tenido en mente. Sin embargo, no objetó nada cuando JongIn que había ido muy preparado, sacó de la mochila que se había echado al hombro, una sábana y la extendió sobre el césped para que ambos se sentaran sobre ella.
ㅡ ¿Te parece bien la sombra? ㅡ murmuró JongIn mientras observaba hacia el cielo despejado, buscando el ángulo correcto para que la copa frondosa del árbol les tapara los rayos del sol.
ㅡ Me parece perfecto ㅡ exclamó KyungSoo con dejos de ensoñación.
A eso se le llamaba estar enamorado, definitivamente eso era lo que el bajito pensaba, cuando JongIn soltó a sus cachorros que ya estaban acostumbrados a salir corriendo, pero permaneciendo cerca de ellos todo el momento, jugueteando.
JongIn se dejó caer sobre el improvisado tendido y jaló de la mano a KyungSoo para que hiciera lo propio, haciendo que el otro se rindiera a sus pies y se acomodara a su lado, recargando su cabeza en su hombro sin ninguna dificultad.
