En los fríos pasillos del hospital San Mungo para magos y brujas dos adolecentes rubios, casi indistinguibles uno del otro, conversaban con un sanador de aspecto cansado y envejecido, que los miraba con tristeza.
—No lo resistiría —dijo con voz comprensiva y un ligero tono autoritario— su cuerpo es muy débil.
—Lo entendemos —murmuro el gemelo de la derecha en voz baja y sin desviar la mirada de la puerta de enfrente, su hermano solo apretó la mandíbula conteniendo su rabia y tratando de tragarse su tristeza
—No es justo —dijo.
El sanador Malfoy asintió. —No, no lo es.
—¿Que quieres para navidad? —Pregunto Lorcan a su amiga postrada en la cama de su habitación privada en San Mungo, llamando la atención de su hermano gemelo y de la pelirroja de ojos avellana.
—Quiero ir afuera —murmuro.
—¿Afuera? —pregunto Lysander que se encontraba sentado a los pies de la cama mezclando un paquete de cartas con las que anteriormente habían estado jugando.
—Sí, todos los años iluminan las calles y, además, este año está nevando—. Sonrió, con los ojos chispeantes ante la expectativa.
—Harán más de cuatro años desde la última nevada —comento el rubio de las cartas antes de chasquear los dedos como si recordara algo —¡Tu nunca has visto la nieve!
Las mejillas de la pelirroja se tornaron rojas ante el comentario
—¿Nunca? —Pregunto Lorcan sorprendido,
La joven bruja negó con la cabeza —Nunca he podido, mi salud empeoraba en los inviernos.
—¿Listo? —pregunta Lorcan tragando saliva, trataba de aplacar el enorme nudo que comenzaba a formarse en su garganta.
—Listo —confirmo su hermano palideciendo del miedo, pero eso no alteraba la firmeza de su voz. Lo que estaban a punto de hacer estaba mal y lo sabían, pero no habría otra oportunidad. Además, era por una buena causa.
Ambos caminaron por los largos y fríos pasillos tratando de evitar a toda costa a los sanadores, y finalmente se detuvieron en la puerta de una habitación. El mayor- por unos minutos- y su hermano compartieron una mirada cargada de miedo y decisión antes de asentir y empujar la puerta. Mientras Lysander actuaba de campana, Lorcan avanzo y rápidamente se acerco a su objetivo.
—Princesa —llamo a su amiga zarandeando un poco su hombro— vamos, despierta.
—Mmm —adormilada y más cansada de lo que había sentido en su vida, abrió los ojos.
—Despierta, vamos a darte tu regalo.
—¿Qué?
—Veremos la nieve —susurro con emoción.
—¿Enserio? —pregunto mientras su rostro se iluminaba un poco más de lo que había estado en mucho tiempo.
—sip— sonrió.
La mirada de Lily se apago un poco —Pero el sanador dijo que no podía...
—Ehhhh...
—Cambio de opinión —hablo Lysander abandonando su puesto de campana —Vístete, o nos lo perderemos.
La pelirroja asintió medio sonriendo y se sentó en su cama para levantarse. Pero en cuanto sus pies desnudos tocaron el suelo sus rodillas cedieron y casi cae.
—No puedo caminar —murmuro con dificultad.
—Entonces, yo te llevare —ofreció Lorcan ocultando su preocupación tras una enorme sonrisa. Su hermano se negaba a mirarlo.
—¿Te gusta? —pregunta Lysander tratando de quitarse la nieve de su pelo. Le había prestado el gorro a su amiga.
—Es hermoso— sonrió media adormilada.
Él sonrió ya que podía ver ese brillo en sus ojos. Escucharon las campanadas de una iglesia que anunciaba la media noche. Lorcan sonrió mientras cargaba a la chica en su espalda sin esfuerzo.
—Feliz navidad princesa —ambos la felicitaron al mismo tiempo haciendo que su sonrisa fuera un poco más ancha.
—Feliz navidad chicos... Los amo ¿saben? —apoyo la cabeza en la espalda de su amigo mientras lentamente cerraba los ojos.
—Te quiero— respondió Lysander con sentimiento a la vez que sus ojos se empañaban. Lorcan asintió incapaz de responder sintiendo que el peso en su espalda se multiplicaba.
—¿Puedo pedir un deseo?
—Lo que quieras— Respondieron ambos sin detener su caminata.
—Volver a encontrarlos y poder jugar otra vez con ustedes —los gemelos la miraron sin entender a que se refería, habían estado con ella todos los días desde que se conocieron, incluso cuando enfermo.
—Lo haremos —prometió Lysander, aun así.
La joven volvió a sonreír y con los ojos cerrados soltó un suspiro de alivio.
—La mejor navidad —murmuro antes de caer dormida.
—La mejor —confirmo Lysander —Te quiero, princesa.
—Te amo, Lily —dijo su gemelo, sin parar de caminar ambos siguieron hablando y disfrutando de la fría y blanca navidad. Ocasionalmente le preguntaban algo a la joven pero ella no respondía.
Personajes: Draco Malfoy como el Sanador – Lily Potter como la chica enferma y muerta – Lysander Scamander como el amigo campana – y Lorcan Scamander como el otro rubio que carga a Lily.
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Historias Perdidas || Tercera Generación
Fanfiction¿Que pasa si mezclamos magia, un grupo de niños y hormonas? ¡Muchas cosas sin sentido! Y aventuras que, seguramente, no confesarían ni bajo un crucio. ¿James y Albus usando un tutu? ¿Teddy en una cita con Bill Weasley? ¿Scorpius enamorado de una pe...