Últimamente me estoy durmiendo con un pensamiento en la cabeza, y pienso que es gracias a él que consigo conciliar el sueño rápidamente; no es por las personas que hay en él o por lo que ocurra, sino porque dentro del mismo tengo un éxito que me hace sentir tranquila.
No es un sueño de esos en que dices "ojalá convertirme en una buena gerente de empresa", sino de esos en que crees en ti y dices "soy gerente, ¿qué puedo permitirme hacer ahora?", y es ahí, en ese punto exacto donde la mente vuela libremente creyendo más en ti, porque ya tienes la parte más difícil cumplida y ya puedes respirar y volar.
Realmente puede parecer egocéntrico, narcisista que des tu éxito por sentado, pero a la hora de afrontar el mañana, de estudiar aquello que definirá dicho futuro, lo haces con una mayor seguridad porque tu mente, tras tantas veces pensando en ello, está convencida de que lo lograrás, porque eres tú, porque así lo deseas y porque puedes. En estos por qués radica el éxito y por ello es importante que la mente nos acompañe en positivo, nunca en negativo, porque este es un pez que se muerde la cola, donde si hay un pensamiento positivo de poder, creerás en ti y lo lograrás, teniendo éxito; si hay un pensamiento negativo, puedes lograrlo o no, pero será con una mayor desgana y ya no creyendo en ti y en tus capacidades, y logrando un éxito que quizás no valores como tal, ahí está la importancia de una mente sana, saludable y a poder ser, con un número reducido de preocupaciones.
Ahí la razón de por qué mi mente descansa tranquila y desea de verdad, que pueda llegar a lograrlo.
Y es que es simple, si crees en ti, puedes; si quieres, puedes.
Y si puedes, lo harás.
Al hacerlo, tendrás éxito y respirarás.
Y volarás.
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Y esta soy yo
Non-FictionPensamientos sobre una sociedad malditamente poderosa; aunque, mejor dicho, sobre todo en general. La vida. Mi vida. Mi propia perspectiva.