Tierno pecado. ©

25. Masoquismo

(Iker)

Llegue a casa de Katia veinte minutos después, ya tenía más o menos planeado lo que le diría, pero jamás me imagine encontrarme con esa noticia.

— ¿No te alegra?— suspire y me senté en el sillón, en su mano tenía una prueba de embarazo, la cual marcaba positivo

—Tu y yo habíamos quedado en que los hijos vendrían después del matrimonio Katia... estoy a unos días de empezar con mis practicas las cuales apenas me darán para mantenerme y ¿me sales con esto?— se sentó a mi lado

—Estamos a punto de graduarnos, debo tener mes y medio... Podemos casarnos antes— dijo. El destino debía odiarme demasiado

—Planearla llevara más tiempo... se notara el embarazo— ella se quedó pensando un rato

—El fin de semana, solo tu mamá y mis padres, no quiero que sepan esto antes— suspire... tenía que asumir las consecuencias de mis actos, ella claramente me dijo que no tomaría pastillas, ni se podría ningún método, así que bueno... debió de haber sido un día que llegue mal a mi departamento

—Esta bien— me abrazo y dijo que ella se encargaría de todo y el pretexto seria, que yo me iría a hacer mis practicas a otro estado.

Y si, hubiera sido mejor que Vera no supiera la verdad.

•••

Llegue a mi departamento y le llame a mi mamá para avisarle lo que haría el fin de semana, ella adoraba a Katia así que se alegró. Luego llame a Ángel y le conté, él no estaba feliz del todo

—Romperle por completo el corazón a Vera esta vez... creo que su destino solo era conocerse Iker— dijo y sentí mi corazón romperse.

Los días siguientes estuvieron mal, hice lo mismo, la ignoraba, la evitaba lo más que podía y lo noto, tuve que decirle a Ángel que le dijera que la vería el jueves en su departamento.

Ángel y yo, ya estábamos libres de exámenes, así que antes de ir al departamento de Vera, pase a recoger el traje que había rentado para el gran día.

Llegue al departamento y abrí la puerta, ella estaba en la cocina preparando algo que inmediatamente dejo de hacer cuando noto mi presencia

—Hola— dijo tímidamente y se acercó a mí, iba a darme un beso pero la aleje

—¿Qué pasa? ¿Qué es eso que traes?— me pregunto

—Vera, me voy a casar mañana, Katia está embarazada— le dije sin rodeos y su sonrisa desapareció

—¿Qué?— pregunto

—Eso era lo que me iba a decir el lunes, no termine con ella por obvias razones... pero tú y yo aún podemos...— cerro sus ojos y vi una lagrima caer por su mejilla

—Podríamos ser amantes oficialmente ¿no?— dijo con sarcasmo y soltó una carcajada

—Ahora entiendo porque todos estuvieron de acuerdo en ocultarme todo...— se limpió la lagrima, pero fue de en balde porque, no pudo contener sus lágrimas

—Vera yo te....— se acercó a mí y puso su mano en mi boca

—No lo digas, no digas que me amas, no hagas más grande esta agonía... Nuestro destino no es estar juntos Iker... Vete por favor— suplico y sentí su dolor, arroje el traje al sillón y la tome entre mis brazos y la bese, ella seguía llorando

—Déjame darte un último beso— ella no se alejó y profundizamos el beso, mi lengua exploraba su boca y no supe en que momento, ella coloco sus piernas alrededor de mi cintura, así que la lleve hasta el sillón y la recosté

—Déjame sentirte una última vez— susurre y comencé a bajar mis labios a su mandíbula, su cuello, su clavícula

—Déjame amarte una última vez— dije regresando a sus labios y le hice el amor, hice el amor con ella como siempre, con ella no era solo sexo, aunque le hacía creer que sí, adoraba cada parte de su cuerpo, las curvas de más que ella odiaba.

Esta vez, hice que el momento durara más, le entregue mi corazón en el acto y ella dejo salir todo su dolor.

Esta era la última vez.

Era la última vez que estaría con mi tierno pecado y me dolía en el alma saberlo.