El Diario de Lily

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[Página 1. Día 5 en San Mungo]

Esta mañana he despertado en San Mungo, un lugar donde curan a magos y brujas.

No sé qué ha pasado. En realidad no sé quién soy. Lo único de lo que estoy segura es que soy del sexo femenino, mi cabello es naranja y que luce muy opaco entre mis dedos, y que mi nombre es Lily.

Soy una bruja dijo el sanador Malfoy, un hombre de largos y lacios cabellos rubios, que me ha hecho compañía desde que desperté, hace cinco días. Él me dio este diario para que ya no olvidara nada de ahora en adelante.

Desperté hace cinco días en una sala blanca, sin ventanas y solo una puerta. Mi cama es incomoda y solo me cubre una bata celeste y una fina sabana amarilla, como el sol. Es extraño para mí, no sé si he visto el sol alguna vez, pero sé cómo se vería: como una enorme bola de luz amarillenta en el cielo, o bueno, así es como yo creo que se ve. A sí lo dibujo.

Tengo diez años, o eso me han dicho. Me siento mucho más pequeña y estoy muy, muy, cansada.

No sé de qué color son mis ojos. Tengo miedo de mi reflejo.

Mi piel es de un color tan pálido que estoy segura que debo de estar muy enferma, y estoy cubierta de moretones que tardaran muchos días en sanar. Tampoco sé que me paso, pero una de las enfermeras se largo a llorar la primera vez que los vio.

Cuando desperté estaba en blanco. Toda esta en blanco: la habitación, mi ropa, mi mente, y mis ojos. Mi sanador dice que cuando uno está ciego no percibe la luz, y por eso ve negro. Yo estuve ciega dos días, pero no vi negro, era todo blanco.

No me gusta el blanco.


[Página 1, reverso de la hoja. Día 6 en San Mungo]

No puedo recordar la cara de mi madre o el nombre de mi padre. No sé si tengo hermanos o hermanas. En realidad, los tengo. Tengo una mamá y un papá, tengo dos hermanos... pero no recuerdo sus nombres o sus caras. Eso me asusta.

Los he visto, claro. Mis padres han venido a visitarme. He sentido su calor y visto sus sonrisas. Pero en cuanto se han apartado de mi lado, ya no puedo recordar el color de los ojos de mamá o el perfume de papá.

Tengo miedo. Pero estoy bien.

El sanador Malfoy está conmigo. Él es muy amable, y puedo recordar casi la mayoría de los rasgos de su cara cuando sale de la habitación. Eso es bueno... creo.


[Página 2. Día 7 en San Mungo]

Día 7: El clima afuera de la habitación en incierto.

Incierto es mi palabra del día. La escuche hoy de una bruja de largos cabellos en punta que creía que yo era su nieta y que estábamos en un museo, no estoy segura de que significa pero suena bonito.

Estar aquí es muy, muy, muy aburrido. Las pociones que me harán estar sana son asquerosas, y el color blanco me da dolor de cabeza.

Según mi sanador mi memoria ha mejorado, y yo se que así es. Aun no puedo recordar del todo quien soy, pero puedo memorizar cosas de las tarjetas extrañas con las que el sanador Malfoy y yo jugamos a encontrar parejas. Le he dicho que es injusto, yo no tengo buena memoria en estos momentos y el es muy bueno recordando, pero él hizo un gesto con la mano y dijo que soy "una mala perdedora" le saque la lengua, él sonrió y me revolvió el cabello.

El sanador Malfoy tiene una linda sonrisa. 


[Página 2, reverso de la hoja. Día 9 en San Mungo]

Historias Perdidas || Tercera GeneraciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora