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017 » Scott Summers

-¡Logan, saca el pollo del horno antes de que se queme, por favor!- le gritó desde la sala.

-¡Ya voy!- exclamó yendo hacia la cocina.

Logan abrió el horno con cuidado y sacó el pollo relleno que con tanto esfuerzo _____ había preparado. Lo dejó sobre la mesa para que se enfriara mientras ella bajaba.

-Ya estoy lista- dijo apareciendo por la puerta.

-Te vez...radiante- le sonrió abiertamente luego de haber examinado su look.

-Gracias- sonrió algo avergonzada.

Vestía un vestido corto y suelto de color negro junto a una chaqueta de mezclilla de jean claro y sus usuales botas converse que hacían juego con el vestido. Obviamente su cabellera oscura y llena de rizos desordenados acompañaban a la perfección su vestimenta.

-Si tu madre te viera así estaría orgullosa.

-Espero que lo esté- lo abrazó.

-Quiero pedirte algo, _____- le correspondió.

-Lo que quieras.

-Quiero que me digas papá, quiero saber lo que se siente. Después de todo es lo que soy, tu padre.

-Está bien, lo intentaré, pero no esperes que lo diga ya, aún no estoy lista.

-Lo entiendo.

Segundos después se escuchó el timbre de la casa. El par de mutantes se separó y Wolverine fue a abrir mientras la chica preparaba la mesa para cenar.

-Niño láser- dijo serio.

-Logan- habló en el mismo tono.

-Dejen de hablar así, parecen tontos- dijo la joven apareciendo.

Le dio un pequeño empujón a su padre y jaló a Scott de la mano para que se adentrara a la casa. Al estar cerca le dio un corto beso en los labios lo cual hizo que Logan tensara la mandíbula.

-Mejor vamos a cenar- los separó y tomó a su hija de los hombros encaminándola hacia el comedor.

El trío de mutantes se sentó en la mesa en arduo silencio. La joven tomó la iniciativa y se paró para cortar el pollo y así servirle a cada uno.

Logan y Scott se lanzaban miradas frías, desde el primer momento que se vieron se llevaron mal. Scott decía que era un viejo cascarrabias. Logan decía que era un niño soberbio. Pero las cosas empeoraron cuando _____ se enteró que Logan era su padre, desde ese momento se declararon la guerra.

-Esto ya me hartó- tiró los cubiertos cansada -, si no se hablarán no se para que estamos aquí.

-Tienes que entender que es difícil- habló Scott.

-Tienes que entender que lo odio.

-¡Ya basta!- sus puños se estamparon contra la mesa haciendo que una grieta se formara en la madera.

-Calma, no es para tanto- dijo Cíclope.

-Ustedes son igual de insoportables.

Se levantó de su asiento y se fue a su habitación. Cerró de un portazo la puerta y se sentó en su cama. Le enojaba mucho el hecho de que no intenten llevarse bien, siquiera lo hacían por ella.

-_____-golpeó la puerta Scott -, abreme por favor.

Se levantó lentamente y abrió la puerta con cuidado dejándolo pasar.

-Lamento que las cosas no sean como quieres pero es que simplemente no congeniamos, ¿entiendes?

-Y, ¿qué quieres que haga? Es mi padre, no puedo alejarlo así como si nada.

-Pero a mi si.

-¿Qué tratas de decir?- dijo con pesar

-Mi relación con Logan no va a cambiar nunca y yo no quiero que te lleves mal con él. Lo mejor es que...- no pudo terminar de hablar a causa de otra voz.

-No, yo me alejaré- habló Wolverine.

-No puedes- dijo _____ -, no de nuevo.

-Es lo mejor, además quiero que sean felices, aunque no te quiera Scott reconozco que le haces bien. Ustedes se complementan, son tal para cual.

-Agradezco eso pero no lo permitiré- intervino Scott.

-Deja de ser tan necio por una vez y escuchame. Ve a la mansión y llevatela. Sé feliz con _____ y no pienses en los demás.

-Está bien Logan, gracias- le extendió la mano. Wolverine imitó su accionar.

-¿Qué haré yo sin ti?- preguntó la chica.

-Estarás bien- le sonrió.

Ella se lanzó a sus brazos y lo abrazó fuertemente.

-Te quiero mucho, papá.

-Yo más, hija.

Tras separarse, Logan se encaminó hacia su habitación.

-Debemos preparar tus cosas- habló Scott.

-Si, mañana será un largo día. ¿Quieres quedarte esta noche a dormir? Así partimos temprano hacia la mansión.

-Con gusto- le sonrió Scott.

_____ cerró la puerta de su habitación y fue hacia los brazos de Cíclope para besarlo.

Lo amaba mucho. Él la había liberado del sufrimiento del abandono de su padre una vez y seguía allí, apoyándola. Eso era lo que le encantaba, que estuviera en las buenas y en las malas; siempre.