Capitulo 2

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A la mañana siguiente, Tina se despierta cansada. Finalmente había dormido pero escasas horas. Su madre ya estaba vestida, preparada para desayunar. Tina se levanta, se lava los dientes con un cepillo empapelado en plástico y con la marca del hotel. Se peina un poco con la mano y se marcha con su madre. Tina se encuentra un poco más tranquila pero sabe de sobra que volverá a perder los nervios. Llegan al comedor y piden las dos un café con leche. En la mesa, Susan agarra la mano de su hija, intentando tranquilizarla. Les sirven el café y Tina se lo bebe con rapidez, aunque le arde la lengua un poco. Susan no se atreve a hablar de lo de ayer, ni de lo del instituto ni del espejo. Ninguna de las dos habla. En la televisión del comedor pueden verse las noticias, y como no, la de su instituto. Nada más escucharla, Tina se levanta de la mesa y sale corriendo dando voces. Se dirige a los aseos. Una vez dentro, se pone a llorar y a temblar del miedo. Empieza a comerse la cabeza y a recordar de nuevo todo lo sucedido. Se mira en el espejo del baño y tiene la cara cansada, con ojeras, con lágrimas. Se da cuenta de que parece una yonqui, con esos pelos. Se peina de nuevo con las manos y se hace un tupe con las orquillas. Tina es una chica bastante guapa. Ojos marrones oscuros. Pelo castaño. Es alta, 1.78 y delgada. No tenía nada que envidiar a las demás chicas. Coge papel y abre el grifo. Se lava la cara y después se seca. Ahora ya está mas relajada. Se ha desahogado y decide volver con su madre; Aunque la gente le haya visto gritar en el comedor, no le importa. Ella entra con paso decisivo y con la cara bien alta. Algunos le miran como si estuvise loca. Mientras camina a su mesa, a la derecha hay dos mujeres que cuchichean entre ellas y le miran.

    - ¿Que, tengo monos en la cara o que? -. Dice Tina con mirada desafiante.

    - ¿Perdona? -. Pregunta una de ellas intimidada.

    - Nada, a lo vuestro viejas -.

         Con chulería, Tina se marcha de la mesa y va hacia donde su madre. Se sienta y su madre le dice que va a hacer falta un buen médico para quitarle ese trauma. Le habla de llevarla a un sicólogo. Tina lo niega, no quiere ir allí. Se le pasará, solo es cuestión de tiempo. Susan vuelve a insistirle de nuevo, agarrándole la mano para que se sienta segura. Tina indecisa, finalmente acepta, pero por su propio bien. Quería olvidarse de todo lo más rápido posible; Y sería difícil repitiendo la noticia una y otra vez en la tele. Abandonan el comedor y van hacia recepción. Pagan su estancia en el hotel y se marchan hacia la estación de autobuses. Al llegar compran dos tickets para la línea número 2 que es la que va hacia su pueblo. Tienen que esperar un rato hasta que se monten, asique Susan decide entrar en algunas de las tiendas de la estación. Tina en cambio decide dar un paseo por detrás; Donde se encuentra el metro, comunicadas las dos estaciones por una puerta entre un pasillo. Allí, se sienta en un banco. Empieza a enredar con su teléfono, descubre que hay wifi. Se conecta y se mete en twitter. Así hasta pasar varios minutos. Muerta del aburrimiento, se le acerca un chico. Moreno, guapo, alto. De unos 20 años mas o menos. Con una maleta.

   - Perdona chica. ¿Tienes hora?

   - Sí. Las 12:13.

   - Muchas gracias. He llegado a las 11 mas o menos en tren a esta ciudad y ahora tengo que coger un bus a Holmesfitt.

   - ¿Que?. ¡Yo vivo allí!

   - ¡Anda!. ¿Que casualidad no?. Yo pasaré allí unos dias. Temas de trabajo.   

    - Oh. Vaya. Por cierto me llamo Tina.

   - Encantado mi nombre es Peter.

   - Bueno, pues encantada y yo ya me marcho. Un placer conocerte.

        Tina se levanta del banco y en ese momento Peter la agarra del brazo. Tina le mira a los ojos. Son frios. Desprenden nerviosismo. Peter saca algo de su bolsillo. Una fotografía. Se la entrega a Tina. Nada mas verla sabe quién es. Su compañera de clase muerta del ataque epiléctico. Antes de poder marcharse, Peter le mira extrañado.

    - ¿Porque tú?. Solo tú saliste viva. Ella era mi hermana.

    - Lo siento muchisimo. Pero tengo que irme.

        Tina impactada de nuevo se va nerviosa. Se maldice por haber salido viva de allí. Hubiera sido más fácil haber muerto igual que todos los demás. Ahora tendría que aguantar los recuerdos cada día y por supuesto, maldecirse por lo que pudiera pasar.

      Las 12:30 en el reloj. El autobús va a salir dentro de unos escasos minutos y su madre no aparece. La gente espera a que se abran las puertas y poder meter el equipaje abajo. Tina nerviosa decide ir a buscarla a las tiendas. Hay pocas. Entra en cada una de ellas y Susan no está. Va a la cafetería a buscarla. Mira en cada rincón y nada. Le quedan los aseos. Entra al baño y pregunta: ¿Mamá?.

No hay respuesta. ¡Mamá, el autobús va a salir ya!. Escucha un golpe en una de las puertas. ¿Mamá, estas ahí?. La puerta se abre de repente y aparece una chica de unos 14 años. Le mira desafiante. Tina no comprende. La chica saca de detrás del pantolón un cuchillo. Afilado. Con la punta tan brillante que solo con mirar hace daño. La chica saca la lengua de la boca y empieza a humectarse los labios y luego a girarla delante de su boca. Tina está asustada. Le tiembla la pierna. No puede reaccionar. La chica sale disparada hacia Tina y la empuja brutalmente, haciendo que esta se caiga al suelo de espaldas. Levanta el cuchillo y empieza a apuntar hacia su cara. Tina retrocede con miedo de espaldas contra el suelo. La chica se lanza hacia ella y empieza a lanzar estocadas con el cuchillo hacia su cara. Tina las esquiva una y otra vez. Le propina un puñetazo a la chica en toda la nariz. La deja aturdida por un misero instante. Tina aprovecha la ocasión, se mueve con rapidez y consigue levantarse. La puerta del baño se abre y aparece Susan, que se queda mirando a su hija muy extrañada.

    - ¡Tina!. ¡Dios mio!. Te he estado buscando por todas partes. ¿Que estabas haciendo?

    - ¡Acaba de atacarme una chica con un cuchillo! -. Dice Tina con angustia.

    - Hija. ¿Que chica?. Aquí solo estás tu. Nosé que te está pasando pero desde luego lo que sucedió ayer está afectando mucho

    - ¡Mamá te lo juro!.

    - Te estás volviendo loca. ¡Vamonos que llegamos tarde!.

       Susan la agarra de la manga y la obliga a salirse de los aseos. Tina camina al autobús confusa y también muy asustada. Si es verdad lo que dice su madre, está empezando a ver visiones. ¿O no?. Ha sido muy real. Le tiemblan las manos; Ha podido morir. Lo que no sabe es si ha ocurrido de verdad o como dice su madre, se está volviendo loca. Cree que ha sido real. Le cae una lágrima del ojo izquierdo. Nunca en su vida ha estado tan asustada como ahora. Demasiada adrenalina para el cuerpo. Demasiada puede matar

Tiempo de miedosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora