Capítulo 12: "Ladrona de corazones"

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Los pelinegros, sus familiares y amigos ya habían vuelto a la ciudad. Gokú fiel a su palabra había ido a sacar con una tarjeta de crédito que su padre le había dado por alguna emergencia la cantidad de dinero que la pelinegra necesitaba para la operación de su padre.

Ahora al hospital, a estás horas ella está allá además quiero conocer a mi rival, pensaba Gokú mientras subía a su auto.

Mientras tanto: "Hospital"

Milk se encontraba escuchando con atención lo que los médicos le decían sobre su padre, mientras algunos de los jóvenes médicos miraban a la bella jovencita pelinegra y cuchicheaban entre ellos.

Es una belleza, decía un rubio.

En cuanto le den de alta a su padre la buscare para cortejarla decía otro joven.

Pues yo pienso hacer lo mismo, decía el rubio mientras la pelinegra hablaba con el médico encargado del caso de su padre.

No se preocupe doctor el dinero lo tendrá hoy mismo, dijo la pelinegra.

Pues me alegra saber que ya lo hayas conseguido niña, decía uno de los médicos mayores.

Pues si, en unos minutos cancelo todo para que mi padre pueda ser operado y ¿cuándo operarían a mi padre?, dijo Milk.

Pues si hoy haces el deposito como dices, en una semana podríamos programarle su operación, decía el médico, al tiempo que Gokú entraba por el pasadizo y al logra ubicar a la pelinegra llego junto a ella.

¡Buenos días¡ dijo Gokú saludando con cordialidad a los presentes sin dejar de mirar a los más jóvenes de los médicos mientras pensaba: ¿cuál de ellos es el doctorcito del que está enamorada Milk?.

¡Buenos días joven¡ respondieron los médicos.

¿Y ese quién es?, pregunto un joven de cabello lila a su amigo.

No lo sé, es la primera vez que lo veo por aquí, dijo con molestia el rubio.

Pues parece que se tienen confianza, decía el joven de cabello lila mientras veía acercarse al joven de cabello alborotado a la pelinegra.

¿Lo conseguiste?, dijo Milk despacio al oído de Gokú.

Si, ya te lo traje, dijo Gokú dándole un beso en la mejilla a la pelinegra.

¡Gracias¡ dijo Milk.

Bueno señorita Ox, eso es todo, dijo el médico mayor retirándose junto a los otros médicos mayores.

¡Hermosa¡ debiste decirme que necesitabas dinero, yo con gusto te hubiese dado, decía un rubio mientras Gokú lo miraba furioso.

Si belleza, yo también lo hubiese hecho, decía un joven de cabello lila.

¡Gracias por su generosidad¡ pero ya conseguí el dinero, mi amigo me ayudo a conseguirlo, dijo Milk dulcemente mirando al joven de cabello alborotado que solo sonrío.

Pues de igual manera cuenta con nosotros, dijeron el par de jóvenes antes de retirarse.

Vaya de ladronzuela callejera te has convertido en una ladrona de corazones, dijo Gokú con ironía en sus celos.

¿Qué dices?, dijo Milk sin comprender volteando a mirarlo a los ojos.

Que eres toda una experta hechizando a los hombres, una ladrona de corazones pues, dijo Gokú con molestia.

¿Estás celoso?, dijo Milk sonriendo.

¿Celoso yo?, ¿de ti?, ¡por favor¡ tu solo eres una chica común que hizo un trato conmigo, dijo Gokú lastimando sin querer el corazón de la pelinegra.

"Bella ladrona"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora