Capítulo 23

3.1K 214 2
                                    

Cuando al siguiente día entro en la empresa nueva, me quedo sorprendida. Todo es bonito y moderno, vanguardista, me encanta. Subo a la planta última y pregunto por Gertrudis, la mujer que me llamó. Pero me sorprendo al ver a Héctor Ruiz en el despacho.
- Vaya... Que sorpresa.- Lo saludo. Me estrecha la mano. Y me pide que me siente.- No sabía que era tu empresa, cuando me llamó ayer Gertrudis pensé que me entrevistaría ella...
- Si, así era... Mira, voy a serte realmente sincero. Para mi sería un orgullo y un placer que trabajarás para mi compañía, pero...- no se por que, se lo que va a decir.-
- Te ha llamado Hugo...
- Si, me ha pedido que no te contrate. Lo siento, Daniela.

Salgo tan furiosa que temo echar chispas, el viaje en taxi se me hace interminable, cuando llego a la oficina, mi prima sorprendida se alegra al verme, le hago un gesto con la mano, ahora no. Subo en el ascensor, y cuando llego abro la puerta sin llamar.-
- ¡Es lo más rastrero y mezquino que has hecho hasta el momento, Hugo Padilla!.- le increpo en cuanto entro. Él ni se inmuta.-
- He hecho lo que tenía que hacer...
- ¡Déjame en paz, joder! Deja de meterte en mi vida. Deja de boicotear mis entrevistas...
- No vas a encontrar otro trabajo. No lo permitiré.- y lo dice tan tranquilo.-
- ¡Te odio! No sabes como me arrepiento de haber estado contigo, de haber dejado mi vida en tus asquerosas manos...
- Ahora son asquerosas, pero ayer las tuve en tu coño.- como puede ser tan... La rabia me puede y me arde la sangre.-
- Esta tarde iré a por el resto de mis cosas, no quiero tener nada que ver contigo.- y cierro de un portazo. Lloro de rabia y de impotencia y me desahogo con mi prima y Carol que comemos juntas. Carol y Cris prometen ir conmigo a por mis cosas, se lo agradezco, no quiero ir sola.
A las siete estamos cruzando el umbral, para mi sorpresa, Hugo está en casa. Lo miro, lo fulmino con la mirada y subo escaleras arriba mientras Carol y Cris esperan abajo. Voy metiendo en cajas mis pocas cosas que quedaron en la casa. Me obligo a no llorar y respiro hondo.-
- ¿Necesitas ayuda?.- Cris me mira desde el marco y yo niego con la cabeza. Miro una foto que hay sobre la cómoda, somos Hugo y yo junto a la chimenea de la casa de campo. Del día en que vino mi hermano a verme.-
- Dani... No creo que haya echo bien con la entrevista con Héctor... Pero el que se va de la empresa es él. Para que no te vayas tu...
- ¿Qué? ¿Cómo se va a ir, si es suya?
- Va a delegarla. Le dará su puesto de director a otro.
- Pero...
- Él te quiere. Siempre te quiso. En cuanto te vio la primera vez. Ya te quería. Puede que no haga las cosas bien. Pero te quiere. Y es capaz de cualquier cosa por ti.- no se que decir, no me esperaba que hiciera eso.- Bajaré tus cosas al coche, mientras, habla con él. Por favor.- asiento. Cris se marcha y yo respiro hondo, bajo poco después, lo encuentro sentado en la isla de la cocina, encendiéndose un cigarrillo. Camino despacio hasta él, me siento en frente de él, le quito el cigarro y doy una honda calada. Me parece que sonríe, pero es difícil saberlo, se enciende otro cigarro y seguimos en silencio.-
- ¿Es verdad que vas a dejar ser el director de la empresa?
- Si.
- ¿Por qué?
- ¿Por qué no? Quizás dedique tiempo a estudiar...
- ¿Y qué tienes pensado?
- Bueno, dicen que los sueños hay que perseguirlos...
- ¿Derecho?
- Una jovencita una vez, me dijo que hubiera sido un buen abogado...
- Lo recuerdo. En tu coche. Veníamos de comer de casa de tu madre.- asiente.-
- No quiero que te vayas de la empresa.
- Al parecer no tengo más remedio... No me dejarás trabajar en ningún otro sitio...
- Es cierto. Lo haré.- su sinceridad siempre me ha sorprendido. Pero sonrío.- Yo... No quise hacerte daño. Entiendo que no confíes en mi. Debería haberte contado la verdad, pero se me fue de las manos.
- No es solo eso. Me prometiste algo y lo incumpliste.
- Lo sé...- sabe de lo que hablo. Me levanto, apago la colilla, le doy un beso en la mejilla y voy hasta la puerta.-
- Dani...- me vuelvo, se acerca, pero no me toca.- Mentí. Me acuerdo de todo. El tiempo que no estuvimos juntos no pude parar de beber. Encendía el reproductor y ponía esa canción una y otra vez, por que me recordaba a ti. A ti abrazada a mi, sonriendo mientras bailábamos. Morí. Y fueron tus súplicas las que me trajeron de vuelta a la vida, Dani. Yo ya me había rendido. Quería morir, dejar de sufrir. Que dejara de doler. Sin ti mi vida carecía de sentido... Y suplicastes por mi. Sentí tu mano, Dani... Y no quise soltarla jamás.- estoy llorando desconsolada con sus palabras. Ahora todo es más complicado, tengo dudas. Lo que ha dicho. Como se sentía. Si que me echaba de menos, tanto como para romper su promesa, y beber hasta la muerte. No aguanto más y lo abrazo. Tan fuerte como puedo. Él tarda un poco más, pero me abraza con la misma intensidad.- Siento haberte fallado, nena... Lo siento.
- Te quiero. Te quiero, Hugo.
- No te vayas. No me dejes tu ahora...- me aparto y lo miro. Lo quiero. Lo quiero con todo mi corazón.-
- Yo también sufrí. Te dejé, pero pensaba que no te darías por vencido tan pronto... Y luego... Te encontré aquí... Casi muerto, sentí que te llevas contigo parte de mi. Fue muy duro. Te vi morir durante unos minutos, Hugo. Imagínate lo que sería para ti...
- Sería como morir en vida.
- Así fue como me sentí yo. No quiero volver a sentirme así nunca más.
- Te lo juro. Haré lo que sea. Lo que sea, si vuelves conmigo.
- Ir a un especialista...
- ¿Un especialista?
- Quizás a terapia.
- ¿Para alcohólicos? Yo no soy alcohólico, Dani...
- Si no lo eres, no te importará ir...
- De acuerdo. Iré si es lo que quieres.
- No dejarás la empresa. Pero si estudiaras derecho. Yo te ayudaré cuando tengas que ausentarte. Tomaré el mando mientras estés estudiando, o de exámenes...
- Lo tienes todo planeado...
- Más o menos...
- Yo también tengo una petición.- claro, es Hugo Padilla, negociar para él es como respirar. Sonrío y me sonríe de esa forma tan sexi que me vuelve loca.-
- Era de esperar...
- Te casarás conmigo.- me cambia la cara. Me quedo paralizada y el corazón me bombea deprisa.-
- Pero... Hugo, yo... No puedo. Estoy casada con Sergio...
- Ya no. Si firmas, y espero que lo hagas... Serás libre de nuevo.
- Pero... ¿Cómo? Si él está desaparecido...
- Te he hablado de mi amigo Daniel, ¿no?
- ¿El amigo en común con Héctor? ¿Daniel el abogado de Londres?
- Si, bueno, pues él me ha asesorado, y como está desaparecido, en busca y captura, y después de lo que te hizo... He conseguido que el tribunal me conceda los papeles del divorcio.
- ¿Has hecho eso?
- Si.
- ¿Dónde tengo que firmar?
- Eso puede esperar, pero mi pregunta sigue sin respuesta...
- Diablos, si. Claro que si. Me casaré contigo.- Hugo me coge en volandas y me balancea mientras me besa y me aprieta junto a él, y entonces oigo un ooooooooh... Miro hacia la puerta abierta, y Carol y Cris están en la puerta, mirándonos, Cris sonríe contento y Carol llora como una magdalena. Cristian le enjuaga una lágrima y le da un beso en los labios, no me pasa por alto... Pero sonrío.-
- ¿Vosotros lo sabíais?
- Si, aunque creí que el capullo este no se decidiría a pedírtelo en serio... Dame un abrazo, capullo...- Cris y Hugo se abrazan y yo hago lo propio con Carol que no deja de llorar.-
- Oh, malditas hormonas...

TentaciónSinLímite2RecuérdameDonde viven las historias. Descúbrelo ahora