Capítulo 5

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Regresa a casa. Cansada. Asustada y con un pequeño moratón en el ojo. Nada más ver a su madre, Tina comienza a hablar.

    - ¡Estoy hasta la punta de la nariz de esta gentuza!. Mira. ¡Mira lo que me han hecho! -. Le enseña el corte en la pierna, además de que lleva el pantalón roto. - ¡Y la perra, la perra está muerta!. La chica de los aseos del otro dia me ha atacado y ahora si que no puedes decirme que son alucinaciones. ¡Si quieres te llevo hasta el cuerpo de Xula! -. Dice Tina muy cabreada pero al mismo tiempo le tiembla la voz. No podía ocultar que estaba asustada. Era imposible. - ¿Y sabes que es lo que he visto en el parque de las afueras?. ¡A mi tutora, muerta! -. Lo dice medio gritando, perdiendo el control. - ¿Sabes que significa eso?. Solo salimos vivas dos personas. Ella era una y yo otra. ¡Pues se la han cargado!. ¿Ahora que?. ¡Ahora van a por mí!. Mamá ¡Dios mio!. ¡Vamonos de aquí!. ¡No puedo, tengo mucho miedo! -. Explica gritando pero a la vez llorando.

   - Hija. ¿Me estás diciendo en serio que han matado a Xula y que te han atacado? ¡Oh Dios mio!. Hay que hacer algo -. Dice la madre con miedo en los ojos, pero también con tristeza por lo de Xula.

   - ¡Si, mamá, sino me hubiera enfrentado a la chica podría haber muerto esta noche!. Es una experta con los cuchillos. Y Xula... Xula... ha muerto -. Empieza a llorar y a gritar de la rabia, pero en ella se mezca el pánico también. Comienza a golpear la pared, con furia, pegando voces. Su hermano, Pol, la observa desde la escalera atónito, sin poder decir ni una palabra. Susan intenta tranquilizarla. La pared tiembla, le está asestando unos buenos puñetazos. Su madre intenta agarrarle los brazos. En ese intento, Tina pierde la cabeza y mueve los brazos furiosamente de un lado para otro, intentando liberarse de su madre. Susan recibe un puñetazo en toda la cara, sin querer. Tina al hacerlo, se agacha y pone las manos sobre la cabeza y empieza a llorar desconsoladamente. Susan pierde los nervios, por ambas cosas. Agarra el pomo y abre la puerta. Sale a la calle.

   - ¿A donde vas a estas horas? -. Grita Pol para que pueda oirla.

   - Al parque -. Señala Susan con la cabeza.

   - ¿Que? ¡Estás loca!. Ni se te ocurra ir allí mamá. ¡Por favor! -. Grita Pol mientras va bajando las escaleras con nerviosismo.

     Susan va caminando lentamente. Lo tiene muy claro. Tina que sigue sollozando, se levanta poco a poco y mira a su madre desde la puerta con los ojos llorosos. Pol sale corriendo e intenta parar a su madre. Susan asustada, pero decidida, le pega un empujón. Pol cae al suelo de culo. Vuelve a levantarse y repite de nuevo el proceso. Tina al fin empieza a salir de la casa, pero no para unirse con su hermano, sino para ir con su madre y enseñarle el cadáver de su perra muerta en la carretera y ya de paso, enseñarle el escalofriante cuerpo de su tutora. Pensarlo le aterraba. Pero tenía que enfrentarse a sus miedos. Alcanza a su madre. Pol mientras intenta parar a las dos. Hace más frío que antes y las aceras están alumbradas por una luz opaca de algunas farolas, casi la luna alumbraba más. Pol se queda atrás, observando mientras ellas caminan. Las ve alejarse cada vez más y el se dá la vuelta para volver a su casa. Susan rodea a Tina con su brazo y caminan las dos juntas.

     Al llegar, ven a su perra en el suelo y las manchas de sangre, pero la sangre de la chica no está. Apareció aquel hombre y echó un líquido en el suelo. Susan se agacha y acaria la cabeza de Xula. Le caen unas lágrimas de los ojos. Tina observa la situación, nerviosa por donde se encuentra y con miedo, aunque vaya con su madre lo tiene. Susan coge a Xula. Es una perra grande, la lleva en brazos. Tina la sigue. Pasan la acera y detrás de ella hay un bosque que comienza con unos pinos altos, vallado para que no puedan pasar los animales a la carretera. Susan, con cuidado, pone un pie sobre la reja. Tina hace exactamente lo mismo que su madre y sostienen entre las dos a la perra. Susan salta la valla y Tina le da a la perra. La valla tiene una altura de un metro y medio mas o menos. Cruza Tina y las dos se encuentran en el principio del bosque. Allí la vegetación es escasa, cuanto mas dentro más se profundiza. Caminan guiadas por la luna. El terreno es llano y solo se compone de pinos. No hay hierbas en el suelo. Cuando ya llevan un rato andando se encuentran un hoyo en el suelo, de algún animal alomejor. Lo suficientemente grande como para que entre Xula. Allí la vegetación, en la zona que se encuentran es más destacada. Hay plantas, la vegetación es bonita, pero seguía siendo un bosque siniestro a la noche; Solo por el simple hecho que se parecía a los bosques americanos. Susan mete a Xula en el hoyo, es como una especie de fosa pero pequeña. Con las manos empieza a arrastrar tierra para enterrarla poco a poco. Tina hace lo mismo que su madre. Recuerda los momentos con Xula. Cuando jugaba con ella, cuando la sacaba a pasear, cuando era un cachorro y lo nerviosa que era. Mientras arrastra las lágrimas abundan en ellas. Tina empieza a sollozar. Le tenía muchísimo cariño. Entónces le viene a la cabeza como había muerto. Había sido engañada por la chica, mostrándole cariño y ZAS le clava la cuchillada por la espalda. Tina se llena de cólera. En sus ojos brilla un destello de venganza e iba a cumplirlo tarde o temprano, pero no solo por eso. Cuando el cuerpo de Xula está totalmente enterrado, se levantan las dos y se abrazan. Se quedan así un rato, consolándose mutuamente. Después empiezan a andar hacia el pueblo. Tina tiene la sensación de que alguien ha estado observando. Todo. Y no está tan confundida porque se escuchan pasos sigilosamente. El sonido de hierba seca cuando se pisa. Susan también lo ha escuchado. Miran a todas las direcciones, alerta, y Tina se pega más a su madre. Ninguna dice nada. Permanecen calladas, observando y escuchando. Susan coge un palo del suelo. Grande y gordo por si tiene que estriparlo en alguna cabeza. Tina coge otro palo del suelo. Escuchan algo rápido, pisadas. ¿Pero de alguna persona o algún animal?. Pronto lo saben, porque en ese momento, delante de sus narices aparece un ciervo corriendo, como huyendo de algo. A Susan le parece que cada vez le cuesta más respirar. Estaran a un kilómetro del pueblo. Se han metido bastante en el bosque. Tina se pone tensa, se llena de adrenalina, algo le indica que tienen que correr y esta vez la adrenalina es mayor, aunque no sabe porque. Escuchan más pisadas. Y más y más. Son animales y están huyendo de algo. Susan se estremece y dice algo para las dos. - Tal vez no deberíamos haber salido de casa esta noche -. Un escalofrío recorre el cuerpo de Tina. Algo va mal. Empieza a pensar, a partir de la desgracia en el instituto, a todos los sitios a los que vá sucede algo. Tina piensa que la siguen, la vigilan y después juegan con ella. Pero no es la única. No dejan pistas, son rápidos y piensan todo con precisión para comer la cabeza a sus presas. Saben lo que van a hacer en todo momento.

Tiempo de miedosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora