Capítulo 26

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Los recuerdos se me agolpan y siento un nudo en la garganta. Aquí hemos vivido de todo. Bueno, malo... Mi vida sin Daniela no tendría sentido, y hablar de nuestra historia, sin hacerlo del BMB, tampoco tendría sentido. Aquí se ha desarrollado gran parte de nuestro amor, de nuestras discusiones, de nuestras risas, de nuestros miedos. Si, no hay duda, es parte de nuestra historia y de nuestras vidas. Sonrío feliz mientras me llevo el vaso de bourbon a los labios. Dani y Carol se van al servicio y Cris me dice que va a salir fuera a fumar un pitillo. Estoy a punto de acompañarlo, cuando caigo en la cuenta de Sara. La prima de mi mujer. Mi mujer. Que bien suena, joder... Asiento y lo veo alejarse. Miro a Sara sentada a mi lado en el sillón y parece ensimismada.-
- ¿Qué tal todo, Sara?.- Intento entablar conversación y ser simpático. Se que Dani está preocupada, y si está en mi mano, haré lo que sea para que ella esté bien. Ella me mira sorprendida. Confusa,quizás...-
- Eh... Bien. Muy bien. ¿Y tu?
- Muy bien. ¿Que tal el trabajo? ¿Te gusta?
- No está mal.
- Si no te gusta... Quizás podría... No sé... Cambiar la distribución. Podría...
- No será necesario. Gracias.
- Bien. ¿Que tal con los compañeros?
- ¿Por qué me preguntas todo esto?.- vaya, directa al grano. Por un momento me quedo sin saber que decir. Y joder, creo que no suele pasarme eso muy a menudo.-
- Bueno... Solo quiero saber que estás bien...
- ¿Y por qué querrías saber eso?
- Porque... Porque eres la prima de mi mujer, eres su familia. Yo me preocupo por quien quiero, y a Dani la quiero más que a mi vida. Y ella te quiere a ti, a sí que, yo... También.
- Vaya... No me digas.- se acerca a mi, bastante, demás, diría yo. Me siento un tanto... Extraño. No sé, está oscuro, ella está demasiado cerca y yo me siento entre la espada y la pared.- El gran Hugo Padilla, preocupándose por alguien...- su mano está en mi muslo, bajo la mirada y veo como va subiendo hacia arriba, justo hacia mi paquete. Mierda. Mierda puta.- Dime, ¿quieres que te lo agradezca de alguna... Manera?
- Sara, por favor...- mi voz sale ronca, apenas un suspiro.- Sara. Para. Sara, no. Por favor.
- ¿Te gusta someter a las mujeres? ¿Te gusta follártelas duro...? ¿Te gustan que se arrodillen y te la coman, Hugo...? Porque a mi se me da de vicio...
- Quita tu jodida mano de mi polla. Ahora.- no levanto la voz, pero mi voz es firme y asume el control de la situación, ella la quita despacio y yo respiro tranquilo.-
- ¿Qué pasa, Hugito? ¿Ya no te acuerdas de cuando estuviste a punto de joderme?
- Cállate...
- ¿No te acuerdas de como me metiste los dedos en el coño? ¿De cómo me besas...?
- ¡Qué te calles, joder!.- me levanto de un salto y le increpo. Ella permanece sentada y sonriendo de una manera casi diabólica.- Eso fue hace mucho tiempo. Yo... No sabía quien eras.
- No sabías que era la prima de tu mujercita, ¿verdad?
- ¡No! No lo sabía...
- ¿Que crees que opinaría la enamorada de mi prima?.- la miro furioso, está jugando conmigo. ¿Pero, por qué? ¿Por qué está haciendo esto justo ahora?.-
- No tiene nada de lo que opinar.
- ¿Ah, no? ¿No querrá saber que su maridito estuvo a punto de follarse a su prima?
- Nunca me hubiera acostado contigo. De todas maneras, para tu información, Daniela por entonces estaba casada con otro...
- ¡¿Pero aun así te la follabas, no?!
- ¡¿Y a ti que te importa?!
- Eso es justo lo que quiero.
- ¿Qué...? ¿Dinero? ¿Cuánto?
- Quiero que me folles.- Siento como si hubiera tirado de la alfombra bajo mis pies. Trago saliva y abro la boca para decirle que la jodan, que es una desgraciada y que mi sexto sentido con ella no se equivocaba... Pero la dulce y electrizante voz de Daniela me lo impide.-
- No sabéis la cola que había... Os juro que si me da ganas de hacer pis salgo a la calle.
- Pues dentro de unos diez minutos yo volveré a estar a punto de mearme. A sí que no te acomodes mucho... ¿Y Cris? ¿Hugo? Eh, Hugo...
- Está fuera fumando, Carol.
- Amor, ¿estás bien?
- Eh... Si. Claro. Voy a fumarme un pitillo yo también.
- Vale. Nos vemos ahora.
- Si. Si... Ahora...- me obligo a volverme y ando hasta la salida, desde la puerta me vuelvo, las observo. Dani ríe y charla con Carol. Ella me mira sonriente, sabedora del daño que me está apunto de causar. Salgo fuera nervioso y asustado. ¿Qué cojones se supone que voy a hacer? Y no, ni siquiera se me pasa por la cabeza acostarme con ella. No puedo fiarme de ella, no puedo confiar en que no le diga nada a Dani. Si, recuerdo exasperado aquel día. Salimos a tomar una copa, Cris, Cristina y yo. Ellos acabaron liándose en el reservado del club. Yo estaba mal por toda la situación con Dani, joder estaba casada. Y si, habíamos follado cuando estaba casada con Sergio. Estaba mal. Quería olvidarla, quería olvidarme de Dani, y ella apareció de la nada. Recuerdo que pensé que el parecido con Dani era muchísimo, que podrían a ver sido hermanas... Y hermanas no, pero si primas. Primas hermanas. Recuerdo como la llevé hasta el fondo del local, bajo las escaleras, la empujé contra la pared y la besé. La besé pensando en ella, en mi diosa, en mi morena motera... La acaricié. Es verdad que la toqué. Pero en cuanto sentí su gemido de placer, fui consciente de que no era ella. Y me aparté. No pasó nada más. Ni siquiera le di mi número de teléfono, le di el de Cris. Un juego de adolescencia, algo nuestro, algo que solíamos hacer. Joder.-
- Eh, capullo...- Cris se acerca y me enciende el cigarro con su zipo.- ¿Estás bien?
- Si. ¿Y tú, futuro papá?.- su sonrisa bobalicona me hace sonreír, y empieza a relatarme como ha sido el embarazo, como se ha sentido y las ganas que tiene de poder verle la cara a su hijita. Oírlo hablar con esa sonrisa y esa ilusión, me hace pensar en Dani. En Dani embarazada de mi, de nuestro hijo. Un bebé morenito como ella. Con sus ojos, con su boquita... Estoy loco por ser padre y tener un hijo. Pero todo lo que ha ocurrido con Sara me está volviendo loco. No puedo concentrarme en nada, y tan pronto como entramos de nuevo Cris y yo a adentro del pub, le pido a Dani marcharnos. Ella acepta encantada, y todos nos vamos. Nos despedimos y vamos a casa en silencio. Yo pensando en como solucionar el tema con Sara. Debería contárselo, pero joder, debería a verlo echo cuando su prima apareció, no ahora. Se enfadará, ¿y si no me lo perdona? ¿Y si la pierdo por algo estúpido? ¿Por algo que pasó hace tanto tiempo?
- Amor... ¿Estás cansado?.- aparto la mirada de la carretera y la miro de reojo, intento sonreír, pero no me llega a los ojos, me conoce bien, sabe que le estoy dando vueltas a algo...-
- La verdad es que si... Será el Jet lag...
- Lo hemos pasado bien, ¿verdad? Hacía tiempo que no salíamos todos juntos, y Dios mío, han pasado tantas cosas en tan poco tiempo... Carol embarazada, mi prima a la que no veía hace un porrón de años, aparece... Tu y yo nos hemos casado... Nuestras vidas están cambiando a una velocidad de vértigo...
- Si. Parece que fue ayer cuando te vi por primera vez en mi despacho...- sonrío recordándolo.- Creo que me enamoré de ti entonces. Aunque no me diera cuenta...
- Yo flipé en colores... Pensé; Dios mío de mi vida, ese tiarrón es mi jefe... Aunque claro, nunca creí que te fijaras en mi.
- Pues lo hice. De hecho... Toqué la zambomba pensando en ti en contadas ocasiones...
- Yo también. Aunque también pensaba que eras un egoísta y un antipático insufrible...
- Bueno, me lo merecía. Te cargaba de trabajo y te hacía un poco la vida imposible...
- ¿Un poco? ¿Solo?.- ríe a carcajadas y joder, es el sonido más bonito que podré escuchar en mi vida... Sonrío y vuelvo a mirarla. Es tan guapa. Sus ojos son tan expresivos... No puedo vivir sin ella, ya no... No puedo permitir que la alejen de mi una vez más. Haré lo que sea. Menos acostarme con Sara. Le daré lo que quiera. Pagaré su silencio. Dejaré que sea ella la que ponga la cifra.- Tengo ganas de ir a la oficina. Soy una friki, pero me gusta ir a trabajar. ¿Tu no echas de menos tu imperio? ¿Hugo?
- Perdona, ¿qué?
- Oye, cariño... No estás bien. Dime que pasa.- la miro, está preocupada. Yo suspiro.-
- No es nada, cielo...
- Estás... Perdido. No suelo verte así...
- Son negocios, no tienes de que preocuparte. Estoy un poco distraído, disculpa,nena...
- No, no... No pasa nada, pero... Puedes hablar conmigo, si quieres, lo sabes... ¿Verdad?
- Claro, por supuesto... Pero no tiene importancia, los negocios son eso, negocios. Tu y yo somos lo que de verdad importa. Todo lo demás...
- Te quiero tanto...
- Cielo, yo también te quiero. Mucho. Por encima de todo y de todos.
- Te necesito tanto... No lo entiendo, no entiendo por que. Pero...
- Chss... Lo sé, me pasa lo mismo que a ti. Ya estamos llegando a casa, cielo...

TentaciónSinLímite2RecuérdameDonde viven las historias. Descúbrelo ahora