La diversidad

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Somos un pequeño símil a esos espejos de feria que hacen aparición tantas veces en películas y series norteamericanas; pues a pesar de dar una diferente perspectiva de la realidad, reflejan lo mismo. Cada uno  de ellos la interpreta a su modo y eso fundamenta la diversidad en todos los sentidos.

¿Cuáles son sus ventajas? Muchas. Es quien nos garantiza que no seamos como una de esas fábricas de coches, donde todos salen completamente iguales, sin ninguna diferencia más que las meramente físicas.
La diversidad es la apuesta más grande en la que debería invertir el ser humano, dejándose de creer que unos son superiores o inferiores simplemente por el color de la piel, porque “todos somos iguales ante la muerte”. Y nosotros, como asesinos también de nuestro propio ecosistema, deberíamos hacer lo mismo que ésta, aceptarnos tal y como somos. Que si esto se hubiera dado antes, quizás algunos radicalismos se podrían haber evitado, porque no hay mejor lugar donde cultivar odio, que aquellos que han sufrido  esa marginación social -y odio y violencia.

Lo duro es ver que todos acabamos siendo nuestros propios enemigos, a pesar de que realmente somos iguales, porque hay algo en común entre todos nosotros que es imposible de cambiar: somos humanos.

Habitamos un mismo territorio y eso debería unirnos, no dividirnos; pero esa sed de dinero, de venganza por tiempos anteriores, de querer demostrar el poderío sobre otras potencias, realmente nos destroza. Y da pena ver eso. Cuando los intereses de algunos se hacen superiores a nuestros propios derechos humanos. Cuando parece que ni siquiera podemos reclamar aquello que nos pertenece: libertad e igualdad. Cuando es el propio país quien acaba premiando las desigualdades sociales y la exclusión, donde los ricos son más ricos y los pobres más pobres. Cuando la educación en valores es obligatoria y vemos que algunos de ellos ni siquiera se cumplen. Cuando los jóvenes apostamos por la diversidad y en la calle acaban dándonos con una puerta en las narices que hice: "marginación", "exclusión", "racismo", "superioridad/inferioridad", "naturaleza", "desigualdad", "burlas", "odio", "violencia". Y realmente estos son los culpables de radicalismos, de que haya personas alimentadas por el odio que han recibido, donde su propio miedo también ha derivado en esto. ¿Y qué se espera? ¿Que asuman todo lo que les ocurre porque... la vida es así y nos creó para que cada uno viva en un puesto específico, y que si les tocó el de marginados "se siente"? -hasta a mí me dolió escribirlo- ¿Que se traguen todo eso porque habrá tiempos mejores? Las típicas excusas que nunca sirven, que nunca disculpan y que se usan simplemente para quedarse de brazos cruzados aún más tiempo.

Porque además, responder a la violencia con más de ésta, solo genera miedo, que deriva en odio, que se traduce en violencia. Y se convierte en el pez que se muerde la cola.

Nosotros creamos a nuestros propios enemigos porque no sabemos siquiera vivir en comunidad y respetarnos. ¿Qué se espera como respuesta?

Cuando la diversidad sea un valor puesto en práctica, quizás recibiremos algo a cambio, tal vez porque somos un poquito más "humanos" y apostamos por nosotros mismos.

Y esta soy yoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora