Capítulo 6

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A la mañana siguiente, Tina se despierta con una rara sensación de un beso en los labios. Húmedos, ásperos. Abre los ojos y lo primero que ve es al cervatillo que llevaron a casa, subido encima de su cama, acurrucado en torno a ella. Es hermoso piensa Tina. Y de alguna manera le recuerda a Xula. Todo lo que está pasando está siendo muy raro. Lleva nerviosa desde lo acontecido en el instituto. Quiere despejarse, irse lejos, olvidarlo todo. Recuerda las llamas anoche, a escasos metros de ella, el calor qur irradiaban y el poco oxígeno que podía respirarse, animales corriendo, el cervatillo, su madre con las quemaduras...  . Todo le viene a la cabeza y vuelve a temblar en la cama. El cervatillo se asusta y se pega más a su cuerpo. - Yo también tengo miedo pequeño, yo también -. En ese momento se levanta de la cama. Quiere resolver el puzzle de todo eso. Al final, minutos después de que anoche regresaran a casa, los bomberos aparecieron. Aún siguen apagándo el fuego. Se ha extendido un poco por el viento, pero lo tienen casi dominado. En efecto... Susan habló con la polícia y contó todo sobre el incendio, lo que les ocurrió. Encontraron una sustancia, la están analizando, aunque eso ahora es lo que menos importa. Media parte del bosque está quemada. Los animales se han trasladado a la otra parte del bosque, los que consiguieron escapar. En la zona afectada no hay vida, no hay comida. Tina no recuerda haber visto muchos animales muertos, pero con el susto que llevaban no se fijaron mucho en detalles. Alguién las quería muerta, o alomejor no, alomejor estaban siendo puestas a prueba. Todo rondaba por su cabeza. Mira al cervatillo y piensa que nombre ponerle. En unos minutos ya lo tiene - ¡Bambi! -. Parece apropiado, le encantaba la película de Bambi de pequeña. Suena el timbre. Sale de la habitación con el pijama y abre la puerta. Se queda atónita, impresionada y el corazón le dá un vuelco. Es su tutora.

  - Tina, tenemos que hablar. ¿Está tu madre aquí? -.

  - S.. si si si si si si si si -. Dice como un loro, alucinando.

  - ¡Bien, tengo que pasar! -.

     Tina se aparta, con la boca abierta. Vuelve a la normalidad. Pero no. Ahora pega un chillido y se agacha tapándose la cara con las dos manos. - ¡Tina, Tina, para!. No voy a hacerte daño. ¡A eso mismo he venido, joder!. Yo también estoy acojonada -. Dice su tutora nerviosa. Tina aparta las manos y empieza a verla con otros ojos. Se relaja. Susan baja al piso inferior, hacia donde ellas.

  - ¿Que es este escándolo? -. Pregunta la madre.

  - Señorita Susan, he venido a hablarles sobre lo que está pasando. Dejenme hablar todo de golpe por favor -.

  - Si si, por supuesto. Pero pasemos al salón, ahora le traigo un café -.

  - No no. Tengo mucha prisa. Solo iba a deciros algo. ¡Escucha muy bien Tina! -.

    Tina asiente. No pasan al salón. Se quedan en la entrada las tres de pie.

  - Tina, tengo que decirte y me alegro la verdad de que estés viva, pero yo también salí de allí. Lo primero, creo que a las dos nos están pasando cosas raras. Anoche te escuché en el parque. Sí, te oí. Llamabas a tu perra. No estaba muerta como seguramente creiste. Me habían golpeado en la cabeza y me quedé en el suelo. No quise levantarme por miedo. Pero te escuché, y sé que te están jodiendo la vida como a mí. Nose quienes son ni que es lo que quieren. Pero te propongo algo. Que nos unamos las dos. Que juntemos nuestras fuerzas. Yo ahora me dirijo a New York. Nadie sabe que voy allí. Lo hago para comprobar si me siguen la pista y creo que deberías salir de este pueblo tu también. Ya está. Solo deciros eso y yo ya me marcho. Ni una palabra de esto y ya hablaremos Tina. Señorita Susan gracias por vuestro tiempo. Me marcho y espero que os valla todo bien. ¡Volveré en unas semanas! -. Y comienza a llorar al decir esto, muy asustada.

     Abre la puerta y se marcha. Tina sigue alucinando y su madre se encuentra en las mismas condiciones. Se abrazan las dos con fuerza y una lágrima sale lenta de su ojo. Recorriendo la piel de su cara. Una lágrima que significa que todo acaba de empezar. - Estarás una semana más aquí. Si esto sigue te irás de casa por una temporada. ¡Por tu bien! -. Dice la madre de acuerdo con lo dicho por la tutora de su hija. Tina le mira asustada. No quiere alejarse de su madre con todo lo que está pasando. No puede quedarse sola, desprotegida, inofensiva. Sabe de sobra que irse lejos una temporada no iba a funcionar. La seguirían. Pero todo es cuestión de probar, se dice a ella misma. No quiere salir de casa hoy. Para nada. Al menos quedándose dentro estará más segura. Al cabo de la mañana, su pueblo se hacía más y más famoso en las noticias. Aparte del instituto ahora también salía el bosque. Tiene que apagar la televisión. Coge su móvil y pone la radio en busca de alguna cadena de música. Encuentra una. Se escucha un poco mal pero poco a poco va cogiendo fuerza la señal. Están transmitiendo un tema que a ella le gusta 'Magic' de Coldplay. Se pierde en la letra hasta que se olvida del mundo. Nada existe. Solo el significado que quiere transmitir. Se deja llevar por la canción y empieza a cantarla. Es mágica al igual que el título. Se acaba y aparece un hombre hablando sobre el tema. Si, han estado geniales estos chicos. Arrasan con todos sus temas. Magic de Coldplay. Va dedicada muy especialmente a Tina, Tina Bursley. - ¿Que? -. Se asusta y no se dá cuenta de que lo ha dicho tan alto que Bambi se acerca hasta donde ella, parece contento. Tina sigue escuchando. Una chica especial, llena de magia y sorpresas como el título de la canción. Tina Bursley, si nos estás escuchando va dedicada de parte de tus amigos que me han dicho que pasasteis muy buena noche ayer. Ojojojojo alguna copa de más seguro. Buenooooo y ahora vamos con Rihanna. Tina se quita los auriculares asustada. Los tira. No es capaz de respirar. Es demasiado. Son ellos, lo sabe. Le tiembla la mano y el móvil se le cae al suelo. - ¡Dejadme tranquila, joder! -. Grita desesperada con el alma en la mano. Susan se presenta de inmediato. Al llegar la observa y le pregunta lo que sucede. Tina no es capaz de hablar, está llorando y se axfisia con los sollozos tan fuertes que tiene. Susan se pone nerviosa. Nunca ha visto a su hija ponerse así. - ¡Tina, dimelo!. ¿Que pasa? -. Grita la madre asustada. En ese momento aparece Pol en la habitación, asustado también.

  - ¡Mamá yo se lo que ha pasado!-.

  - ¡Dimelo ya! -.

  - ¡Lo he escuchado, se han metido en la radio!.

     Susan se estremece y Tina se encuentra sollozándo, abrazándo con fuerza a Bambi.

Tiempo de miedosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora