¿Era correcto? El era considerablemente mayor que ella. 32 y ella con tan solo 20 años...
El muchacho sacudió la cabeza para alejar esos pensamientos mientras le daba otra calada a su cigarrillo. De todas maneras no es como que fuera un crimen lo que hacía , ambos eran mayores de edad. Y a fin de cuentas el podría mantener ese secretito bien enterrado en su huesudo pecho.
A fin de cuentas, el estaba enamorado de ella. Pero nada le aseguraba que fuera mutuo. Es decir ¿Por que se fijaría en el ? ¿Por qué cuando podría estar con alguien joven y energético como ella?
Un toquido en la puerta llamó su atención.
—Pase.
La puerta se abrió mostrando a la nipona, quien entró a la habitación a abrir las ventanas.
—Cielos Toochi, te he dicho que si vas a fumar aquí dentro debes abrir la ventana. Dejarás mi habitación hecha un cenicero.—Dijo con una pequeña risa.
—Cierto, lo lamento.—Dijo sonriendo con las mejillas ligeramente sonrojadas. —De Nuevo gracias por dejarme dormir aquí.
—Tonterías Toochi. Sabes que yo estoy más que feliz por qué me hagas compañía.—Dijo mirándolo con esa característica sonrisa tan suya.—¿Como dormiste?
El muchacho en respuesta dejó caer su torso sobre la cama y levantó los pulgares haciendo reír a la nipona.
—Lo mejor que he dormido en semanas. De hecho podría seguir durmiendo.—Dijo y sintió como la cama se hundía.—Me parece perfecto por qué apoyo la moción. Sigue siendo temprano y estoy completamente exhausta.—Dijo la nipona mientras se recostaba en la cama y se acurrucaba al lado del muchacho y se volteaba a mirarlo. El solo tenía los ojos cerrados y los brazos extendidos.
—¿Toochi?
—¿Si?
—Se que me has contado esto muchas veces, pero quiero que me hables sobre Paula de nuevo...—Dijo mientras lo miraba fijamente.
—Pero si conoces la historia de memoria...
—Lo se, lo sé. Pero me agrada cuando tú la cuentas. ¿Puedes? Por favor.—Dijo alargando la o.
—Está bien.—Dijo el muchacho con una ligera risa.—Todo comenzó cuando un día en el parque vi a una chica sentada en una banca. Vaya que era bella. En primera instancia no me atreví a hablarle pero luego comencé a encontrarla en el parque siempre a la misma hora. Un buen día , tome una flor y me decidí a hablarle. Juro que el corazón se me salía del pecho. El tiempo paso y resultó que ella comprara las cuerdas de su guitarra en la tienda de música donde yo trabajaba, así que con en tiempo, fue simplemente lógico que comenzáramos a salir. Después ocurrió el accidente , y Gorilla se formó. Al principio todo iba de maravilla, ella estaba encantada con la banda. Pero tiempo después comencé a sentirla algo distante, no sabía si estaba molesta en ese entonces. Simplemente no pude imaginar lo que estaba ocurriendo. Tampoco pude notar lo cercana que se estaba volviendo con Mudz. Un día , Russ los encontró intimando en el baño de los Kong Studios. Tendrías que haberlo visto, le rompió la nariz a Murdoc de una manera impresionante. —Dijo riendo ligeramente.—Y pues claro está que no me lo tomé de la mejor manera. Lloré como un pequeño bebé y me fui a mi habitación. Paula fue tras de mí y se disculpó tantas veces que me dio jaqueca. No pude disculparla, aún no lo hago...—Dijo haciendo una pausa para luego continuar.—El resto es historia, la echaron de los Kong Studios , y juro vengarse o algo parecido. Ni siquiera quiero saber...
—Ay, Toochi...
—Hey, tranquila Noods. Es pasado.—Dijo sonriendo de manera triste.
—Pues si me preguntas , Ella fue muy estupida. Se perdió al mejor muchacho que pudo tener en su vida por una tontería.—Dijo mientras sacudía la cabeza ligeramente. —Es decir, eres encantador y simplemente digno de admirar. Eres mucho más de lo que cualquiera podría pedir Toochi, y aquella que te tenga será la mujer con más suerte de todas...
—¿T-Tú crees eso ?—Dijo rojo hasta las orejas aún mirando al techo.
—Sin duda.—Dijo sonriendo.
El muchacho se volteó con una sonrisa y la envolvió entre sus brazos mientras le despeinaba la cabeza.
—Por eso eres mi China favorita.—Dijo en tono divertido.
—¡Toochi!—Dijo golpeándolo ligeramente para luego reír.—¡No soy china!—Exclamó para mostrarle la legua después.
—Lo se.—Dijo aún sonriendo.—Bueno, me parece que íbamos a dormir, ¿no es verdad?
La nipona asintió y lo envolvió con los brazos . El acelerado corazón del muchacho por alguna razón le brindó calma y calidez, así que se acomodó con su oreja pegada al pecho del muchacho y cerró los ojos.
El peliazul simplemente acaricio su cabello con adoración en la mirada hasta que el sueño gano la batalla y le hizo caer en brazos de morfeo...
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Por eso de las dos de la tarde, cierto hombre verde buscaba a la japonesa por todos lados. No estaba con Russell, ni estaba en la playa. Quizás estaría con el peliazul...
El hombre se dirigió a la habitación del muchacho y abrió la puerta sin tocar con anterioridad.
—Oi, face-ache. ¿has visto a...?
Al no encontrar a nadie en la habitación salió dando un bufido y un portazo. Entonces algo en su cabeza hizo clic.
—¡Por supuesto! Su habitación.—Dijo dándose un ligero golpe en la frente para después caminar silbando hacia la habitación de la nipona.
Entonces repitió el proceso como en el cuarto del muchacho. Sin previo aviso, iba a abrir la puerta pero después hizo conciencia al respecto. Recordaba lo estricta que era Noodle con su privacidad así que decidió tocar un par de veces.
Como nuevamente no hubo respuesta, el hombre giro la perilla y abrió la puerta a una escena que no fue muy placentera. Pudo sentir como la sangre le hervía y como esas ganas de asesinar se apoderaban de el.
Ahí, en la cama, estaba el estupido face-ache abrazando a Noodle mientras ambos dormían, con una cara de satisfacción en el rostro...
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¿Estás conmigo? | Noodle & 2D
Hayran Kurgu-¿No te parece curioso como las luciernagas siempre se mueven en grupo? -Supongo que se protegen unas a otras.-Dijo el peliazul elevando los hombros mientras enterraba sus manos en el césped. -Nosotros somos como las luciérnagas entonces.-Dijo en vo...