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016 》PETER MAXIMOFF

-Tengo un regalo para ti- dijo hurgando debajo de su cama.

-Espero que no sea un par de zapatos malolientes- rió.

-No, pero si quieres te regalo un par- le sonrió levantando la vista -, aquí está- sacó una caja roja y se la entregó.

-¿Qué es?- le miró desconfiada.

-Abrelo- le hizo una extraña seña.

La joven abrió la caja y se sorprendió al observar el objeto.

-Es mi...- se quedó sin habla -...¿en dónde lo encontraste?

-Por ahí- dijo balanceándose con las manos en sus bolsillos -deja que te lo ponga.

Peter tomó la pulsera entre sus manos y se la prendió alrededor de la muñeca de _____.

-No puedo creer que la hayas encontrado- miraba su antebrazo con adoración.

-Por eso soy lo mejor que te pudiste encontrar- la abrazó por la cintura.

-Que pude haber salvado, querrás decir- pasó sus brazos por los hombros.

-Espera aquí- la soltó -, tengo algo más para ti.

-¿Más? Ni que fuera mi cumpleaños- rodó los ojos.

-¿No lo es?- preguntó confundido. La chica lo fulminó con la mirada. -, era broma, ya vuelvo.

Peter corrió a la planta baja y tomó una caja que se encontraba a un lado de Storm, él había dejado a la morena a cargo del regalo. Lo tomó y volvió a la habitación.

-Toma- le extendió el regalo a la joven.

Esta vez, no dijo nada, simplemente destapó la caja aún en los brazos de Peter y se sorprendió aún más.

-¡No lo puedo creer!- exclamó -¡Siempre he querido uno! ¿De dónde lo sacaste?- lo tomó

-Lo encontré en la calle, va a ser como nuestro hijo- dejó la caja en el piso y le acarició la cabeza al gato.

-Me encanta, ¿algún nombre?- preguntó estrujándolo en sus brazos.

-Es tu regalo, elige el nombre.

-¿Qué tal...Quicksilver? Es gris como tu cabello.

-Me parece perfecto, entonces así se llamará Quicksilver.

Tomó la cara de la chica y la besó.

Todos lo decían, hacían una gran pareja. Eran igual de insoportables los dos. Transmitían un aura cálida a la mansión, y eso a todos le sentaba bien. Contagiaban su felicidad a todo el que se cruzaba en su camino, algo que todos necesitaban en aquel lugar cuando una desgracia ocurría. Pero para eso estaban ellos, para rescatarlos de la oscuridad.