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008 》CHARLES XAVIER

Abuelos y abuelas, padres y madres, hijos e hijas, hermanos y hermanas, humanos y mutantes.

Todos pertenecemos al mismo lugar, y convivimos juntos. ¿Por qué excluir a los que son diferentes a ellos cuando se dan cuenta que lo son? Si no lo supieran no pasaría nada y todos vivirían como lo que son; iguales. ¿Por qué algunos se empeñan en hacer sufrir a los demás? ¿Será porque creen ser superiores a ellos? O mejor dicho ¿Será porque se sienten amenazados? ¿Por qué se sienten así? ¿Acaso no se dan cuenta que pueden vivir en paz juntos? ¿Por qué empeñarse en desatar una guerra?

Por más que lo analizaran, ninguno de los mutantes lo entendían. Algunos de ellos querían permanecer unidos a los humanos, en sociedad, pacíficamente. En cambio otros, estaban dispuestos a matarlos y dominar el mundo, demostrando así lo que puede hacer la "raza superior"

Este último caso era el de una joven mutante que se había dejado influenciar por las ideologías de Magneto. Erik la quería como una hija ya que la había encontrado abandonada en la calle a los 6 años por industrias Traks luego de haberla utilizado como rata de laboratorio. Y no sólo a ella, también a sus padres pero al contrario de la chica, ellos no habían corrido con la misma suerte. Habían sido utilizados hasta morir.

Esto y el haber sido criada, prácticamente, por Lensherr hizo que la chica desarrollara un gran odio hacia la humanidad. No descansaría hasta hacer justicia por mano propia.

Luego de haber intentado salvar al presidente y de que culparan a Erik por ello, decidió esperar. No daría un paso más sin su padre.

Habían pasado diez años y aún faltaban más para que se cumpla la condena de su padre. Un día de esos alguien llamó a su puerta

-¡No hay nadie!- gritó de mala gana

-¡Soy yo hija!

Reconoció al instante la voz de Magneto. Fue corriendo hacia la puerta y al abrirla quedó impactada al ver a su padre frente a ella.

-Acaso no me extrañaste- dijo abriendo sus brazos con una sonrisa ladeada.

-¡No lo puedo creer!- gritó saltando a sus brazos.

Charles, Hank y Peter se encontraban confundidos, ¿cuando Erik había sido padre? En cambio Logan sabía todo de ella.

-¿Quién es ella?- preguntó Quicksilver confuso

-Es mi hija- dijo separándose de ella -es mi orgullo y puede ayudarnos.

-¿Ayudarlos a qué?

-A cambiar el futuro- dijo Wolvering -Un futuro al que tu no perteneces.

-No entiendo ni mierda- dijo más que confundida.

-Mueres, estabas en guerra contra nosotros, los X-Men. Recuerdo que estabas junto a Magneto y Storm te lanzó un rayo, nunca había visto a Erik tan devastado.

Todos habían quedado anonadados con el relato de Logan.

-Si una de los suyos me mata en un futuro, ¿Por qué se supone que los tendría que ayudar ahora?

-Porque me mandaron Charles y Erik, juntos y tu padre me encargó que te buscara y te convenciera, quiere que su futuro sea contigo y no con tu recuerdo.

-Si tu vas, yo lo haré- le dijo a su padre

-Iremos-dijo Magneto tomando su mano.

Todos, excepto Peter viajaron a París encontrándose con Raven en el intento de matar a Bolivar Trask. Erik intentó matarla pero la chica huyó. Magneto hizo lo mismo pero no le dio tiempo de llevar a su joven hija, quien se tuvo que quedar con Charles, Logan y Hank.

-Y dime- dijo Logan para romper el hielo -¿Cuál es tu mutación?

-Eso creo que ya lo sabes, hasta me viste morir.

-Cierto, solo quería hablar un poco contigo pero veo que siempre fuiste dura de roer.

-Y...¿cuál es?- preguntó Hank desde la cabina.

-Le decíamos Ciruela aunque su verdadero nombre es muy lindo.

-¿Ciruela?- preguntó Charles frente a ellos.

La chica lentamente comenzó a desprender hojas de un color violeta y pronto su cuerpo era de tronco mientras más hojas la rodeaban.

-¿Y eso que tiene de peligroso?- preguntó arrogante Xavier

Una hoja pasó por su costado y le hizo una herida.

-Mierda, arde mucho- dijo quejándose

-La hoja larga un veneno más potente que el de una serpiente, ¿ahora quieres saber que te puede pasar?

-Mueres- resumió Logan.

-¡¿Qué?! No quiero morir aún- se quejó.

-Descuida- dijo cortando una rama que estaba sobre su cabeza -mira, este es el veneno- señaló la capa de afuera de la rama -y esta es la cura- señaló el interior.

Sacó la capa exterior y puso el interior en un vaso que estaba cerca, le puso agua y pronto se formó un té.

-Bebelo- le ordenó -tienes 5 minutos antes de morir.

Un Charles, ya bastante pálido y sudado a causa del veneno, se tomó el té con sabor a ciruela que le dio la chica.

-Y yo que pensaba que te decían Ciruela por tu color de pelo- dijo Logan riéndose.

Era cierto, tenía un color de pelo como el de una Ciruela, violeta oscuro.

Llegaron a Washington y convencieron a Charles de usar silla de ruedas para poder recuperar su poder. Ingresaron a la casa blanca y pronto se desató el caos.

Los Centinelas se activaron y no pudieron detener a Raven. Erik apareció con un estadio y rodeó la casa blanca. Al final terminó Magneto herido a causa de una bala que le lanzó Raven. La chica azulada se marchó y Erik huiría.

-¿Vienes conmigo _____?- le preguntó su padre extendiendo su mano.

-No quiero seguir con esto, no quiero morir siendo mala. Espero que me entiendas.

-Lo entiendo, ve con ellos.

Magneto se fue y Ciruela se unió a los X-Men. Se convirtió en profesora en la escuela de Charles y les enseñaba a los jóvenes a controlar sus poderes.

-Te quieren mucho los chicos- dijo el profesor una vez dentro de la habitación.

-¿Celoso?- preguntó _____ dándose vuelta con una sonrisa ladeada.

-Un poco- dijo acercándose

-¿Y tu?

-Yo te amo- le aseguró llegando frente a ella.

-Yo también- dijo agachándose para darle un tierno beso Charles.